El fenómeno de El Niño le restó rendimiento al campo colombiano
Distintos sectores hicieron un balance preliminar de los efectos del fenómeno climático, que acabará en mayo.
De acuerdo a las perspectivas climáticas, la intensidad del fenómeno de El Niño comenzó a disminuir en Colombia, noticia que ven con buenos ojos diferentes sectores de la economía, en especial el agrícola.
La pregunta que vale la pena hacerse en este momento es: ¿qué efectos ha tenido en el agro?
La mayoría de productores no estaban preparados para los efectos y pérdidas, por esta razón la noticia de su finalización cae como anillo al dedo.
Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam) la posibilidad de precipitaciones para el resto de marzo y abril de este año son de 80 %, es decir que habrá agua suficiente para abastecer los cultivos.
Tras este pronóstico, la evaluación que se hace en el agro en términos generales es que los principales efectos de El Niño se reflejan en el rendimiento agrícola, que en promedio bajó 20 % y para el grupo pecuario la mortalidad subió, tanto que en algunos casos llegó a duplicarse.
En campo, los cultivos de ciclo corto fueron los que más sintieron el peso de este fenómeno climático, porque disminuyeron su producción 3,4 %, mientras que los de ciclo largo aumentaron 2,5 %, según la información suministrada por la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).
Mirando cada uno de los productos, el arroz es el que mejor sale librado, ya que su producción aumentó 288.000 toneladas en 2015.
Rafael Hernández, gerente de Fedearroz, comentó que “los impactos se vieron en regiones como la Costa Caribe y en departamentos como Tolima y Huila, porque el caudal de los ríos que provee de agua a los cultivos no era el más alto. Sin embargo, los arroceros del país nunca siembran si no hay agua, por esta razón el efecto se vio más en el aplazamiento de las cosechas, que se demoraron uno o dos meses más”.
En café las cifras no son alentadoras y menos cuando este producto es el que impulsa el Producto Interno Bruto en el agro y además suma en la industria.
Un estudio de la Federación Nacional de Cafeteros analizó el impacto en la producción, y determinó que se cosecharían entre 700.000 y 1,5 millones sacos de 60 kilos menos en el primer semestre del año. En calidad también el efecto estaría presente, al producirse mayor porcentaje de pasilla (café de baja calidad).
En el caso de los granos, estos disminuyeron su rendimiento 25 % y el más afectado fue el maíz, porque se produjeron 300.000 toneladas menos. En fríjol, cebada, leguminosas y arveja la caída fue de 20 % en promedio.
Henry Vanegas, presidente de Fenalce, dijo que “todo esto se solucionaría si existieran distritos de riego, pero en el país no hay infraestructura y cuando llega El Niño o La Niña se ve perjudicado el agro”.
Por su parte, Asohofrucol estimó que los impactos se veían reflejados en frutas como la mandarina, la naranja y el limón. Mientras que en las hortalizas, productos como la cebolla y en menor medida el tomate son los más perjudicados. En promedio el rendimiento en este renglón bajó 20 %, según estimaciones de ese gremio.