Avianca defiende sus nuevas sillas ante críticas de los usuarios
La compañía dijo que invertirá US$200 millones en el cambio de sus asientos para mejorar precios.
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Una vez aprobado el plan para salir del proceso de bancarrota, Avianca piensa poner en marcha un nuevo modelo de operación con el que buscará hacer más rentables los vuelos y paralelamente, según sus responsables ejecutivos, ofrecerles mejores tarifas a los viajeros.
Sin embargo, desde finales de octubre, los usuarios han manifestado inconformidad con la morfología de los nuevos asientos; calificados, en algunos casos, como “incómodos”.
Ante ello, Manuel Ambriz, vicepresidente comercial de Avianca, sostuvo que los análisis realizados al mercado indican que los viajeros quieren personalizar su experiencia de vuelo. En consecuencia, la idea es ofrecer diferentes tipos de sillas que puedan ajustarse al bolsillo o a las preferencias de cada quien.
Según detalló, serán tres las clases de asientos en las cabinas: premium, plus y economy, cuyas dimensiones varían dependiendo del costo asumido por los usuarios. Las tallas disponibles serán —de menor a mayor— XS, S, M, L, XL y XXL.
En línea con estos planes, Ambriz sostuvo que los pasajeros se estarán encontrando con unas sillas transitorias y la reconfiguración estará lista, tentativamente, para el primer trimestre de 2022.
Frente a las inquietudes de quienes han volado en los últimos días con esta aerolínea, el jefe de operaciones afirmó que las sillas de la línea economy “serán mejores que las utilizadas en un modelo de bajo costo”.
“Y vamos a tener unas sillas intermedias, a las que en EE. UU. se les conoce como economy-premium, que se reclinan y tienen reposacabeza”, añadió.
Al ser preguntado si acabará la clase ejecutiva en los aviones, respondió: “Sí y no. Estamos removiendo el concepto de clase ejecutiva como tal. Estamos apuntando a un producto muy particular, con mucha flexibilidad”.
De acuerdo con Albert Pérez, vicepresidente de ingeniería y mantenimiento , la inversión para el cambio de la silletería asciende a US$200 millones y, con la optimización del espacio, el aforo podrá incrementarse en un 20%.
Además, tal como lo subrayó, el peso de las aeronaves disminuirá un 30% y las emisiones atmosféricas mermarán en un 13%.
De otro lado, según el jefe de operaciones, con estos atributos, los costos de operación se reducirán en un 18% y “esperamos que esa disminución se la podamos transmitir a los usuarios”, dijo.
Proceso de reorganización
El pasado 2 de noviembre la Corte de Nueva York aprobó el plan de restructuración presentado por la compañía a sus acreedores.
A ese proceso ingresó la aerolínea en mayo de 2020 con unas deudas superiores a los US$5.000 millones, pero saldrá con pasivos por el orden de los US$3.500 millones.
Precisamente, en este trámite en el que estuvo en juego la continuidad de la aerolínea, se consiguió un respaldo monetario que significará un flujo de caja entre los US$1.250 y US$1.300 millones.
En este orden de ideas, Avianca le dijo a EL COLOMBIANO que, al culminar la conciliación en la ley de quiebras, se sabrá quiénes serán los nuevos accionistas, “que a la larga son aquellos que decidieron confiar en nosotros e invirtieron”.
Lo anterior para apuntar que los portadores de las acciones antiguamente listadas en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) no tendrán manera de recuperar el dinero representado en cada título.
“Cuando entramos al capítulo 11, era claro que el valor de la acción llegaría a $0, fuimos claros con eso desde el primer momento y lo aclaramos en información relevante de la Superintendencia Financiera (...) cuando se entra a un proceso de reorganización, hay un orden de prioridades y, en ese listado, el dueño de la compañía está en último lugar”, anotó la organización.