En imágenes: así luce la imponente casa de René Higuita en El Poblado, tras 30 años de estar en manos del Estado
Así luce la casa de René Higuita que se encuentra envuelta en un turbulento proceso judicial. La SAE le pidió a la Corte Constitucional que revise una tutela que favorece al ídolo. El fallo definiría el futuro de la figura de la extinción de dominio como herramienta para proteger bienes incautados.
Detrás del hotel Intercontinental, el astro del fútbol René Higuita vivió en una casa con piscina entre los años 1992 a 1996. Allí se hospedoó durante la preparación para la Copa Libertadores y Liga con Atlético Nacional.
Según cuentan vecinos del sector y trabajadores que alguna vez ingresaron a la casa, “tenía varios animales micos, tortugas y guacamayas”. “Recuerdo que a esa casa ingresaban 10 bolsas de leche diarias, debió ser para alimentar a todos esos animales” dice Óscar Montoya, un trabajador del sector que frecuentaba la casa de Higuita.
La casa tenía billar, piscina y espacio para los animales salvajes que tenía como mascotas. Al lugar frecuentaban varios jugadores de Atlético Nacional, fue un “tiempo donde él (Higuita) se recuperaba y andaba en muletas, nos invitaba a jugar billar”.
Hoy en día la casa luce diferente, absorbida por la naturaleza; entre árboles y maleza quedó camuflado el inmueble. Lo poco que queda se salva son las paredes principales que fueron adoptadas por artistas y grafiteros que las usaron como lienzo.
Queda la fachada, ya no hay techos, lo poco es rodeado de un alambrado para evitar que la invadan. Ante la soledad, el inmueble se convirtió en el escondite y baño de más de transeúnte sin techo.
La casa tiene un pasado truculento, pues Higuita viene afrontando un proceso judicial que tiene casi 30 años y una relación con miembros del Cartel de Medellín y los culpables del derrumbe del edificio Space, lugar cercano a la casa en mención.
“Actué de buena fe”
A Higuita le ha tocado explicar en varias instancias judiciales cómo consiguió la casa y ha repetido que la compró “de buena fe”, a pesar de que detrás hay toda una historia truculenta.
El certificado de tradición y libertad permite establecer que el ídolo y su esposa se la compraron a María Victoria Montoya Alzate por 33 millones de pesos en enero de 1993; ella a su vez había adquirido el inmueble seis meses antes por 32’941.000 pesos, o sea que casi se podría decir que compró huevos para vender huevos.
Pero una de las hipótesis de la Fiscalía es que la casa en realidad había sido de Gerardo Moncada Cuartas, un socio de Pablo Escobar al que el capo asesinó a mediados de 1992, junto a Fernando Galeano, cuando el jefe del cartel mafioso estaba recluido en la cárcel La Catedral. En esos tiempos empezó a hacerse usual que en las rencillas mafiosas los herederos eran –y son- obligados a traspasar sus bienes.
Aunque hoy la propiedad está venida a menos, cualquier urbanizador podría dar por ella entre 1.500 y 2.000 millones de pesos, según cálculos de la Lonja.