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¿Por qué Gilinski todavía no la tiene fácil para tomarse el GEA?

Sura y Argos no podrán participar en la elección de la Junta Directiva de Nutresa y Gilinski podría obtener el control.

Soy periodista egresada de la Universidad de Antioquia. Mi primera entrevista se la hice a mi padre y, desde entonces, no he parado de preguntar.

22 de marzo de 2023

Una decisión de la Supersociedades bloqueó a los administradores de Grupo Sura y de Grupo Argos para elegir a una nueva junta directiva de Nutresa en la Asamblea del próximo 11 de abril.

El banquero caleño Jaime Gilinski, el mayor accionista de Nutresa, pidió elegir una nueva junta directiva este martes luego de que no quedó satisfecho con la decisión de la asamblea del conglomerado de alimentos de prorrogar el mandato de la junta directiva actual por un año más. Y curiosamente, le cayó de perlas la decisión que tomó, el mismo martes, el delegado para procedimientos mercantiles de la Supersociedades, Carlos Gerardo Mantilla, quien lo otorgó una medida cautelar que lo favorece, en respuesta a un recurso que el mismo Gilinski había interpuesto el pasado 3 de marzo.

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La Supersociedades, en el documento en que informó la decisión, advierte que decreta la medida cautelar para que los representantes legales “se abstengan de votar en nombre y representación de tales sociedades en reuniones de la asamblea general de accionistas de Grupo Nutresa S.A., sobre asuntos relacionados con la elección de la junta directiva de la referida compañía”.

Se supone que la decisión de Mantilla se da para evitar los conflictos de interés que pueden surgir al interior del enroque paisa, conocido como Grupo Empresarial Antioqueño (GEA). Y por eso ha cobrado fuerza la pregunta de si Gilinski, quien tiene participaciones importantes tanto en Sura como en Nutresa, también tendría el mismo conflicto de interés particular, máxime cuando ha lanzado siete ofertas públicas de adquisición (OPA) por los conglomerados Sura, Nutresa y Argos. De manera que si Argos y Sura no pueden votar pues tampoco podría hacerlo Gilinski.

Sura aseguró anoche en un comunicado que junto a sus representantes legales y sus asesores externos “tienen la convicción de que no se configura ninguno de los supuestos conflictos ni existe circunstancia que justifique la medida cautelar solicitada”. Aunque aclaró que no ha sido notificada acerca de que dicha medida cautelar se hubiera emitido.

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Salidas que les quedan a los paisas

Ahora, la solución que se está estudiando en Sura y Argos es llamar a asambleas extraordinarias de accionistas que faculten a los administradores para participar de las decisiones que se tomen en la Asamblea de Nutresa. Por el lado de Argos, la decisión parece sencilla, pues los Gilinski no tienen participación, luego de que la única OPA lanzada por el conglomerado de infraestructura fue declarada desierta el año pasado.

En Sura es donde habría una mayor puja, pues Gilinski es propietario del 38,03% de ese grupo a través de JGDB Holding, de otro 0,38% a través de Nugil y se podría especular que contaría con el aval de su socio árabe IHC Capital que es dueño de otro 0,66%, con lo que acumularían una participación del 39,07%, según los datos disponibles en la Superintendencia Financiera de Colombia a diciembre de 2022.

También quedan recursos judiciales. Seguramente no será Gilinski el único que empapele los estrados judiciales con sus reclamos. Ya las empresas del denominado GEA han llevado también sus discusiones a ese entorno.

De momento, Grupo Sura recusó al juez Mantilla, de Supersociedades, asegurando que debía declararse impedido en esta decisión, pues el año pasado tomó decisiones sobre este mismo tema.

Sin embargo, lo que le complica la situación a Gilinski es que sin Argos y Sura en la Asamblea no lograría la mayoría que exigen los estatutos para elegir junta directiva de Nutresa, entonces no está claro cómo piensa lograr su cometido, pues el resto de las acciones están en manos de familias y empresarios con gran afinidad con el enroque paisa.

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Recusan al juez por falta de ética

El novelón de la toma hostil de los Gilinski por las empresas paisas ha pasado de la Bolsa de Valores, donde se vendieron y compraron las acciones, a la justicia en varias oportunidades.

Ha llamado la atención que las decisiones de la supersociedades se resuelven de manera veloz y terminan siendo útiles para la estrategia de Gilinski. Ya el periodista Daniel Coronell había revelado la maratón del también juez José Nicolás Mora para tomar una decisión que favorecía a Gilinski en noviembre pasado.

La esposa del juez Mora, además, trabaja para una firma de abogados que apodera a los Gilinski. De ahí que el expresidente de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Calvete Rangel, en representación de Nutresa, radicó una denuncia en la Fiscalía contra el funcionario, expediente que se tramita en el Tribunal Superior de Bogotá.

Ahora se produce una situación parecida. Este otro juez de la superintendencia, Carlos Gerardo Mantilla, quien decidió que Sura y Argos no deben tener voz y voto en la Asamblea de Nutresa, pese a que ostentan el 35,56% y el 9,88% de la compañía, respectivamente, es el mismo que en agosto del año pasado mandó un peculiar oficio a la Superfinanciera pidiéndole que aclarara si las tres empresas paisas son un grupo empresarial que obedece a la misma estructura de control. En dicho documento se lee: “Solicitamos se adelante una indagación sobre el particular, en concreto, se examine el funcionamiento de los máximos órganos sociales, a efectos de establecer algún tipo de control individual o conjunto”.

