¿Qué sigue en el cónclave tras el primer día y la primera votación?
Los 133 cardenales permanecen en aislamiento total. Solo pueden interactuar entre sí en la residencia Santa Marta, donde se hospedan. Este jueves se tienen previstas cuatro rondas de votación en la Capilla Sixtina.
Cumplido el primer día del cónclave, en el que 133 cardenales de todo el mundo se encerraron bajos los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina para iniciar el proceso de elección del nuevo papa, una nueva jornada se avecina con la expectativa de lo que sucederá en las cuatro rondas de votación.
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Este miércoles, tras todos los actos protocolarios previos al encierro, los cardenales con derecho a votar y ser elegidos le comunicaron al mundo exterior su primera decisión: una fumata negra en señal de que en la primera ronda de votación no hubo consenso.
Esa acción dio por concluido el primer día del cónclave, palabra que procede del latín cum clavis, que significa bajo llave, en lo que literalmente están los cardenales hasta que elijan al pontífice 267 de la Iglesia católica.
Y es que luego de la votación, los cardenales seguirán aislados. Sin acceso a internet –desde las 8:00 a.m. interrumpieron la señal de wifi y cortaron las redes telefónicas en el Vaticano– ni a la radio, la televisión y la prensa; los purpurados solo podrán interactuar entre sí y dedicarse a la oración para tomar la mejor decisión en las rondas de votación que desde el jueves serán cuatro a diario.
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Así las cosas, los cardenales pasarán la noche en la residencia Santa Marta –donde precisamente Francisco vivió todo su pontificado– cada uno en una habitación con las mismas condiciones. Para evitar alguna suspicacia en la acomodación en la residencia, las habitaciones fueron asignadas de manera aleatoria.
En ese mismo lugar compartirán la cena y podrán entablar reuniones en las que, seguramente, se hablará de quién tiene el mejor perfil para convertirse en el próximo obispo de Roma.
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Este jueves, los cardenales serán transportados en varios buses hasta la Capilla Sixtina, y allí nuevamente vestidos con los ornamentos acordes a la ocasión, se encerrarán para volver a votar. Serán entonces cuatro rondas de votación, dos en la mañana y otras dos en la tarde.
Según Vatican News, para ser elegido en este cónclave, el futuro papa deberá obtener dos tercios de los votos, es decir, al menos 89 sufragios.
Si han pasado tres días y no se ha logrado el nombramiento de un pontífice, la votación se suspende para un día de oración. Algunos cardenales anticiparon un cónclave de “dos o tres días” de duración.
Mientras tanto, el mundo católico mantiene su mirada expectante sobre la pequeña chimenea instalada en los tejados de la Capilla Sixtina, de la que saldrá el humo que confirmará si hay o no un nuevo papa.