Reforma laboral ya le pasa cuenta de cobro al comercio: 5% de los empresarios ha cerrado negocios
En Plaza Mayor, Medellín, avanza la segunda jornada del congreso anual del gremio de los comerciantes Fenalco.
La principal reunión de los comerciantes empresarios del país agrupados en Fenalco, que se celebra en la capital antioqueña, sirvió para conocer los efectos de la reforma laboral sobre esta actividad productiva, que representa alrededor del 17% del Producto Interno Bruto (PIB).
Un estudio de Fenalco mostró la serie de decisiones que han tomado los empresarios para enfrentar el encarecimiento de los costos laborales, derivado de la entrada en vigor de la reforma el pasado 25 de junio.
Los resultados, presentados por el presidente del gremio de los comerciantes, Jaime Alberto Cabal, apuntaron a que el ajuste de horarios es por ahora la principal medida adoptada por las empresas para frenar el alza en sus costos (24%), seguido por la reducción de turnos nocturnos (19%) y la congelación o reducción de la planta de personal (18%).
“Estas acciones reflejan ajustes inmediatos que buscan contener costos operativos sin comprometer la continuidad del negocio”, anotó Cabal.
Asimismo, un 13% de los 1.228 consultados dijo haber optado por no contratar personal temporal, mientras que medidas más drásticas como reducir aprendices y pagar multas (9%), impulsar ventas virtuales (9%) o incluso cerrar parte del negocio (5%), ponen en evidencia el nivel de presión que enfrentan las compañías.
Con las cifras del estudio, Cabal detalló que al menos 61 negocios (entre pymes, grandes empresas, microempresas o tiendas de barrio) se han cerrado, aunque sin precisar el número de empleos que se pudieron recortar por este tipo de decisiones.
Así, a poco más de dos meses de la entrada en vigor de la reforma laboral, los resultados de la encuesta muestran que sus primeros efectos ya comienzan a sentirse en el tejido empresarial. Según Fenalco una amplia mayoría de los empresarios percibe aumentos significativos en los costos laborales, especialmente por los recargos asociados a la jornada diurna y nocturna, lo que ha derivado en decisiones inmediatas como ajustes de horarios, reducción de turnos o congelación de la planta laboral.
Se anotó que el rechazo mayoritario a la monetización de la cuota del Sena (67% en desacuerdo) refleja que el sector percibe una acumulación de cargas que amenaza la viabilidad de muchos negocios. Estas percepciones también se reflejan en las expectativas de empleo, donde un 35% prevé una disminución para el segundo semestre del año, frente a solo un 13% que proyecta aumentos.
Para Fenalco, preocupa que estos primeros indicios confirman los riesgos advertidos previamente, en el sentido de que la reforma, en lugar de impulsar el empleo formal, está generando presiones que podrían derivar en mayor informalidad y contracción laboral.
“El hecho de que dos de cada tres empresarios califiquen el impacto en costos como alto o muy alto, evidencia que la sostenibilidad de las empresas ya se ve comprometida en el corto plazo. Aunque algunos empresarios están respondiendo con mayor inversión en automatización, este ajuste no compensa la incertidumbre que se percibe en el sector. En este escenario, es necesario abrir espacios de diálogo que permitan evaluar los efectos reales de la reforma y buscar mecanismos que equilibren la protección de los trabajadores con la competitividad de las empresas”, concluyó Cabal.