Gasto con austeridad es el equilibrio que urge el país
El manejo eficiente de los recursos en tiempos de pandemia será clave para impulsar la reactivación económica, generar empleo y desarrollo.
Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.
Tras el choque que afrontará la economía colombiana en 2020, que según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) se contraerá 5,6 %, el Gobierno trata de estructurar el plan de gasto para el año que viene.
En ese entorno, un documento del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) que detalla la distribución del presupuesto para 2021 y que tuvo concepto favorable del Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) el pasado 14 de julio, señaló que las inversiones del próximo año sumarán unos 52,8 billones de pesos, de los cuales se financiarán 43,1 billones de pesos de recursos con fuentes del Gobierno y 9,7 billones de pesos con recursos propios de los establecimientos públicos nacionales. “En particular la inversión 2021 contempla recursos adicionales por 4,3 billones para el plan de reactivación de la economía”, se lee en el texto (ver gráfico).
No obstante, fuentes del DNP le dijeron a EL COLOMBIANO que estas cifras no son las definitivas, y que el Gobierno se encuentra revisando la inversión para 2021 y se hará pública con la radicación del Presupuesto General de la Nación, la próxima semana.
Apretando el cinturón
Y mientras se define la asignación del gasto del año próximo, el mensaje a las entidades oficiales es que deben ceñirse a un plan de austeridad por lo que resta de este 2020.
La iniciativa contemplada en el Decreto 1009 del 14 de julio del Ministerio de Hacienda fijó las directrices que se deben observar a la hora de disponer de los recursos.
El portal de información jurídica Contratación Estatal explicó que bajo esa normativa las entidades que hacen parte del Presupuesto General de la Nación deben realizar una revisión previa y rigurosa de las razones que justifiquen la contratación de personal para la prestación de servicios profesionales y de apoyo a la gestión.
El texto también ordena racionalizar el pago de horas extras, frenar contratos para mejoras, cambios o adquisición de sedes, además realizar los eventos estrictamente necesarios, abstenerse de comprar vehículos y ahorrar en gastos de publicidad (ver Para saber más).