“Gobierno debe recortar al menos $30 billones y no suspender la regla fiscal”, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana
César Pabón, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, dice que la posible activación de una cláusula para suspender la regla fiscal es el reconocimiento oficial del Gobierno de que las finanzas del país están en estado crítico.
En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.
Tan presionada está la caja del Gobierno Petro que ni las cuentas optimistas que había hecho de recaudo tributario, ni otras movidas intentadas para tapar este grave problema evitaron llegar al punto crítico: poner sobre la mesa la idea de suspender la regla fiscal.
Así, mañana, cuando se reúna el Consejo Superior de Política Fiscal (Confis), podría activarse una cláusula de escape que deja suspendido el mecanismo que le pone límites al gasto público y a la deuda del país. Una medida alarmante si se tiene en cuenta que solo ha sido usada en escenarios tan críticos como la pandemia de covid-19.
EL COLOMBIANO habló con César Pabón, director ejecutivo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana (Corfi), quien asegura que esta jugada es la forma en la que el Gobierno reconoce oficialmente que está en aprietos y que su salud fiscal es crítica. Para el analista, lo que verdaderamente se necesita es un recorte del gasto de al menos $30 billones y establecer topes de gasto a todos los ministerios en el marco de una política austera. Además, el experto se refirió a una realidad que viene creciendo en silencio: a la economía colombiana la está moviendo en buena parte el sector de entretenimiento –sobre todo las apuestas–, un hecho para nada sostenible.
¿Qué analiza de la posibilidad de que el Gobierno congele la regla fiscal?
“La verdad es que escuchar pronunciamientos que apuntan a aplicar la cláusula de escape nos genera mucha incertidumbre. Esta cláusula existe dentro de la reglamentación de la regla fiscal, pero está hecha para momentos excepcionales y no creemos que este año haya pasado algo excepcional que justifique la materialización de esa medida”.
¿Qué razones puede utilizar el Gobierno para congelar la regla fiscal vía cláusula?
“Hay un acuerdo, no está tácitamente escrito (en la ley de la regla fiscal) a qué corresponde, porque las excepciones son cosas difíciles de prever, y sin saber los riesgos que puedan tener. Pero, la mejor manera de entenderlo es ver lo que ha pasado anteriormente: se hizo en la pandemia, cuando hubo un momento excepcional a nivel nacional e internacional; también se hizo cuando hubo un ingreso masivo de venezolanos, que también fue un momento excepcional. Entonces, no vemos un argumento similar en 2025”.
¿Y qué busca el Gobierno?
“Creo que está reconociendo una situación fiscal muy difícil; un déficit que probablemente esté por encima del 7% del PIB, que sería el déficit del Gobierno Nacional Central más alto de los últimos 50 años, exceptuando la pandemia. Entonces, es la sinceridad de una situación fiscal muy difícil, pero a través de un mecanismo claramente no deseado, que es la cláusula de escape”.
Lea también: Trabajo por horas y por días: el nuevo foco de polémica de la reforma laboral, ¿Colombia está preparada?
¿Tendría esto un efecto de cara a los inversionistas, o ellos ya habían dado por descontado que el país rompió la regla fiscal?
“Es la confirmación de algo que venimos advirtiendo: una mala situación fiscal, además la falta de voluntad de ajuste por parte del Gobierno; no deberíamos estar discutiendo la cláusula de escape de la regla fiscal, sino más bien cómo realizar el ajuste fiscal para hacer sostenibles las finanzas públicas. Nuestros cálculos apuntan a un ajuste necesario de, por lo menos, $30 billones”.
¿Y cómo se debe hacer ese ajuste?
“Hay diferentes mecanismos. Aunque reconocemos que el gasto público es muy rígido y cerca del 90% del presupuesto es inflexible, hay un espacio de ajuste en los gastos de funcionamiento.
Nosotros hemos hecho ejercicios desde Corfi, de evaluar entidades en las que los crecimientos nominales en los últimos años han sido desproporcionados y no se han justificado ante la situación fiscal.
Yo haría una política de austeridad de funcionamiento, donde básicamente a todos los ministerios les pondríamos topes máximos de incremento. Así habría un ajuste fiscal e incluso una reducción del funcionamiento del Gobierno”.
¿Qué entidades analizaron en ese ejercicio?
“Varias. No solamente la rama Ejecutiva, también hay otras en las que vemos incrementos importantes. Creo que, en esta situación fiscal tan difícil todos debemos comprometernos con una política justa. En entidades, por ejemplo, la ejecución del Ministerio de la Igualdad es muy baja y es un candidato a más recortes; también vimos otros sectores el año pasado con ejecución baja, resultados poco visibles y nóminas aumentando, y ahí tenemos que concentrarnos”.
Cambiando de tema, en el primer trimestre vimos que la economía creció jalonada por el consumo. ¿Eso es saludable?
“Es nuestra principal preocupación. Si bien, a primera vista crecimos 2,7%, dato por encima de 2024 y 2023, lo cierto es que ese comportamiento lo lideró el consumo. Por ejemplo, el entretenimiento está creciendo más de 15%, pero pensando en un largo plazo, en términos de productividad, estos no son sectores deseables para jalonar la actividad económica”.
¿Entonces el entretenimiento jalona la economía?
“Según nuestras estimaciones, en los últimos años ese sector está creciendo casi siete veces lo que ha crecido el promedio de la economía. Los niveles actuales del sector entretenimiento en Colombia están 80% por encima del nivel en el que estaban antes de pandemia, mientras que el promedio de toda la economía está un 13% por arriba.
El agravante es que, la gente percibe que esto lo impulsan los conciertos y la economía naranja, pero desde Corfi encontramos que los que más han aportado son los juegos de azar. Estimamos que, el 80% del crecimiento del sector entretenimiento ha estado explicado por la dinámica de los juegos de azar. En 2019, esos juegos pesaban una quinta parte de la rama de entretenimiento, hoy en día representan cerca de la mitad.
Crecer concentrados en un sector que no genera tantos encadenamientos ni virtudes en la cadena productiva no es algo sostenible en el largo plazo”.
Gran parte de eso tiene que ver con las apuestas en línea, pensaría uno...
“Sí, a las apuestas en línea hubo un marco regulatorio que les favoreció, además de la digitalización posterior a la pandemia. Estamos viendo un boom de apuestas en Colombia y en el mundo”.
Viendo este crecimiento de las apuestas, ¿hay que pensar en direccionar nuevos impuestos hacia ese negocio?
“Hay que entenderlas. Es un llamado de atención, pero viendo la foto macroeconómica, no podemos sostener la economía con juegos de azar”.
Entérese: Colombia está en inminente riesgo de perder el grado de inversión con Moody’s: José Antonio Ocampo