Economía

Venta de comida en la calle y conductores, los trabajos que lideran auge de empleo informal en Colombia

La informalidad laboral en Colombia sigue expandiéndose en sectores de baja productividad. Anif advierte que se trata de empleos inestables, sin protección social ni perspectivas de crecimiento.

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hace 2 horas

De acuerdo con un análisis elaborado por el tanque de pensamiento Anif, con base en cifras del Dane y con corte a septiembre de 2025, la venta de comidas preparadas en puestos, casetas y heladerías fue la actividad que más empleo informal creó en el país durante los primeros nueve meses del año.

Según José Ignacio López, presidente de Anif, este subsector, perteneciente a la rama de alojamiento y servicios de comida, aportó 77.191 nuevos puestos de trabajo informales (y se pueden sumar 28.177 de restaurantes con servicio a la mesa), liderando con amplia diferencia el ranking de actividades con mayor crecimiento de la informalidad.

El informe de Anif identificó el “top 10” de las actividades económicas que más empleos informales generaron entre enero y septiembre de 2025.

Del listado hacen parte los puestos de trabajo informales observados en el transporte de pasajeros, la construcción, agricultura y comercio (ver gráfico).

De acuerdo con los cálculos de Anif, con corte a septiembre, los diez subsectores que más impulsaron la informalidad laboral acumularon en total 385.290 nuevos empleos.

Baja productividad

Este volumen refleja la magnitud del fenómeno y confirma que una parte significativa de la generación de empleo en el país se está concentrando en actividades de baja productividad, alta inestabilidad y sin protección social, según explicó José Ignacio López.

Los datos sugieren que el crecimiento de la informalidad se está concentrando en actividades intensivas en autoempleo, comercio básico, servicios personales, transporte y agricultura.

Eso sí, según explicó López, las cifras de la encuesta de hogares muestran una señal positiva: cuando se analiza el mercado laboral bajo el criterio de cotización a pensión, la proporción de trabajadores que se declara como formal ha aumentado dentro del total de ocupados.

Sin embargo, al contrastar estas cifras con los datos administrativos reales de personas que están cotizando efectivamente al sistema pensional, el panorama cambia. Allí no se observa un crecimiento en la base de cotizantes, sino un comportamiento estancado o incluso en descenso.

La forma de reconciliar estas dos realidades, según Anif, es que muchas personas están ingresando al empleo formal solo por periodos muy cortos, de dos o tres meses, antes de regresar a la informalidad o al desempleo. Es decir, la formalización no es estable ni sostenida.

Vejez sin pensión

Uno de los principales problemas estructurales de la informalidad es la falta de protección social. Por definición, los trabajadores informales no cotizan a pensión, lo que significa que, si permanecen durante muchos años en esta condición, llegarán a la vejez sin derecho a una pensión.

En ese escenario, solo podrían aspirar a subsidios estatales, que no garantizan ingresos suficientes ni estabilidad económica en la vejez. Para Anif, este es uno de los mayores riesgos sociales derivados del crecimiento de la informalidad.

El otro gran problema es la limitada posibilidad de crecimiento de los ingresos en el sector informal. Aunque en algunos casos una persona puede obtener ingresos aceptables en actividades como las ventas ambulantes, estos ingresos tienden a estancarse en el tiempo.

Desde el punto de vista económico, esto ocurre porque la productividad en la informalidad es muy baja. Por ejemplo, una persona puede montar un puesto de venta de frutas o comidas y obtener ingresos superiores a los de un empleo formal en el corto plazo, pero las posibilidades de aumentar su productividad y sus ingresos con el paso de los años son mínimas.

Esto no solo afecta a los trabajadores informales, sino también al crecimiento general de la economía, que pierde capacidad de generar valor agregado.

Un mercado laboral atrapado

El diagnóstico de Anif muestra que Colombia enfrenta un fenómeno preocupante: una alta rotación entre empleo formal, informalidad y desempleo sin que se consolide una senda firme de formalización.

El fuerte crecimiento del empleo informal en sectores como las ventas de comida, el transporte, la construcción y la agricultura evidencia que muchas personas encuentran allí una solución inmediata para generar ingresos.

No obstante, los problemas de pensión, estabilidad e ingresos de largo plazo confirman que la informalidad sigue siendo uno de los mayores desafíos estructurales.

Para el centro de estudios económicos, el reto no está solo en generar más empleo, sino en lograr que sea formal, estable y con protección social, de lo contrario, las vulnerabilidades actuales se trasladarán con mayor fuerza al futuro del sistema económico y social colombiano.

Cifras recientes de desempleo

Para el mes de octubre, la tasa de desocupación reportada por el Dane fue 8,2%, lo que representó una disminución de 0,9 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año pasado cuando se ubicó en 9,1%.

Desde la óptica de Bruce Mac Master, presidente de la Andi, “si bien una menor tasa de desempleo es un buen indicador, preocupa que un alto porcentaje de la mayor ocupación sea informal puesto que se está configurando un deterioro en la calidad del empleo. Adicionalmente, se trata de un empleo sin derechos que difícilmente es sostenible en el tiempo”.

El gremio explicó que el aumento de empleos estuvo explicado por el mayor número de ocupados que se evidenció en el sector de agropecuario (347.000), consistente con la temporada de cosechas de algunos productos como el café; alojamiento y servicios de comida (279.000) y transporte y almacenamiento (231.000).

La Andi anotó que así como se ha venido presentando en la mayor parte del año, el empleo sigue creciendo por el segmento cuenta propia, caracterizado por ser altamente informal.

“En concreto, el empleo por cuenta propia creció en 651.000 personas comparado con el mismo mes del año pasado, explicando el 66,7% de la variación del empleo total. En consecuencia, la informalidad pasó de un 55,3% en octubre de 2024 al 56,1% para 2025”, anotó la agremiación.

Para los analistas de Grupo Cibest la informalidad, según la cifras del Dane, aumentó en mayor proporción en todos los territorios. Como resultado, las cifras evidencian un ritmo positivo de generación de empleo, aunque se mantiene un alto enfoque en los segmentos informales de actividades de servicios.