Economía

¡Al fin! el precio de los alimentos empezó a bajar en Colombia

Transporte y servicios son las nuevas preocupaciones. En Medellín sube el precio del licor, pero se sigue bebiendo.

Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.

En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.

05 de mayo de 2023

Ahora sí: la inflación tocó techo en Colombia. Durante abril el costo de vida bajó y se ubicó en 0,78% en su variación mensual, quedando por debajo del dato del mismo mes en 2022, que había sido 1,25%. Mientras tanto, en términos anuales –es decir, los doce meses a abril– llegó a 12,82% y dejó de estar en los niveles históricos que se encontraba.

Las cifras, reveladas ayer por el Dane, estuvieron por debajo de lo que esperaban analistas consultados por el Banco de la República y Fedesarrollo, quienes sí vaticinaban una baja de la inflación, pero no al nivel visto. Además dejaron varias noticias, como que los precios de los alimentos ya no son el principal dolor de cabeza sino que los servicios públicos, los arriendos y el transporte se perfilan como el problema a combatir.

La noticia fue calificada como “la mejor” del día (ayer) por el presidente Gustavo Petro, quien anteriormente se había equivocado en su pronóstico de que los precios tocaron techo (en febrero). Con la confirmación de que ahora sí habrían llegado a su tope, el Jefe de Estado valoró dos aspectos: primero, que la comida está bajando de precio.

En efecto, el Dane halló que la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo una variación de -0,01% en el cuarto mes, una buena noticia a todas luces para el bolsillo. Entre los que bajaron están el tomate (-13,2%); la cebolla (-10,7%); la papa (-8,75%); las frutas frescas (-3,42%); o la carne de cerdo (-0,08%).

Dicho esto, el segundo punto mencionado por el presidente Petro es que la inflación seguirá cediendo el resto del año y en esa línea los colombianos sentirían más el aumento del salario mínimo del 2023, que vale decir, fue del 16% hasta llevarlo a $1.160.000.

Nuevas preocupaciones

Con la reducción en el precio la mercado la preocupación ahora está en rubros mencionados como el transporte. En abril los precios de esta categoría subieron 1,28% y tuvieron un peso de 0,17 puntos porcentuales sobre el total.

El propio ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, anticipó que “a lo largo del año, vamos a tener una inflación bajando en alimentos y en transporte subiendo por gasolina”. Eso sí, anunció que el Gobierno seguirá de cerca la evolución del costo de la comida, teniendo en cuenta los efectos que los ajustes en el precio de los combustibles pueden tener.

Según Bonilla, se espera que en año y medio el galón de gasolina corriente llegue a un precio promedio de $16.000 –hoy está en $11.767–. Así, su valor subirá al menos $4.200 más con el objetivo de ir cerrando el déficit de $32 billones que acumula el fondo que estabiliza el precio de los combustibles en Colombia.

Ahora, sobre el diésel, que de momento no se ha tocado, el Minhacienda señaló que se revisará solo cuando la inflación en Colombia esté más controlada, pues ajustarlo en este momento pondría en riesgo lo que se ha logrado, ya que se dispararían los costos del transporte de carga y de pasajeros.

En cuanto a los servicios, el otro dolor de cabeza, analistas económicos de Bancolombia destacaron cómo siguen mostrando una “estabilidad” en la dinámica de aumentos que traen en los últimos meses. “El alto componente de indexación de las tarifas de los servicios, en especial de las de arriendo, llevarían a que el segmento de servicios finalice el año con una inflación anual superior a esta de abril (8,03%)”.

En resumidas cuentas, dijo Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, si bien los precios de los servicios regulados como la electricidad, el gas, el agua comenzaron a desacelerarse levemente, “la noticia que no es tan buena es que esos arriendos que nosotros pagamos por cuenta de la indexación de precios no han podido bajar todavía”.

En todo caso, para Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, es una buena noticia para el país que después de cuatro meses de estar por encima del 13% anual haya caído la inflación y también bajara en el año corrido (enero-abril).

En ese sentido, “no es recomendable que el Banco de la República siga subiendo las tasas, que afectan al sector productivo y al consumo de los colombianos”, dijo Cabal. Hoy, vale recordar, el Emisor tiene las tasas en el 13,25%.

Costo de vida en Medellín

Mientras la inflación en abril en el país, según el Dane, fue de 0,78%, el indicador para la capital antioqueña estuvo levemente por encima, ubicándose en el 0,80%.

