Economía

Este paisa se inspiró en los ángeles y montó una marca que factura US$3,5 millones: aquí la historia

Sebastián Echeverri creó una marca de moda espiritual. Asegura que vende mucho más que prendas; son amuletos.

Comunicador Social y Periodista. Reportero en las regiones. Escribo sobre microeconomía y macroeconomía. Disfruto el café, la cerveza artesanal y el rock.

hace 7 horas

Los cimientos del universo de querubines celestiales que ilustran las prendas de Clemont se originaron de manera genuina hace 6 años en la cabeza se Sebastián Echeverri. Hoy se trata de una marca con reconocimiento que factura más de 3,5 millones de dólares —más de 14.000 millones de pesos colombianos— y que ha vestido a cantantes como Ryan Castro y Kevin Roldán; a modelos como Sara Uribe; a futbolistas como Santiago Arias, Jhon Durán y Yerri Mina, e incluso, a equipos completos como la selección de fútbol de Turquía.

La marca cuenta con mercado en Chile, Venezuela, Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana y España, además proyecta ventas superiores a los 7 millones de dólares este año, un incremento del 30 % frente a lo comercializado el año anterior. Este crecimiento va en línea con las proyecciones del sector, ya que según Inexmoda, se espera que la industria textil colombiana crezca un 5,8% este año.

La génesis

Y aunque Echeverri dice que desde pequeño ha sido curioso y con un espíritu emprendedor, todo comenzó cuando tenía 19 años y mucha ropa negra, su color favorito, pero ninguna realmente lo representaba, entonces comenzó a experimentar.

Mi intención no era vender, yo quería sentirme bien y vestirme con la expresión y con mi propia esencia, y les puse (a las prendas) Clemont con unos ganchitos, de esos de ropa, y se veía bacano. Ya todos comenzaron a decirme, «ahh no, yo también quiero, mándame a hacer unos», entonces ahí vi una oportunidad de negocio que no iba a desaprovechar”, relató el empresario.

Para bautizar la marca se inspiró en uno de los nombres que Echeverri ha pensado para los tres hijos que sueña tener y que lo motivan a seguir mejorando en su pasión: Santino, Vicenzo y Clemente, precisamente con la abreviación de este último y un poco de lluvia de ideas se forjó el nombre que originó a Clemont.

El emprendedor siempre ha tenido una conexión muy marcada con Italia, que fue la cuna en el siglo XVI del movimiento artístico barroco que plasmó en la arquitectura, pintura, escultura, literatura, música, figuras muy propias del mundo católico, de donde provienen los ángeles que caracterizan a este marca de moda paisa, que esta cargada de espiritualidad, pero no religiosa.

El emprendedor nunca olvidará la primera colección que impulsó la marca. Esta consistió en dos camisetas, una pantaloneta, un buzo y una sudadera, las cinco prendas con base en los colores negro y rojo. Sin embargo, empezar no fue fácil, el joven no sabía en profundidad nada de negocios y, también, desconocía los tecnicismos del mundo de las confecciones. Toda esta cátedra la aprendió en el camino, mientras construía su negocio.

“Yo no sabía que era una tela, yo no sabía con qué se hacía una camiseta, ni las puntadas, ni los bordados, yo no sabía nada, pero eran las ganas, entonces, me iba a las 7 u 8 de la mañana para el Centro, y yo decía, «¿esa tela para qué sirve?» y me decían, «burda», y yo, «¿qué es burda?, es para los buzos y las sudaderas», recordó.

Sebastián comenzó a “empaparse del tema” y a realizar los contactos para dar sus primeros pasos en el mundo de los negocios. Buscó y experimentó hasta que encontró una buena calidad en la confección, tela y costura y que iba a pulir con el tiempo hasta encontrar la calidad que caracteriza la marca.

Un amuleto

Los creativos de Clemont aseguran que las prendas son como un amuleto espiritual que acompaña al portador. Quizá eso brindó fortuna para consolidar uno de los saltos en reconocimiento, cuando Echeverri colaboró con Daniel Alejandro Salinas, más conocido como Exotic Dj, productor musical y reconocido en la escena del género urbano en Colombia. Santiago, su mejor amigo, lo relacionó en Coveñas con el artista, y Echeverri no desaprovechó la oportunidad para acercarse y presentarle su marca.

“Yo solamente tenía una pantaloneta y la tenía puesta, entonces lo ‘charro’ fue que yo me la quité, me quedé en boxer, y le dije: «mi negro, ¿cómo estás? Mucho gusto, mira, esta es mi marca y la voy a sacar apenas esta semana, te la regalo para ver si te la pones»”, contó.

Fue quizá de las mejores decisiones que tomó, pues a Exotic Dj le gustó tanto la prenda que le dio su pantaloneta a Echeverri y se puso enseguida la de Clemont. Luego, el emprendedor le envió más prendas a Exotic para que le compartiera a su amigos más cercanos y así dar a conocer la marca. Fue tal el golpe de suerte que el productor firmó con Crissin y esa semana grabó la canción Poblado (Remix) junto a artistas como Karol G, Nicky Jam, J Balvin. La cuestión fue que Crissin vistió prendas de Clemont en dicho video.

“Se puso las prendas y se tomaron fotos y empezó a explotarme el Instagram, y gracias a eso casi en un mes o dos meses vendí todo ese producto que había hecho”, señaló Echeverri.

Como caído del cielo

En 2022, la caja registradora no paraba de moverse. Las ventas empezaron a crecer, pero Sebastián sabía que algo le hacía falta. Fue ahí cuando el empresario comenzó a pedirles a los ángeles un socio con experiencia y conocimiento para construir una compañía más grande.

‘Como caído del cielo’ apareció Pedro Castellanos, fundador de la marca de moda de lujo Monastery, y acogió a Clemont en su holding. Así las cosas, la marca de Echeverri invirtió unos cuatro meses en mejorar y estructurar mejor su empresa y producto para lanzar su siguiente colección: The New Testament, luego Trascendencia (2023), Geometría Sagrada (2023). Esta última colección es identificada por Echeverri como el “salto cuántico” de la empresa.

Hoy, Clemont tiene presencia en más de 150 puntos de multimarcas en el mundo. Tiene cinco tiendas propias en Medellín y está construyendo cuatro más en otras ciudades del país. Su proyección para 2026 es abrir otras 15 tiendas más.

Echeverry se siente muy orgulloso de lo logrado a sus 25 años. De poder ser el empresario de la familia y brindar un sustento a su mamá. “Mi única competencia es mejorar como persona, ser un mejor hombre y ser el orgullo de mi familia, eso siempre ha sido lo que más me ha motivado”, dijo.

Por ahora el enfoque de Clemont es seguir creciendo como empresa, expandirse a las diferentes ciudades y en un futuro mejorar su presencia en el mercado internacional, siempre con la buena vibra de los ángeles.