En video | Graban momento en el que escultura de la Virgen María “lloró” en México
El hecho se registró el pasado 9 de julio durante una ceremonia de la eucaristía en la ciudad de Huejutla.
Los seguidores de la Iglesia católica, comúnmente, suelen presenciar apariciones que ellos consideran milagrosas. El último hecho, al parecer divino, ocurrió en México cuando los feligreses se percataron de que a una imagen de la Virgen María le escurrían lágrimas por sus mejillas.
El hecho quedó registrado en video y ocurrió el domingo 9 de julio durante la celebración de la eucaristía en la Catedral de Cristo Rey, en la ciudad de Huejutla (México). En un punto del ritual religioso, la escultura de la Virgen de los Dolores comenzó a soltar un líquido que, de inmediato, catalogaron como “lágrimas”.
Estos hechos suelen dividir opiniones. Mientras unos consideran que son manifestaciones divinas o milagrosas, otros la catalogan como montajes o espectáculo religioso.
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“No sé si es por la resolución y el hecho de que el que filma mueve mucho la cámara, pero me da la impresión que también mueve sus labios y los ojos”, “dudo mucho que sean lágrimas, si alguna vez visitaron Huejutla saben que eso es sudor”, “estas cosas siempre ocurren en pueblos que nadie nunca ha escuchado”, son algunos de los comentarios que acompañan el video de la virgen que, supuestamente, lloró.
Un hecho similar se registró el Sábado Santo de la Semana Santa en el departamento de Tolima (Colombia). Allí, la comunidad de feligreses grabó el momento en el que una de las esculturas lloró.
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Los hechos se registraron en el municipio de Rioblanco, en Tolima. La comunidad de fieles tiene la tradición de hacer un recorrido con la imagen de la Virgen de La Dolorosa, cada Sábado Santo, a uno de los cerros de ese pueblo. En medio de la procesión, la escultura, dicen, empezó a llorar: calificaron el hecho como “un milagro”.
“Padre Santo. Gracias por considerarme digno de ser testigo de otro día en esta tierra. Gracias, Padre bueno, por el regalo de un nuevo día: Sábado Santo 8 de abril de 2023”, escribió el párroco de Ríoblanco, Lisandro Andrés Cárdenas Carrero, después de presenciar el suceso.