Venezuela

Regreso de Guaidó a Venezuela, el nuevo desafío a Maduro

El líder de la oposición y presidente encargado, Juan Guaidó, anunció que hoy volverá a Venezuela, pese a la amenaza del oficialismo de capturarlo.

04 de marzo de 2019

El calculado juego de expectativa del líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, tiene hoy un capítulo clave con su anuncio de que regresará a Venezuela, desafiando la intención del chavismo de capturarlo.

Guaidó le puso fecha a su llegada, pero no detalles. A través de Twitter, anunció que su presencia de nuevo en Venezuela, luego de nueve días de reuniones con jefes de Estado de Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador, coincidirá con las fechas de carnaval y convocó a movilizaciones populares para este lunes y martes.

El dirigente, reconocido como presidente encargado para parte de la comunidad internacional, busca replicar el acto del 22 de febrero, cuando burló la prohibición del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y llegó a Colombia para liderar el frustrado ingreso de ayudas humanitarias a su país. Esta vez, la promesa es aparecerse del lado venezolano.

De acuerdo con Oscar Arnal, constitucionalista venezolano, Guaidó tendría de su lado las garantías constitucionales para no ser detenido (ver recuadro). Sin embargo, el presidente de facto, Nicolás Maduro, adelantó esta semana que, si regresa, el opositor “tendrá que ver la cara de la justicia”.

La excusa para una hoguera

Tras lo que parece una marcha al matadero por parte de Guaidó, puede haber dos objetivos políticos, según explica Carlos Romero, analista político de la Universidad Central de Venezuela. El primero, sería demostrar la incapacidad de Maduro para cruzar la línea impuesta por Estados Unidos, cuyo gobierno advirtió al chavismo de graves consecuencias en caso de atentar contra el líder opositor.

El segundo escenario implicaría todo lo contrario, que Guaidó busque ser detenido. Según Romero, puede que previendo el desgaste del ánimo popular, luego de un mes sin lograr su objetivo de un cambio de gobierno en Venezuela, el mandatario interino busque usarse a sí mismo como chispa.

Los alcances que generaría esa llama son inciertos. En 2014, la entrega a la justicia de Leopoldo López no fue suficiente para marcar la salida de Maduro. Esta vez, para Romero, sería distinto. La captura de Guaidó podría convertirse en la afrenta final del chavismo, en el primer paso para una salida a la crisis que pende entre la diplomacia y la confrontación