El Astor se recupera y ahora quiere llevar sus delicias a otras ciudades
La repostería paisa planea empezar a vender en otras ciudades en su canal digital y abrirá una o dos tiendas más en Medellín.
En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.
Cuando en los confinamientos por la pandemia el Astor tuvo que cerrar tres puntos de venta –en Laureles, El Poblado y el aeropuerto José María Córdova– varios creyeron que se acercaba el fin de esta icónica repostería antioqueña. El golpe fue duro, pero le empresa luchó, sigue en pie y ahora está mirando cómo agrandar el negocio.
Hace poco celebró sus 92 años en la emblemática sede de Junín, y su gerente general, Carlos Silva, le contó a EL COLOMBIANO que después del encierro las personas salieron con toda a consumir. Las ventas se recuperaron y la compañía analiza empezar a vender lo mejor de su carta en las ciudades principales de Colombia, a través del canal digital.
Así lo indicó Silva, quien recordó que el Astor empezó a vender vía web casi que obligado por la pandemia. Hoy ese canal se sigue desarrollando y pesa un 5% en los ingresos, aunque la idea es que llegue al menos a 10%; eso dependerá en buena parte de llegar a las otras ciudades, algo que sería histórico para la empresa, pero primero habrá que robustecer la plataforma.
Vienen dos nuevos puntos
Al tiempo que se piensa en subir los réditos de los canales digitales, también se está planeando la apertura de al menos una o hasta dos nuevas sedes en Medellín. El Astor está trabajando ese proyecto, revisando el marco legal y pretende que los puntos adicionales entren a operar en uno o dos años.
“En este momento estamos operando al 100% nuevamente, tenemos casi el mismo nivel que en 2019. Nos pusimos como meta un crecimiento de entre 6% y 8% (en ingresos) este año, pero creo que la vamos a superar y estaremos por ahí en un 10%”, explicó el gerente.
Respecto al personal, comentó que antes de la pandemia había 180 trabajadores, luego en la etapa más crítica del covid-19 hubo un recorte y quedaron 120 y actualmente hay 165. La idea es que los nuevos proyectos permitan volver rápidamente a los 180.
Además, con los tres puntos de venta que se cerraron la repostería quedó con seis locales, entre ellos los del centro comercial Viva Envigado, el mall de San Lucas y el tradicional ubicado en Junín.
Insumos no dan tregua
Claramente el encarecimiento de los alimentos y las materias primas no pasan desapercibidos y en ese sentido Silva explicó que el golpe se ha visto en harinas, azúcares, glucosa y hasta el chocolate. Además, en la leche, los huevos y hasta los empaques también hubo alza de precios, que en algunos casos llega a ser hasta del 30%.
“Hemos tratado en lo posible de hacer alzas moderadas (en los precios) para no transmitirle completamente el costo a los clientes y obviamente con una reingeniería en la forma como se hacen los procesos; tratamos de compensar esas diferencias en las materias primas”, añadió.
Aun con esa situación los tradicionales “sapitos”, los “besos”, los caramelos de fruta, turrones, chocolates y “moros” siguen siendo categorías ganadoras de la empresa antioqueña, que actualmente vende unos $40 millones diarios.
Así las cosas, el Astor quiere “remontar” y ganarle el partido a la pandemia, que le quitó tres sedes, pero en contraste parece haberlo vuelto más innovador