Economía

Planeación de 2019 será con un barril en 65 dólares

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, sostuvo que las promesas de bajar los impuestos no deben poner en riesgo la regla fiscal.

Editora de Economía de El Colombiano. Amante de las buenas y nutridas conversaciones, la música y los viajes.

07 de mayo de 2018

Mauricio Cárdenas se puede identificar como un fiel escudero del presidente Juan Manuel Santos, primero, como ministro de Minas y Energía y después como jefe de la cartera de Hacienda y Crédito Público, puesto en el que está desde septiembre de 2012.

Pese a ser el planeador de las finanzas del Gobierno, desde su plano personal, aún no tiene agendado qué hará desde el 7 de agosto. Dice, entre risas, que solo espera tomarse un día libre, por ahora “está dedicado a esto (...) a leyes qué tramitar”.

Tajantemente afirma que como inversionista, no ve a las criptomonedas como un activo seguro, pero que no se pueden descartar las innovaciones tecnológicas detrás de esas unidades virtuales que han puesto a pensar el papel de la banca, no solo en Colombia, sino en el mundo.

En el Congreso de la República ya reposa el anteproyecto de presupuesto que gracias al repunte del precio del petróleo tiene una perspectiva de ingresar, al menos, 4 billones de pesos extra que no se preveían en el país, y desde su perspectiva 65 dólares es el valor promedio con el que hay que planear el próximo año.

Con ánimo de balance y despedida, EL COLOMBIANO habló con el funcionario sobre su visión de la economía nacional y le pone algunas tareas a los candidatos en materia fiscal. Además le responde a quienes consideran que perdieron competitividad con la reforma tributaria y a quienes aún hoy no creen que ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) sea positivo para el país.

¿Qué le responde a los empresarios que opinan que la reforma tributaria le restó competitividad al país?

“Este Gobierno le ha bajado los impuestos a las empresas, se ha ido generalizando la idea contraria, pero la realidad es que cuando empezó el Gobierno existía el impuesto al patrimonio, este año no existe. También la tarifa de los impuestos a la nómina era el 30 % con los aportes que tienen que hacer los empleados, hoy es del 16 %, y el de renta el año entrante será 33 %, este año es de 37 %.

La renta, si bien ya se desmontó, es más alta que la del promedio Latinoamericano y la que se acaba de adoptar en Estados Unidos, del 21 %.

Esta disminución, se ha hecho a pesar de haber perdido una quinta parte de los ingresos fiscales por cuenta de la caída del petróleo; el Gobierno no solo enfrentó el reto de la disminución de ingresos fiscales del petróleo, sino que encontró el espacio para bajarle el impuesto a las empresas”.

¿Qué dice sobre las propuestas de los candidatos?

“Algunos candidatos están hablando de reducciones adicionales a los impuestos de las empresas, yo la pregunta que me hago es a expensas de qué. No puede ser de la regla fiscal, que ha sido clave para la credibilidad de la política macroeconómica colombiana y sería un gran error a expensas de la política social, porque si algo hay que destacar del manejo económico de Colombia es que a pesar de la crisis petrolera el país siguió avanzando sin interrupción en las políticas sociales: reducción de la pobreza, de la desigualdad, de la informalidad”.

Cuando usted plantea que Colombia tiene unos impuestos más caros que nuestra competencia en la región, ¿no puede generar eso una migración empresarial a otros países?

“Hay que mirar la carga tributaria total de las empresas. No solo el impuesto de renta. Y en la carga tributaria total, hay un estudio reciente publicado por la Anif, que muestra que esta no es excesivamente alta en comparación con otros países.

Bajarlos más puede ser conveniente desde el punto de vista de la competitividad, pero hay que analizar muy bien cómo se reemplazan esos ingresos. Lo que sería un gran error es que los que están proponiendo bajar impuestos al mismo tiempo se vean forzados a recortar los programas sociales. Sería un gran retroceso reducir el sistema subsidiado de salud o los subsidios para los estratos uno y dos para que puedan pagar sus cuentas de energía y gas. O reducir, por ejemplo, programas de gratuidad en la educación básica o los de primera infancia”.

¿Por qué asume que el recorte debe ser en programas sociales, si podrían hacerse en otros aspectos, como gastos de funcionamiento, que algunos consideran excesivos?

“Porque la reducción del impuesto de renta se mide en billones de pesos y la reducción de los gastos de funcionamiento no permitiría ahorrar en billones de pesos, para entrar en ese mundo se tiene que hablar de los programas que eso cuestan: salud, educación, primera infancia... etc.”

¿Qué tan sostenible es un barril a 70 dólares?

“Son precios que están coyunturalmente altos. Vamos a hacer los ejercicios del presupuesto de 2019 con un precio de 65 dólares, el precio promedio ha estado en 68 dólares en lo corrido del año. Este es 10 dólares más del promedio del año pasado. Esto representa 4 billones en ingresos fiscales que va a recibir el próximo Gobierno”.