Para esa época, Mantilla era el superintendente delegado de Supervisión Societaria y hace apenas un mes se convirtió en superintendente delegado de Procedimientos Mercantiles, que es la delegatura desde la que se conocen las demandas entre accionistas, posición desde la cual tomó la última decisión.

Una fuente del enroque paisa dijo que “el juez tenía que haberse declarado impedido pues ya tenía un preconcepto del tema que iba a tratar: en su mente, el GEA funciona como un conglomerado de algún modo ilegal, que ha actuado de manera soterrada y al escondido de las autoridades, y en esa suposición se basó para tomar la decisión. Cada que un expediente de la disputa entre Gilinski y el GEA llegue a sus manos se tendría que declarar impedido o siempre tomará las decisiones en ese mismo sentido”.

Y esa es la postura que Sura llevó para sostener su recusación. Lo que no se sabe es si la respuesta a su recurso llegará a tiempo para la Asamblea del 11 de abril, o si Sura se verá obligada a convocar a la asamblea extraordinaria y allí dar la pelea frente a frente con Gilinski.

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¿A quién le juega la Supersociedades?

Las respuestas, rápidas y favorables, de la Supersociedades a las múltiples solicitudes de Gilinski levantan suspicacias. Sobre todo porque todavía está por explicar si las conexiones entre varios protagonistas son una simple coincidencia. María Ximena Lombana, la ministra de Comercio Industria y Turismo del gobierno de Iván Duque, fue nombrada por Gilinski como su representante en las juntas directivas.

Lombana había nombrado y posesionado a Billy Escobar como superintendente de Sociedades, y aún hoy, siete meses después de iniciado el gobierno Petro, es uno de los pocos altos funcionarios del pasado gobierno que conserva su puesto. Lombana también llevó a Jorge Cabrera como asesor en el Viceministerio Empresarial, y luego lo envió a la Supersociedades, donde era el jefe de José Nicolás Mora, el delegado que tomó la polémica decisión en una noche de avalar a la junta de Sura con solo tres miembros de siete.

Lombana, además, como ministra, llevó a Gilinski hasta Emiratos Árabes a reunirse con los de IHC Capital Holding, quienes apalancaron financieramente toda esta arremetida empresarial.

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Lo que cambiaría si Gilinski tiene el control

Tras la decisión de la Superintendencia en las últimas horas, lo que está en juego es si Gilinski toma o no el control de Nutresa, lo cual implicaría que se desconozcan los derechos de Sura y Argos sobre este grupo.

”No puede ser que las decisiones se tomen únicamente por el dueño de apenas el 38% (Gilinski) y un puñado de minoritarios que no podrían hacerle contrapeso. De ninguna manera se puede desconocer la importante participación que tienen tanto Sura como Argos en Nutresa”, dijo otra fuente cercana a este proceso.

El comunicado del conglomerado financiero dice al respecto: “Grupo Sura rechaza que se pretenda con una estrategia litigiosa bloquear un derecho esencial como es su derecho al voto en una de sus inversiones estratégicas, un derecho que ha ejercido con total responsabilidad y transparencia por más de 40 años en función del interés general de la compañía y del ciento por ciento de sus accionistas, lo que incluye fondos de pensiones donde tienen su ahorro millones de trabajadores colombianos”.

Y es que una de las ventajas que presentaba la propuesta paisa de enrocar la propiedad de las compañías era que no hubiera un dueño absoluto de ninguna, que las decisiones se tomaran en el marco de la pluralidad y la diversidad, en la que tenían participación tanto las mismas empresas como los fondos de inversión colectiva y pensionales y algunas familias de la región. Con la llegada de Gilinski esta idea se ha ido desmoronando, los fondos han ido saliendo de los conglomerados seducidos por las OPA, en un afán de darle un mejor rendimiento a sus clientes. De hecho, según el reporte de la Superfinanciera, Colfondos, Skandia, Protección y Porvenir ya no ostentan propiedad en Sura ni Nutresa, luego de tener allí posiciones relevantes.

Gilinski ha dicho a través de sus cuadernillos de oferta que quiere que cada empresa se dedique a los suyo, por lo que podría suponerse que si logra mayoría en la junta directiva desinvertirá en las demás empresas, mejor dicho el conglomerado de alimentos se dedicaría solo a ese target.

Pero hay quienes creen que en realidad la entrada a una de las empresas le da a Gilinski el control para el resto así: si Gilinski se queda con el control de Nutresa y escoge a un nuevo administrador en reemplazo de Carlos Ignacio Gallego, cuya gestión ha celebrado pero ya empieza a serle incómodo, esta persona tendría representación por las acciones de Nutresa en Sura (13,29%), que sumadas a las de la familia Gilinski (que junto al árabe acumula el 39,07%), obtendría el 52,36% de Sura, que a su vez es el dueño de Bancolombia, el bien más preciado del GEA.

Así mismo, sin tener acciones en Argos, se haría con el control del conglomerado de infraestructura, con el 47,3% que tienen allí Sura y Nutresa, con la participación importante de los fondos de pensiones allí no parece haber una oposición fuerte.

Por eso, tanto Sura como Argos buscan opciones para hacerle el quite a este nuevo envión que podría darle el GEA completo a Gilinski, y el banquero sabría que valió la pena esperar todos los años que lleva planeando su estrategia

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