Cementos Argos compra planta en Estados Unidos por US$660 millones
La cementera aspira cerrar en octubre la compra de una planta. La inversión será de US$660 millones.
Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.
La megafusión de HeidelbergCement de Alemania e Italcementi de Italia, que dio origen al primer productor mundial de agregados para construcción, terminó favoreciendo el plan de expansión de Cementos Argos en Estados Unidos.
La regulación norteamericana condicionó la fusión de esas multinacionales, que eran segunda y cuarta productoras mundiales de cemento, a la venta de parte de sus activos en ese país.
Fue así como la empresa antioqueña, mayor filial del Grupo Argos, participó con otras 25 firmas en el proceso de adquisición de una planta cementera de Italcementi, ubicada en Martinsburg, en West Virginia.
“En la primera etapa llegaron quince ofertas no vinculantes, luego quedaron cinco propuestas de jugadores relevantísimos, entre ellas las de fondos de inversión internacionales, pero finalmente fue seleccionada la nuestra”, comentó ayer a EL COLOMBIANO Jorge Mario Velásquez, presidente del Grupo Argos.
El empresario resaltó la buena oferta económica presentada y señaló como elemento clave para ganar el proceso, el posicionamiento logrado por la compañía en el sureste estadounidense desde 2005, cuando hizo su primera inversión en Estados Unidos (ver Cronología).
El empresario aseguró que con esta compra, Cementos Argos se constituye en el mayor inversionista colombiano en ese país, al ejecutar adquisiciones desde hace 11 años que suman 2.832,5 millones de dólares (8,17 billones de pesos, al cambio de hoy).
La adquisición
El complejo por el que Cementos Argos pagará 660 millones de dólares (1,92 billones de pesos) tiene una capacidad de 2,2 millones de toneladas de cemento anual y fue renovado en 2009. De hecho, está catalogado como el más eficiente en consumo de energía en Estados Unidos, y no requerirá inversiones en el corto plazo.
Además de la planta, el negocio abarca ocho terminales, cuatro férreas y cuatro marítimas estratégicamente ubicadas en centros urbanos, y un domo con capacidad de almacenamiento de 60 mil toneladas métricas de producto. La transacción también incluye la explotación de una mina y sus reservas naturales que alcanzan para más de 50 años (ver gráfico).
La financiación
Para el pago de los 660 millones de dólares, la compañía colombiana tomará un crédito puente con J.P. Morgan, que a su vez, actuó como asesor financiero. Además la cementera ejecutará un plan de desinversiones (terrenos e inmuebles) por 350 millones de dólares que servirán para cancelar la transacción.
En ese sentido, la compañía venderá el 20 % de las acciones que posee en Argos Panamá por 126 millones de dólares, al grupo Provivienda.
Pero, ¿por qué comprar y no iniciar un proyecto cementero desde cero en Estados Unidos? La explicación es simple: costos. Construir una planta nueva, similar a la adquirida, valdría unos 4o0 dólares por tonelada instalada, pero no tendría mercado ni la red complementaria, además de que obtener los permisos tardan años.
El negocio, una vez cerrado e incorporado a la operación de Cementos Argos, subirá en 2017 las ventas anuales que la empresa logra en ese país de 1.500 a 1.700 millones de dólares.
“Esta adquisición fortalece nuestra estrategia de internacionalización y diversificación de mercado, apalanca nuestra presencia en Estados Unidos y nos permite alcanzar sinergias operacionales y logísticas al integrar esta nueva planta y sus terminales cementeros a nuestra actual red de operaciones”, expresó a este diario Juan Esteban Calle, presidente de Cementos Argos.
Con la compra de estas instalaciones, la multinacional consolida un “corredor” estratégico, pues suma la posibilidad de abastecer mercados importantes como Washington DC, Baltimore, Filadelfia, Pittsburgh, Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania a la que la presencia en los estados de Texas, Arkansas, Alabama, Missisippi, Georgia, Florida, Virgina, Carolina del Norte y Carolina del Sur, .
“Hay que recordar que en la crisis económica de 2008, estas últimas zonas fueron las de menor contracción económica en Estados Unidos”, anotó Eric Flesh, vicepresidente Regional en ese país de la cementera antioqueña.
Flesh insistió en que en 2011, cuando se adquirieron los activos cementeros y concreteros de Lafarge, uno de los ingredientes atractivos del negocio era la cercanía que había con la ciudad de Atlanta. “Ahora, con está adquisición quedamos muy cerca de otras seis Atlantas, por decirlo de alguna manera, y un mercado potencial de más de 60 millones de personas”.
El directivo también destacó la ubicación privilegiada de la planta: “En un radio de 300 millas (482,8 kilómetros) está comunicada con tren con todas esas regiones y las terminales marítimas facilitarán posibles importaciones”