Medias veladas de larga duración: un cambio sostenible en el guardarropa de la mujer actual
En el mundo se producen ocho billones de medias veladas que son usadas solo una vez y que tardan de 30 a 40 años en descomponerse, sin embargo, marcas como The Nylon Club tienen soluciones al respecto.
Periodista de medio ambiente de EL COLOMBIANO. En sus ratos libres se dedica a la lectura, al quehacer dibujístico y a la maternidad de gatos.
En la actualidad la industria de la moda busca reciclar 92 millones de toneladas de residuos textiles de las que es responsable, sin contar con que, de seguir a este mismo ritmo de consumo, el sector será responsable “del 25% de las emisiones de efecto invernadero en 2050”, según comentan en El Economista de España. Por eso, es indispensable que tanto las empresas como las personas sean conscientes de esta problemática y tomen medidas al respecto.
¿Cómo? Las empresas pueden hacerlo usando materiales que permitan extender la vida útil de cada prenda y que sean amigables con el medio ambiente, por ejemplo, Inditex puso en marcha en el 2015 la campaña Close the loop, y hasta el 2019 había recopilado casi 50.000 toneladas de ropa. A las prendas que encontraron en buenas condiciones les dieron una segunda vida; y usaron las telas de las que habían llegado a final de su ciclo para producir nuevas colecciones.
Adcionalmente, en Colombia existen empresas como The Nylon Club, una marca orientada hacia la sostenibilidad que surgió luego de ser consciente del problema ambiental: “Nos propusimos cambiar las dinámicas para generar un impacto positivo en el medio ambiente, es decir, nuestro objetivo fue resignificar un producto que tradicionalmente se consideraba desechable y reemplazarlo por uno de larga duración, sostenible y respetuoso con el planeta, pues al crear un producto de alta calidad y durabilidad, sabíamos que podíamos marcar la diferencia y contribuir significativamente a reducir la cantidad de residuos generados por la moda en el país”, cuenta Valentina Rey, la fundadora y directora creativa de la marca.
Con “resignificar un producto que tradicionalmente se consideraba desechable” se refiere a las medias veladas, pues cada año, en el mundo, se producen ocho billones de pares que son usados solo una vez y que tardan de 30 a 40 años en descomponerse. Pero eso no era lo único a lo que le estaba apuntando. Es decir, además de proponerse crear un producto que combinara sostenibilidad y estilo, creó uno que permitiera impulsar la independencia económica de las mujeres, ofreciéndoles productos duraderos y de calidad con los que pueden ahorrar dinero a largo plazo.
Dicha apuesta está presente en cada etapa de su proceso de fabricación. Aunque sus medias están hechas principalmente de nailon, como las convencionales, alargaron su vida útil: son hasta 15 veces más resistentes que las medias tradicionales, reduciendo significativamente la cantidad de residuos generados y contribuyendo a la disminución de su huella ambiental.
Asimismo, la empresa está enfocada en la trazabilidad de los procesos de confección: son fabricadas en Colombia y utilizan materiales y mano de obra de mujeres colombianas, lo cual no solo apoya y moviliza la economía local, sino que permite asegurarse de que sus prendas son producidas bajo condiciones justas y respetuosas.
“En nuestro compromiso constante con la sostenibilidad, buscamos optimizar los materiales que utilizamos en la fabricación. Los sobrantes son aprovechados para la creación de nuestra ropa interior. De esta manera, reducimos la cantidad de desperdicios de material y buscamos utilizar de forma consciente los recursos a nuestra disposición”, dice Valentina.
No obstante, uno de los mayores retos a los que se ve enfrentada hoy la moda es al reciclaje textil. ¿Cómo pueden reciclarse unas medias veladas? Según la directora de The Nylon Club, tienen el objetivo a mediano plazo de recolectar las medias veladas dañadas, de cualquier marca, para darles una segunda vida. Y se encuentran explorando colaboraciones con artesanos que puedan reutilizar los retazos y desperdicios y así darles un nuevo propósito a los materiales que normalmente serían difíciles de reutilizar.
Es una visión de un modelo circular de moda, donde los productos puedan reciclarse y reutilizarse en lugar de convertirse en desechos difíciles de manejar, así lo explica Juana Soto, asesora de mercadeo de The Nylon Club: “Estamos investigando y desarrollando soluciones innovadoras que nos permitan cerrar el ciclo de vida de nuestras prendas y minimizar nuestro impacto ambiental, por eso, a través de estas iniciativas, esperamos no solo dar una solución a las medias veladas en desuso, sino también inspirar a otros en la industria de la moda a adoptar prácticas más sostenibles y responsables con el planeta”.
Para finalizar, cabe recordar que pensar un consumo responsable es sumarse al club de fans del planeta Tierra, y que todas las personas pueden hacerlo. ¿Cómo? Comprando menos ropa, de mejor calidad para que dure más, comprando de segunda mano, intercambiando o alquilando, comprando marcas locales y sostenibles, donando y reciclando.
PARA SABER MÁS
Un poco de historia
El 15 de mayo de 1940 salieron a la venta, en Estados Unidos, unas prendas de vestir que revolucionaron la historia de la moda femenina del mundo entero: las medias veladas, con un impacto tal que, a cuatro días de su lanzamiento, los almacenes habían vendido alrededor de cinco millones de pares, pues según cuentan los libros y las revistas, día tras días, las mujeres de la época se atumultuaron en sus pasillos para conseguir las propias. Sin embargo, la historia de ese nuevo accesorio indispensable en los guardarropas, comenzó mucho antes, tal vez en 1935, cuando el químico estadounidense y líder del departamento de química orgánica de DuPont, inventó el nailon, o “una seda hecha con fibra sintética”, como le gustaba llamarlo. O quizá, en 1939, cuando el vicepresidente de esa misma compañía, Charles Stine, presentó en la Feria Mundial de Nueva York unas novedosas medias de nailon a las que dejó que los asistentes tiraran de cada uno de los extremos para demostrar la fortaleza del tejido, como cuentan en el ABC Cultural.