Gobierno prepara reforma arancelaria, la propuesta está lista
La propuesta de reforma arancelaria empieza a suscitar polémica. El Gobierno tiene la última palabra.
Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.
“El arancel colombiano es inequitativo y disperso. No obedece a una clara racionalidad económica, es más alto para los bienes de consumo y para sectores con alto poder de lobby”.
Con esas consideraciones el economista Juan José Echavarría defendió la necesidad de adelantar una reforma arancelaria y por encargo del Ministerio de Comercio, ya elaboró una propuesta que para su implementación solo requeriría la aprobación del Consejo Superior de Comercio Exterior.
Más que una simple reforma, se está ante la revisión total de los impuestos que pagan los productos y materias primas importadas, es decir, sería poner nuevas condiciones al comercio exterior (ver Para Saber Más).
El documento está listo y solo falta que lo apruebe el presidente Juan Manuel Santos. EL COLOMBIANO trató de averiguar con la viceministra de Comercio, Mariana Sarasti, cuándo entrará en vigor esta reforma, pero no obtuvo respuesta.
Entre las iniciativas planteadas figuran, por ejemplo, que la tasa de protección efectiva para cada uno de los sectores no resulte negativa.
Según Echavarría, productos como las mezclas para la alimentación infantil (-45,3 %), así como ciertos tipos de algodón (-12,2 %) y cuero (-6,3 %), tienen protecciones efectivas negativas, lo que dificulta su producción o los pone en una gran desventaja frente a la competencia internacional.
Todos los sectores, sin discriminación, tienen que participar en la reforma arancelaria. “El nuevo esquema arancelario debería adoptarse ya, pues el modelo existente genera un alto nivel de dispersión que tiene que ver con la capacidad de lobby de diversos sectores”, insistió.
El Consejo Privado de Competitividad (CPC) respaldó la iniciativa de Echavarría, señalando que es necesario lograr una mayor inserción de la economía colombiana en el comercio internacional y reducir el sesgo antiexportador que hoy existe.
“Se debe disminuir el alto grado de dispersión arancelaria”, señaló en el capítulo de política comercial el Informe Nacional de Competitividad 2015-2016 de CPC.
Además, sugirió la implementación de una estructura arancelaria plana, con el fin de eliminar la sobreprotección de algunos sectores y las protecciones efectivas negativas que se están generando en otros.
Echavarría, entretanto, añadió que el cambio del modelo arancelario colombiano, por uno más equitativo, sería compatible con lo ya acordado en algunos Tratados de Libre Comercio (TLC), además sería ventajoso en la competencia con los socios de la Alianza del Pacífico (Chile, Perú y México), que ya hicieron esas reformas.
Desde los empresarios
Javier Díaz Molina, presidente Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), reconoció que el actual esquema arancelario observa dispersiones. “Dentro de un capítulo, que incluye bienes más o menos homogéneos, hay diferentes aranceles. En el caso del vidrio, por ejemplo, hay aranceles del 5, 10 o 15 %”.
El dirigente también admitió que no tienen sentido las dispersiones y se declaró partidario de un arancel plano, como lo aconsejó el CPC. “Habrá que tener cuidado en algunos aspectos, como que las materias primas queden con aranceles altos y los productos terminados con aranceles bajos, pues eso desestimularía la producción al ser más factible traer el producto terminado que la materia prima para fabricarlo”.
A su turno, empresarios antioqueños consultados por este diario, y que pidieron reserva de su nombre, expresaron su preocupación por la propuesta.
Consideran que si además de la pretendida reforma tributaria se añade una arancelaria, el panorama se torna muy complejo. Tienen claro que la pretensión es que los aranceles suban o lleguen a un estándar entre 5 % y 10 %. Pero también sugieren que los aranceles más altos bajen, y suban los que estén en cero.
Reforma inconveniente
El profesor universitario y consultor Fabián Andrés Mejía Espinal calificó como inoportuna la reforma, pues a su juicio la reducción arancelaria propiciaría la entrada masiva productos extranjeros.
“La balanza hoy no está compensada, en los tres últimos años nuestras exportaciones vienen cayendo. Es necesario incentivar y fomentar la cultura exportadora de los empresarios”, declaró.
Otra voz en contra de la reforma es la de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), que en una carta enviada a la ministra Cecilia Álvarez-Correa cuestionó el estudio de Echavarría.
EL COLOMBIANO trató de obtener las consideraciones de Rafael Mejía, presidente de la SAC, sobre la propuesta de reforma, pero no obtuvo respuesta. No obstante, el pasado miércoles el diario Portafolio informó que en la misiva a la ministra, la SAC señaló que la iniciativa tiene falencias metodológicas, como falta de fuentes para mediciones y poca claridad en los datos.
Consultado acerca de estas críticas, Echavarría ripostó: “ellos (SAC) no quieren que les toquen nada, pues cuando se tiene un arancel del ciento por ciento, o sea plata que les da el Estado, eso es algo que nadie va a querer dejar”.
Ajuste inteligente
Echavarría y el CPC coinciden en que el actual esquema arancelario presenta una gran heterogeneidad. Explican que, como mínimo, se asegure que los sectores priorizados en la Política de Desarrollo Productivo (PDP) puedan adquirir a precios competitivos insumos y bienes de capital necesarios para su producción.
En este sentido, añadió el CPC, “se recomienda que tengan un arancel igual o cercano a cero de forma permanente y que no se vean afectados por medidas no arancelarias”.
Finalmente, la propuesta busca lograr mayor equidad en el tratamiento arancelario para todos los sectores de la economía, desestimular el contrabando (abierto y técnico, y eliminar el lobby por la protección arancelaria.
“En el plan ningún sector podría tener un arancel superior al máximo acordado (30 % para la agricultura, 15 % para la industria), se evidencia que el tratamiento arancelario para el sector agrícola es diferente del tratamiento para el sector industrial y se homologan los aranceles por capítulo”, puntualizó Echavarría.