¿Eso no plantea una dependencia muy grande del petróleo?

“La economía ya se estaba recuperando antes del alza del precio del petróleo. Este ha sido un extra que nos ha caído con dos efectos: un aumento de las exportaciones este año, que nos ayuda a reducir el déficit de la cuenta corriente y mejorar los ingresos fiscales del año entrante. La recuperación del comercio, en la confianza de los consumidores, en ocupación hotelera es independiente a lo que ha pasado con el precio del petróleo”.

...Esa recuperación se dio frente a un año que fue muy malo, como el año pasado...

“Pero estamos creciendo. Es una recuperación en el sentido de que las cosas están mejorando”.

¿Hacia dónde se está mirando más allá del petróleo?

“No hay duda que la economía colombiana debe diversificarse. Depender mucho de un sector siempre genera vulnerabilidades, y en los últimos diez años, hasta el 2014, Colombia había venido generando una dependencia del petróleo en la parte fiscal y externa.

Se equivocan quienes dicen que para diversificar la economía debemos prescindir del petróleo, tenemos que contar con él y con otras cosas. Hay unas iniciativas transversales que le ayudan a la economía en general: una tasa de cambio más competitiva, mejor infraestructura, con el programa 4G y la paz, que da más seguridad. Este panorama le está ayudando a sectores como el turismo o la agricultura. Es necesario complementarlo con otros elementos: tener acceso al crédito, una mano de obra calificada, más mercados para exportar...”

Presupuesto... ¿en qué va?

“El próximo Gobierno tendrá que seguir aplicando una política de austeridad, tiene que seguir reduciendo el déficit. Vamos a dejarlo en 3,1 % del PIB y para el año entrante lo van a bajar aún más. Los ingresos petroleros les van a ayudar”.

¿Con qué cifras llega al marco fiscal de mediano plazo?

“Con la de petróleo que ya dijimos, con un crecimiento entre 3,3 % y 3,5 % el próximo año, pero no está cerrado. La economía está en recuperación. El panorama luce más despejado, los analistas coinciden en esa visión, prevén que este año va a crecer 2,7 %”.

¿Cómo va la enajenación de Coltel?

“Estamos vendiendo el 32,5 % de Coltel, una empresa que opera la marca Movistar en Colombia. Es una herencia del pasado. Todavía no sabemos cuánto vale, se está haciendo la valoración y tan pronto la tengamos, lo informaremos. En eso estamos trabajando para que se concluya antes del 7 de agosto y si no, en los primeros meses del próximo Gobierno”.

¿Qué opina de vender otro 10 % de Ecopetrol?

“Sobre Ecopetrol, no quiero entrar a opinar si el próximo Gobierno debe hacer esto o aquello, debo ser respetuoso. Lo que diría es que tiene que seguirse el mismo principio que en el caso de Isagén. No se puede utilizar esa plata para financiar gastos corrientes del Gobierno, tendría que ser un cambio de un activo por otro, no para facilitar el cumplimiento de la regla fiscal. El país no puede vender los activos para abrir espacio para el gasto”.

¿Por qué a Colombia le debe importar ingresar a la Ocde? ¿Qué le responde a los críticos?

“La Ocde es una organización donde se sientan 35 países que se caracterizan porque tienen buenas prácticas y que a lo largo de los años y del diálogo conjunto van mejorando. Es importante porque en todas las áreas en las que está estructurado el trabajo de la Ocde, Colombia tiene mucho para avanzar. Esto no funciona sobre la base de multas, es más bien el liderazgo basado en el ejemplo. Son 23 comités y en esos se van definiendo estas pautas.

Estar en la Ocde es un sello de calidad. Se reconoce que los países que están ahí hacen bien las cosas, con unos estándares mínimos y eso es importante para un inversionista, da una garantía.

Yo soy optimista, creo que vamos a dejarlo listo antes de que acabe el Gobierno. Son 23 comités nos falta el de Comercio y el de Economía y Desarrollo, que engloba todo. Y después se da un proceso formal para ingresar como el país número 36 ”.

¿Qué se le quedó en el tintero?

“La reforma pensional. Yo me pregunto por qué no se ha hecho todavía: el capital político es escaso y para nosotros la prioridad era usarlo en la estabilidad macroeconómica y medidas duras en la parte fiscal, impuestos y gastos. Pero hay otra razón, es que se habla mucho de ella pero no hay un consenso técnico. Hay discusiones muy fuertes sobre quién debe administrar el primer pilar, si deben ser los Fondos Privados o Colfondos. Creo que antes de embarcarse en el proceso político tiene que haber un mínimo de consenso técnico”.

¿Se requiere una comisión de expertos pensionales?

“No sé si tanto como eso, pero a mí sí me funcionó muy bien las comisiones. Piense en la tributaria, se dio un consenso, que ayudó mucho a generar el respaldo político”.