Mucho gasto derrumbó ahorro de los hogares
Según las cuentas oficiales, las reservas monetarias cayeron un 96% entre el último trimestre de 2020 y el segundo de 2021, lo que ralentizaría la economía nacional.
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Un reciente informe de Corficolombiana evidenció que el ahorro de los hogares en Colombia cayó más de 96% entre el último trimestre de 2020 y el segundo del presente año.
Al citar métricas del Dane, el documento indicó que las reservas monetarias de estos núcleos bajaron desde los $26 billones hasta $1 billón.
Sin embargo, hay que subrayar que ya se venía reduciendo ese colchón, toda vez que al cierre de 2019, según la entidad estadística, totalizaba $57,7 billones. Luego se había hecho hincapié en que el 19,6% de los hogares tuvo que echar mano de esos excedentes para resistir el embate de la crisis sanitaria.
De acuerdo con el profesor Raúl Cardona, director del Consultorio Financiero de Eafit, durante el confinamiento, vivido entre marzo y septiembre de 2020, también hubo un cese del consumo, teniendo en cuenta que los sectores del entretenimiento como restaurantes, hoteles y turismo estaban cerrados.
Esa pausa en el gasto alivió los índices de ahorro entre quienes conservaron sus empleos cuando el país atravesaba aquella coyuntura.
Gasto postergado
El docente explicó que el Programa de Acompañamiento a Deudores (PAD) permitió que muchos usuarios de los establecimientos de crédito pospusieran los pagos de sus obligaciones y contarán con una mayor liquidez que igualmente fue puesta en sus reservas de capital.
Sin embargo, desde su perspectiva, era lógico que la reapertura económica estimulara nuevamente el gasto y esos ahorros se fuesen reduciendo progresivamente.
De acuerdo con Jaime Jaramillo, cofundador y asesor de Finanzas Emocionales, “aquí hay un fenómeno muy psicológico porque cuando yo paso de restringirme, y luego se reabre la economía, es como cuando a un caballo le abren el corral y sale desbocado”.
“La gente entró en ese ritmo de gasto porque gastar es chévere. Pero esto es peligroso porque ya nos gastamos el ahorro —y muy probablemente— ahora lo que sigue es que la gente va a empezar a acumular deuda”, añadió.
Aunque vale aclarar, que según la Encuesta Pulso Social, el 77% de las familias en Colombia no cuenta con los ingresos suficientes para ahorrar.
En este contexto, Corficolombiana advirtió que el agotamiento de las reservas de los hogares, junto con el endeudamiento creciente, será especialmente relevante en un contexto de incremento en el costo de vida, teniendo en cuenta, por ejemplo, la subida en el precio de alimentos y transporte.
Riesgos a la vista
Jaramillo recordó que el encarecimiento de bienes y servicios básicos se ha presentado, en parte, por la crisis logística y portuaria internacional que ha tenido efectos negativos en las industrias.
“Esta tormenta —dijo— puede terminar mal porque tiene la capacidad de generar un desequilibrio económico global y podemos entrar fácilmente en una recesión. Y si no tenemos reservas, pues no estaremos preparados para una eventual época de crisis”.
Esa misma apreciación la comparte Raúl Ávila, docente de economía de la Universidad Nacional, quien afirmó que contar con menos dinero en reserva puede causar vulnerabilidad financiera ante nuevos periodos de estrés económico.
“Además —añadió— no tener reservas frena el crecimiento económico porque la gente ya no tendrá más capacidad para gastar en bienes de lujo, vestuario, diversión y esparcimiento”.
Este planteamiento del profesor Ávila es corroborado por Corficolombiana, en cuyo informe se subraya que el consumo doméstico aporta el 70% a la generación de riqueza en el país.
De hecho, en el documento mencionado, esta entidad estima que, en este último trimestre de 2021, “el consumo de los hogares empezará a moderar su dinámica ante el agotamiento del ahorro acumulado durante la pandemia”.
Volvimos a lo mismo
Para el profesor Raúl Cardona, estas métricas reflejan que hay un retorno hacia el hábito de no generar ningún tipo de ahorro, como lo han indicado ya diversos estudios en el pasado sobre la cultura financiera de los colombianos.
“Un aprendizaje que debió quedar de la pandemia es que debemos tener recursos para épocas de dificultad y, de esa manera, evitar la vulnerabilidad financiera”, comentó el investigador.
Así mismo, recordó que el ahorro tiene otras destinaciones a las que, por falta de educación, el ciudadano de a pie tiende a restarles importancia.
Por ejemplo, hizo hincapié en las reservas de cara a la vejez, pues a su modo de ver, aunque los jóvenes creen que nadie se va a pensionar en el sistema tradicional, “cada quien es responsable de asegurarse para su retiro”.
“Se nos olvidaron las reflexiones hechas en los confinamientos sobre vivir con la básico y mermar los gastos y volvemos a la misma situación de no tener muy ordenadas las finanzas y no poder cumplir con los objetivos del ahorro”, puntualizó