Economía

Más de 40.000 volquetas deberían chatarrizarse

Los precios de este servicio de transporte se rigen por oferta y demanda, por lo que la informalidad es alta. Fedevolco pide regulación.

Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.

18 de mayo de 2023

Sin programa de chatarrización que permita modernizar la flota, ni un sistema de costos que permita fijarle precios a los servicios que se prestan, el transporte de materiales de construcción o escombros en volqueta opera a la “maldita sea”.

Así se expresó Luis González, director de la Federación Volquetas Colombia (Fedevolco), quien sostuvo que desde 2008 el gobierno de turno abolió el esquema de chatarrización para este sector.

“Es preocupante que un gremio como el nuestro, que trabaja para otras actividades productivas como la construcción, la infraestructura y la agroindustria no tenga un referente de costos. Y en vísperas de una reforma laboral que apuesta por reducir la jornada de trabajo e incrementar el pago de horas extras, pues si no sabemos cómo cobrar, ¿cómo vamos a pagar?”, mencionó el dirigente.

En esas condiciones, ¿en la actualidad cómo se cobra este tipo de servicios? González responde que en el caso del Valle de Aburrá hay un “precio de referencia” de unos $28.000 por metro cúbico de material, pero si el contratistas ofrece menos seguramente habrá un volquetero que se acomode a la tarifa y cargue la tierra, la arena o lo que sea.

“No hay reglas claras y todo mundo se acomoda según sus necesidades. Y mientras más barato se cobre mayor informalidad habrá, porque nadie va a garantizar que se lleven los escombros, por ejemplo, a un sitio de disposición legal y que se termine botando el material en cualquier parte”, dijo.

Problema quinceañero

A pesar de que la problemática no es nueva, el director de Fedevolco aseguró que ninguna autoridad lo resuelve y siempre hay excusas como los cambios en el Ministerio de Transporte, como el recientemente ocurrido con la salida de Guillermo Reyes.

“No ha habido forma de encarar el asunto de una manera técnica o coherente. La semana pasada estuvo en Medellín el viceministro de Transporte, Eduardo Enríquez Caicedo, pero esta es la hora que no me contesta”, añadió González.

Estas inquietudes también le fueron planteadas en la capital antioqueña a la superintendente de Transporte, Ayda Lucy Ospina, quien se comprometió a revisar los aspectos que le competen a su despacho.

Con una flota volquetera de 50.946 vehículos, Fedevolco estima que el 90%, más de 40.000, deberían ser chatarrizadas porque se trata de automotores ajustados a la norma EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.) de 1998, pero en 2015 se cambió esa normativa (a tecnologías Euro) con lo que se desató la satanización y persecución de las volquetas calificándolas de “chimeneas rodantes”.

González también explicó que el combustible que se produce en Colombia cumple la norma EPA 98, y por eso muchas tecnologías no han llegado porque los motores nuevos no trabajan con ese tipo de carburantes, y el gas natural vehicular no es viable por temas de abastecimiento y autonomía.

Malas decisiones

En 2008, el entonces ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego (fallecido), advirtió que para el desarrollo de grandes proyectos de infraestructura como las vías de cuarta generación (4G) se necesitaría un mayor número de equipos de transporte de materiales y escombros, lo que desencadenó una masiva reconversión de vehículos, de camiones a volquetas, y una sobreoferta del parque automotor, al amparo de una normativa permisiva. Desde ese momento, según Fedevolco, la compra de una volqueta no está sujeta a un plan de chatarrización, pese a que por el desgaste del vehículo es necesario hacerlo. “Desde 2008 todos los días las volquetas envejecen más y en vitrina de dealer no hay oferta de volquetas”, aseguró el gremio.