Ley TIC, un nuevo actor que se cuela en pelea por la dominancia
Nueva autoridad convergente pone sobre la mesa pertinencia de pausar o no esta decisión.
Las empresas de telecomunicaciones están a la expectativa, desde el 30 de mayo, por una decisión que puede cambiar las dinámicas del mercado en voz y datos de telefonía móvil y en general del sector: la posibilidad de declarar a Claro como un operador dominante.
¿Qué implica eso? Que esa compañía no solo tiene liderazgo en los mercados, sino que si se aprovecha de esa dominancia, la empresa puede fijar precios y ponerle trabas al funcionamiento de sus competidores para prevalecer como líder.
Para los usuarios esta disputa se vuelve relevante, pues al afectar la competencia habrá “menos opciones de servicios, avance en su calidad o precios que caen a una menor velocidad frente a un panorama en el que la competencia opera bien”, aseguró el exministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Daniel Medina.
En esta discusión, que se da en el marco de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), en la que tienen asiento tres comisionados expertos (Juan Manuel Wilches, Germán Darío Arias y Carlos Lugo), así como la directora del Departamento Nacional de Planeación, Gloria Alonso, y la Ministra de Tecnologías de la Información y la Comunicaciones, Sylvia Constaín, una nueva norma enrarece la decisión: la Ley TIC, a la que le falta la conciliación y la sanción presidencial para entrar en vigor, y que cambiaría la composición del ente regulador.
Mientras, por el otro lado, la agenda dice que la CRC deberá reunirse el próximo miércoles en función de definir si Claro es o no un operador dominante.
Avance o retroceso
Esta ley, que es un avance importante en la modernización del sector, plantea a su vez una nueva autoridad convergente en cabeza de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), y un nuevo procedimiento para empezar operar en dos sesiones: de contenidos audiovisuales y de comunicaciones.
De hecho, esta fue una de las principales críticas de los detractores de la recién aprobada Ley TIC, quienes consideran que se abre la puerta a generar imposiciones de parte del Gobierno Nacional, sobre todo al eliminar la Autoridad Nacional de Televisión (Antv).
Este reordenamiento exige que la sesión de comunicaciones se conformará por primera vez con el representante del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Ministro o su delegado), un comisionado designado por el Presidente de la República y otros tres elegidos por concurso público.
El proceso inicia con la salida de dos comisionados expertos actuales, Germán Darío Arias y Juan Manuel Wilches, y permanencia del que lleva menos tiempo (Carlos Lugo), quienes están al tanto de las posiciones existentes.
Si la decisión no sale antes de que esta “nueva comisión” empiece a funcionar tendría que esperarse el proceso de elección y conformación de la entidad, lo que deja dos posiciones contrarias.
Desde un punto de vista, esta situación resultaría inconveniente, pues volvería a iniciar el proceso mientras en paralelo hay otra disputa entre los operadores: la del espectro —la puja por un espacio en la autopista digital que permitirá a los operadores no solo desplegar más infraestructura, sino tener una mayor cobertura, proceso que hasta el 6 de mayo daba plazo para que los operadores manifestaran interés y que se espera que en el tercer trimestre se publique la resolución de proceso de asignación—.
Desde la otra orilla, parecería lógico que ante la creación de un regulador convergente la decisión se tome teniendo en cuenta a todo el sector y no algunas de sus partes.
Así, pese a que Marc Eichman, expresidente de Une (ahora Tigo) y experto en TIC, cree que hoy no hay un panorama de dominancia en datos de Claro, sí considera que en caso de tomarse una determinación de este tipo es esta nueva entidad la llamada a dirimir el asunto.
¿Dominancia o no?
Para el presidente de Internexa (la filial de ISA que presta soluciones en telecomunicaciones), Jaime Peláez, más allá de la dominancia, lo relevante es qué ocurre con ella. “En vez de restringir nuevos desarrollos debería controlarse”, esto, explica, para no poner trabas a la inversión y mucho menos castigar a un operador que tiene más cobertura porque a la larga ha invertido más.
Para el exministro TIC, Daniel Medina aún no hay resultados concluyentes sobre si existe una dominancia en el servicio de datos móviles; “aunque ello al parecer existe”.
Mientras que, desde su perspectiva, lo que enredaría más la pita es la subasta, pues si no se define la existencia de dominancia antes del proceso se podría demandar para exigir igualar la cancha entre los participantes.
A la larga, si Claro fuese dominante en el país, los términos de la subasta cambiarían fácilmente pues daría vía libre a “que se le impongan restricciones en la asignación del espectro”, dijo Medina.
Desde el punto de vista de Eichman no se requiere declarar la dominancia de Claro para equilibrar una realidad de mercado que siempre fue desigual para Tigo, en los diferentes momentos de su historia en Colombia.
Desde su punto de vista, la subasta no debería retrasarse menos, aún con los nuevos beneficios de estabilidad que da la Ley TIC. Las maneras de equilibrar la cancha son diversas dependiendo de la fórmula de asignación: número de usuarios, capacidades de la compañía, etc. .