Medellín

Sector de Palos Verdes sigue cerrado y ahora hay dudas sobre el contrato

El contratista es cuestionado por la experiencia que relacionó, que nada tiene que ver con obras de mitigación. Habitantes de la zona se quejan de la lentitud de los trabajos.

18 de abril de 2023

En Palos Verdes siguen pagando las consecuencias del derrumbe del 27 de julio de 2022. Aunque han pasado 265 días desde que la tierra se desgajó, la vía aún está cerrada por prevención. Y la gente sigue con miedo. “Siempre hay inconvenientes con las obras. Hay pocos trabajadores, paran durante varios días; los comerciantes están perdiendo plata y nosotros preocupados por un nuevo derrumbe”, contó Verónica Zapata, que vive en una casa que quedó al lado del hueco.

Aunque desde el Dagrd les dijeron que las obras estarán concluidas el 3 de mayo, todos dicen que eso es imposible. En la mañana de ayer había pocos trabajadores en el talud, cosa que los vecinos dicen que es habitual. La obra, en efecto, se ve cruda, porque falta recubrir de concreto la mitad de la pendiente.

Los perjudicados no son solo los que viven ahí, junto a la tierra caída. La carrera 44 es la entrada principal a la nororiental. La vía ajusta ocho meses cerrada y se convirtió en un parqueadero de motos. “El barrio ha desmejorado mucho desde el derrumbe. Es un desorden, parquean las motos, dejan basura”, contó Lina Zapata, otra afectada por el derrumbe y la lentitud de las obras.

El cierre de la vía, además, ha causado caos de movilidad en la carrera 45. Motos y carros se están desviando por allá y han causado accidentes de tránsito. “Cada rato hay accidentes porque a todos les toca irse por allá y se chocan entre ellos o con el Metroplús. La verdad es que estamos cansados de esta situación”, dijo Verónica Zapata.

Para los vecinos de Palos Verdes, la atención del derrumbe ha sido un karma, una lucha de no terminar. Verónica recordó que tuvieron que cerrar la 45 varias veces durante una semana para que les prestaran atención y declararan la urgencia manifiesta, acción que permite liberar recursos para atender los daños del invierno. Aun así, las cosas, cree, han sido demasiado lentas: “Si esto es una vía principal, es para que le hubieran hecho rápido y bien. Todo es un problema y la respuesta desde el Dagrd es que no hay plata”.

Líos del contratista

La Alcaldía de Medellín declaró la urgencia manifiesta en julio del año pasado. Eso le dio facultad para contratar las obras sin tener que hacer licitación, algo perfectamente normal en estas situaciones. Los cuestionamientos que surgen del proceso tienen que ver con la experiencia acreditada por el consorcio al que se le adjudicaron los trabajos.

Alfredo Ramos, concejal del Centro Democrático, hizo públicas una serie de cuestionamientos sobre la entrega del contrato. En primer lugar, que los estudios previos del contrato 4600096098 están basados en una carta que el consorcio había enviado a la Alcaldía el 26 de julio. Es decir, según el concejal, se hizo a la medida del consorcio. Y acá hay un punto clave. Según los estudios previos, el consorcio se creó el 1 de agosto de 2022, pero la carta en que se envió la propuesta, y que luego haría sido base para los estudios previos, estaba firmada por el consorcio y fechada el 26 de julio.

“Yo me pregunto, ¿adivinaron las necesidades de la Alcaldía? ¿Por qué se creó un consorcio justo antes de que se declarara la urgencia? Todo fue a la medida”, dijo el concejal Ramos.

El consorcio está formado por dos empresas de Quibdó: Ingeniería, Saneamiento y Desarrollo —Isde— y Eugenio Hoyos S.A.S. Y acá viene otro cuestionamiento, la experiencia. Isde tiene casi toda su experiencia en Quibdó y con contratos de muy variada índole que no demuestran relación con las obras de Palos Verdes. Entre la experiencia se menciona la compraventa de 100 pupitres, la demolición de un edificio y el suministro de agua en una zona rural.

“No hay ninguna idoneidad para desarrollar estas obras. Algo muy grave es que hay sobrecostos. El valor inicial dice que eran $2.994 millones, pero el Secop reporta un valor de $5.583 millones y no están publicadas con soporte documental”, cuestionó el concejal, quien agregó que no hubo rigor técnico, por lo antes mencionado, para celebrar el contrato.

El convenio no solo incluía a Palos Verdes. También contemplaba mitigaciones en otras zonas como El Faro, en la comuna 8. Igual que en Manrique, allá ha habido problemas. Líderes se quejaron de que las obras estuvieron “abandonadas” por un mes, noticia que este medio publicó el pasado 3 de marzo.

También causa curiosidad que la interventoría se adjudicó a otro consorcio de Quibdó, una de ellas ha sido contratista con esta Alcaldía de Medellín y la otra es una persona natural. Este contrato, reveló Alfredo Ramos, también ha tenido adiciones.

Desde EL COLOMBIANO enviamos un cuestionario al Dagrd para tener respuesta sobre las inquietudes. Asimismo nos comunicamos con el consorcio a los dos números que reportan en los contratos, pero no contestaron.