El promedio nacional estuvo presionado por la variación en el grupo de gasto asociado a bebidas alcohólicas y tabaco que creció 1,43%, pero en la capital antioqueña ese indicador fue mayor 2,04%, solo superado por Cartagena con 2,06%.

Para la economista Claudia Bustamante, la dinámica que está teniendo la categoría de bebidas alcohólicas no es sorprendente, pues los sondeos hechos en las zonas de ladera de Medellín muestran que las tiendas han rebajado las compras de alimentos como granos debido a que los altos precios contrajeron la demanda, pero sí se nota que se sostienen y crecen las compras de bebidas embriagantes.

“¿Será que las familias están pasando las penas de los altos costos de los alimentos con trago? O tal vez para la gente este es un periodo para entretenerse, a pesar de que todo esté caro y eso es evidente los fines de semana en muchas zonas de la ciudad e incluso pueblos”, declaró la economista.

Algunos dueños de bares agregaron que incluso algunos días en semana tienen un buen comportamiento de las ventas, pero en particular el mayor movimiento es los fines de semana. “Nosotros tuvimos que subir precios, pero se sigue vendiendo y la gente sigue consumiendo licor”, comentaron.

Además, la industria y el comercio de licores deben estar sintiendo el impacto del alza de insumos, materias primas y el transporte, o los impuestos al plástico, e incluso la mayor cotización del dólar que afecta la importación.

A su turno, para los analistas económicos del centro de pensamiento Anif, el comportamiento inflacionario de bebidas alcohólicas y tabaco estuvo impulsado por los gastos asociados a las vacaciones de la semana santa, que se celebró en abril.

La variación del costo de vida en Medellín en el cuarto mes del año también estuvo afectado por el desempeño del grupo correspondiente a salud (1,78%), así como por muebles, artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar (1,47%), y el de alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (1,05%).

La inflación mensual de la electricidad, en el promedio nacional, tuvo una variación del 1,69%, pero en Medellín la cifra estuvo por encima, 1,78%. Y mientras el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del gas en abril observó una variación negativa de 1,59%, en Medellín fue mucho mayor, llegando a +2,25%.

De otro lado, Bustamante señaló que en Medellín el alza de arriendos se ha incrementado hasta un 60%. “Se habla de gentrificación, de la llegada de nómadas digitales, pero hay que sumarle la especulación. ¿Quién controla este fenómeno imparable? El precio de los arrendamientos es el nuevo motor de la inflación”, aseguró.

Igualmente, mencionó que el incremento en los precios de los arrendamientos en el Valle de Aburrá ha llevado a algunos arrendatarios a presionar a las inmobiliarias para que pidan el inmueble y poder alquilar a mayor precio, y a quienes se les vence contrato no les renuevan para subir un mayor porcentaje el canon.

Otro fenómeno del que llama la atención Bustamante es el incremento que observa la variación del IPC de los seguros de vehículos en la ciudad, que para los últimos doce meses es del 65,79% cuando a nivel nacional es 44%.

Las perspectivas

Las cifras divulgadas ayer por el Dane le dieron en parte razón al más reciente informe de Política Monetaria del Banco de la República que señaló que durante el segundo trimestre del año la inflación empezaría a ceder.

Para el equipo técnico del Emisor ese descenso sucedería por alzas cada vez menores en los precios de los alimentos, lo cual se apreció el mes pasado cuando la inflación de alimentos tuvo una variación negativa de 0,07%.

No obstante, Bustamante explicó que la menor inflación en alimentos se evidenció en productos perecederos como tomate o papa, pero los precios en carne de res, aceite e importados siguen pegando duro en los presupuestos de las familias.

Finalmente, Olarte advirtió que todavía hay muchas incertidumbres, como la temporada invernal que ha hecho que las carreteras estén afectadas y que la oferta de productos, sobre todo en las grandes ciudades, esté disminuida lo que presionaría al alza el índice de inflación.

Laura Peña, economista de BBVA Research para Colombia, prevé que la inflación de alimentos mantendrá un buen ritmo de desaceleración en los próximos meses, aunque pueden materializarse algunos riesgos asociados a temas de logística y precios de los combustibles. Desde la presidencia de la Cámara de Comercio Colombo Americana, María Claudia Lacouture, sostuvo que en materia de inflación, aún no se puede cantar victoria. “Aún hay en el panorama económico aspectos que hacen que la inflación se mantenga alta, como el costo de la logística para el movimiento de bienes. Se deben continuar con las acciones que mantengan el IPC a la baja; atender los temas de infraestructura que sigue siendo un reto y que pueden limitar el acceso a los alimentos y subir los precios”, señaló.