Mundo

Reelección presidencial, un dilema democrático

En 2015 siete de 10 países suramericanos tendrán un presidente reelecto. Oposición compite en desventaja.

Periodista Paz y D.H. Egresado UPB. Ser testigo de los hechos que hacen historia me apasiona del periodismo. La buena música y las deportes alegran mi vida.

02 de diciembre de 2014

La segunda presidencia del recién electo Tabaré Vázquez en Uruguay, que mantiene a la izquierda en el poder por tercer periodo consecutivo, ratifica que el reeleccionismo es una tendencia que se consolida en América Latina. Y una pesadilla para la oposición política, que se ve enfrentada al poderoso aparato estatal en manos del presidente de turno.

Vásquez triunfó el domingo pasado en una cómoda segunda vuelta con el 53,6 de los votos sobre, Luis Lacalle Pou. Su segundo mandato no sorprende, cinco años después de su primer gobierno. Su caso es fiel ejemplo del fenómeno de la reelección, sea consecutiva o no. Tabaré llevó al poder a la coalición izquierdista del Frente Amplio por primera vez desde su creación en 1971 y dejó la presidencia con una popularidad del 70 por ciento. No se presentó a elecciones porque la ley uruguaya impide reelección inmediata.

Gracias a logros económicos y de política social, heredó a José Mujica un capital político que le permitió ser presidente, el mismo que el popular y carismático “Pepe” devolvió este año a Vázquez para volver a la presidencia con el Frente Amplio.

De país en país

El caso uruguayo sigue una tendencia que se impone en América Latina, que el próximo año tendrá a siete presidentes reelectos de un total de 10 países.

Serían ocho si el venezolano Hugo Chávez no muere en 2013, a los dos meses de asumir su cuarto gobierno consecutivo. Chávez llegó al poder por las urnas y amparado en su poder cambió la Constitución para eternizarse en el poder. La estructura quedó tan bien montada que sirvió para llevar al poder a su sucesor Nicolás Maduro.

En el resto de Latinoamérica hay más reelectos: el presidente nicaragüense Daniel Ortega.

El fenómeno reeleccionista es para Diego Cediel, politólogo de la Universidad de La Sabana, el resultado de factores como el “caudillismo”, más recursos disponibles y en algunos países, la debilidad de los partidos políticos frente a las figuras políticas.

También se explica, según Cediel, por cuanto “ciertos programas políticos que antes no tuvieron representación política ni maquinarias fuertes, en esquemas tradicionales de partidos o tras dictaduras, aparecen en coyunturas y aprovechan su momento estelar. Es el caso de la izquierda en Ecuador, Uruguay o Brasil”.

Otra razón que explica el reeleccionismo es el mayor peso del poder ejecutivo en A.L., con respecto a países con gobiernos parlamentarios o federales. Eso lleva a un “uso discrecional” de más dineros públicos, medios estatales de propaganda y visibilidad mediática. Así lo confirma el excandidato presidencial del Polo Democrático, Carlos Gaviria, quien califica de “asimétrica” la ventaja del candidato-presidente Álvaro Uribe, cuando ganó en primera vuelta y con facilidad su reelección frente a sus opositores. “Tenía más recursos, cercanía con gremios, prensa, cargos clientelistas y hasta garantías para desplazamientos, mientras yo no podía ir a zonas críticas de orden público”.

“En América Latina faltan partidos sólidos que garanticen la alternancia en el poder y por eso todavía giramos en torno a jefes naturales y caudillos. No es bueno para las instituciones democráticas lo que pasó en Venezuela o ahora en Ecuador, que buscan reformas para que el presidente se reelija indefinidamente”, dijo Gaviria.