Economía

Expectativa por posible huelga en Cerrejón

Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.

31 de agosto de 2020

Cada día de huelga en la mina de Cerrejón le costaría a Colombia unos 7.000 millones de pesos. Esa cantidad incluye lo que deja de percibir el departamento de La Guajira y el país en términos de impuestos y regalías, pero también otros conceptos como los salarios y beneficios que reciben los trabajadores y todos los servicios que tiene contratados la compañía minera.

El llamado de atención lo hizo la empresa a través de un comunicado, en el que Juan Carlos Consuegra, su vicepresidente, manifestó que “una potencial huelga nos perjudica a todos. Cerrejón está haciendo un gran esfuerzo, en medio de un contexto adverso, para mantener los beneficios más importantes que reciben todos nuestros trabajadores. Ni el mercado, ni los precios del carbón son los de hace unos años y todos tenemos que adaptarnos a esta realidad”.

Igualmente, se indicó que a pesar de que la empresa observó pérdidas en los seis primeros meses del año por más de 368.000 millones de pesos, esta ha presentado a Sintracarbón una oferta que mantiene los beneficios económicos de los trabajadores, en las negociaciones para suscribir una nueva convención colectiva.

Por su parte, la organización sindical sostuvo que la comisión negociadora le envió una nueva propuesta a la administración de la compañía, ajustada a la situación coyuntural del mercado, pero sin renunciar a la progresividad de los beneficios laborales.

Sintracarbón recordó que el 99,03 % de los trabajadores ya votó a favor de la huelga, cuya hora cero podría declararse hoy, y por lo que los ministerios de Trabajo y Minas procuraron la semana anterior acercar a las partes para lograr un acuerdo.

Parte de las diferencias radican en la iniciativa que tiene Cerrejón para modificar los horarios de trabajo a partir de mañana martes, primero de septiembre, idea que no comparten los trabajadores sindicalizados, quienes señalan que con el cambio se estaría precarizando la situación laboral y de salud de los mineros, denominándolo como “el turno de la muerte”.