Economía

Los tres proyectos en Antioquia más atractivos para los inversionistas

Antioquia es segunda en competitividad del sector y hay 37 proyectos que generan interés.

En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.

11 de octubre de 2021

Más allá de las tasas de café que conquistan al mundo, un sector petrolero con la no despreciable producción de 732.343 barriles diarios y el potencial agro, los inversionistas internacionales tienen interés por un segmento clave en la recuperación económica de Colombia: la infraestructura.

Allí hay potenciales inversiones de hasta $35 billones en los próximos años, sugiere un informe de KPMG en alianza con el Programa de Prosperidad Británico para Colombia de la Embajada del Reino Unido en el país.

El texto recopila 144 proyectos repartidos en nueve departamentos que le darían un espaldarazo a la actividad productiva. De ellos, 70 están en transporte, 35 en desarrollo urbano, 24 en infraestructura social y 15 relacionados en saneamiento, agua y energía.

Antioquia es uno de los jugadores más importantes en la materia y se apunta con 37 iniciativas, cantidad que solo está por debajo de 99 que muestra Bogotá.

Además, el departamento es el segundo más competitivo en infraestructura –detrás de la capital del país–, destacándose en el informe los “proyectos dirigidos al mantenimiento de la red vial, túneles, movilidad, entre otros”, así como su “su amplio desarrollo en el sector terciario, especializándose en bienes raíces, servicios bancarios, transportes y comunicaciones”.

¿Y cuáles son las iniciativas de mayor interés? El Metro de la 80, el Complejo Deportivo Atanasio Girardot y la Ciclorruta Norte-Sur; en conjunto, la inversión potencial en estas es de unos 958,7 millones de dólares (más de $3,6 billones), asegura el estudio.

Entre ellas, evidentemente, la de mayor relevancia es el Metro de la 80, que contempla una longitud de 13,25 kilómetros y 17 estaciones a nivel, a excepción de la parada Robledo que será soterrada. De hecho, cerca de 200 empresas nacionales e internacionales han mostrado interés y han participado de espacios para conocer los detalles técnicos, financieros y legales del proyecto.

Ahora, el informe valora que en el caso del complejo deportivo el potencial está en el plan para transformarlo e impulsarlo como recinto de cultura y entretenimiento más allá de la parte deportiva, en tanto que para la ciclorruta el atractivo es que es “innovadora, tecnológica y altamente sostenible” y busca posicionarse como alternativa para conectar el norte con el sur del área metropolitana.

Adicional, subraya la apuesta de los Centros de Valle del Software y la infraestructura y alianzas público-privadas que requiere, la construcción de la Cárcel Municipal de Medellín y los estudios de lo que podría ser el Metro Subterráneo de Medellín, como otras iniciativas relevantes en el grupo de 37.

Mano de obra

Más allá de la plata que pueda atraer, un punto importante es el encadenamiento productivo que genera la infraestructura; durante su proceso mueve directa o indirectamente hasta 30 renglones más como la industria o los servicios.

Datos de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), con base en cifras del Dane, destacan que en agosto de este año el sector ocupó a 1.538.000 personas en el país, que significa un incremento de 250.000 puestos de trabajo frente a los que tenía en el mismo mes de 2020.

En el caso del Valle de Aburrá se reportaron 150.000 personas trabajando en la construcción en el trimestre móvil junio - agosto, dato superior a las 125.000 observadas para igual período del año pasado. La cifra actual significa que 8,4% de los ocupados en el área metropolitana pertenece a esta rama.

En tal sentido, Mario Peláez, gerente senior de Proyectos de Infraestructura de KPMG en Colombia, apunta que en la actual coyuntura el desarrollo de infraestructura es clave por dos razones: “primero, porque aporta a la economía a través de inversiones de capital y generación de empleo, jalonando el crecimiento en un momento de crisis”.

Segundo, porque una vez las construcciones están en servicio, ayudan “a mejorar la competitividad del país, reduciendo costos logísticos y eficiencia en la operación de transporte. Por donde se le mire, la infraestructura es una excelente inversión, y un mecanismo de recuperación de la economía por su naturaleza anticíclica”, complementa.

Vale decir que a junio de este año la Inversión Extranjera Directa (IED) en este ramo de la economía colombiana sumó US$212 millones, que supuso un retroceso versus los US$262 millones contabilizados el año pasado, para el mismo período.

Según Anif se espera que el sector constructor nacional crezca 5,3% este año impulsado por el comportamiento de las obras civiles (se expandirían 6,2%), edificaciones (5,9%) y actividades relacionadas (1,6%). Eso sí, hay retos como el incremento de precios de materiales “derivados de la escasez del hierro y el acero”, plantea el centro de investigaciones