Medellín registró un 42,3 % en informalidad laboral a junio
Periodista de Economía y Negocios. Amante de la vida, con una familia que inspira a esforzarse todos los días a hacer mejor las cosas, una de ellas el periodismo. Egresado de la UPB.
Con una tasa de 42,3 %, Medellín y su área metropolitana fue la segunda de 13 ciudades del país medidas por el Dane, con menor tasa de informalidad laboral durante el segundo trimestre de 2016, al registrar un 42,3 %.
La de menos ocupados informales fue Manizales (41,6 %) y Bogotá se quedó con la tercera plaza (42,5 %). El promedio para las 13 ciudades aumentó a 47,5 %, con un descenso de 0,9 % frente a igual lapso de 2015 y 5,2 % más que lo registrado solo para el Valle de Aburrá.
Para la ciudad, entre abril y junio hubo 1,79 millones de ocupados, de los cuales unos 760 mil estaban en la informalidad, es decir, carecían de garantías legales como un contrato de trabajo o prestaciones sociales (salud, pensión, cesantías, riesgos laborales y demás).
Para el primer semestre, la tasa nacional de informalidad se ubicó en 47,48 %, mientras que en el Valle de Aburrá promedió 41,51 %, con un promedio de 731 mil de trabajadores en esa condición.
En cuanto al consolidado para las 13 ciudades, los sectores más formales en el segundo trimestre fueron, en su orden: minería, servicios públicos, financiero, agropecuario, construcción, transporte e industria manufacturera.
Empleo juvenil
Respecto a la tasa de desempleo de la población joven, entre 14 y 28 años, en el ámbito nacional fue de 15,6 % entre abril y junio de 2016, lo que significó un repunte de 0,4 % frente al segundo trimestre del año pasado. Esta tasa no fue reportada para Medellín.
Por género, las mujeres tienen mayor tasa de desocupación (20 %) frente a los hombres (12,3 %), muy similar a los datos de un año atrás: 20,5 % y 11,3 %, respectivamente.
La rama económica que concentró la mayor cantidad de ocupados jóvenes fue comercio, hoteles y restaurantes con 28,8 %, seguido de servicios comunales, sociales y personales (18 %).
Por posiciones ocupacionales, se usó más mano de obra joven como “obrero, empleado particular” (52,8 %) y “trabajador por cuenta propia” (37,1 %), este último donde se concentra la informalidad.