“La reforma laboral le pone varios retos a la agricultura”: Riopaila
Las condiciones de inseguridad en Cauca, Valle y Vichada son la principal preocupación de Riopaila Castilla; además, el ingenio estudia de cerca la reforma laboral para adaptarse con éxito.
Guillermo Carvajal, gerente de Asuntos Corporativos del Grupo Agroindustrial Riopaila Castilla.
FOTO cORTESÍA
Soy periodista egresada de la Universidad de Antioquia. Mi primera entrevista se la hice a mi padre y, desde entonces, no he parado de preguntar.
Los empresarios colombianos llevan meses alertando la situación de inseguridad que se vive en las regiones del país, pese a los esfuerzos del Gobierno de acordar la paz con todos los grupos armados. Este es un asunto que no es ajeno a Riopaila Castilla, uno de los ingenios azucareros más grandes del país.
Guillermo Carvajal, gerente de Asuntos Corporativos del Grupo Agroindustrial Riopaila Castilla, señala la inseguridad como una de sus principales preocupaciones, pero también miran muy de cerca la incidencia de la reforma laboral que se tramita en el Congreso, pues no solo tienen 3.700 empleados sino que en su cadena de valor hay más de 54.000 personas.
EL COLOMBIANO habló con el directivo luego de que la empresa mostrara positivos resultados en el primer semestre, con ingresos por $739.834 millones, el 22% por ventas al mercado mundial.
¿Cómo cerraron el primer semestre?
“Hemos tenido afortunadamente unos resultados positivos no solamente en materia económica sino también a nivel social y ambiental, para nosotros es muy importante ese balance de cómo vamos creciendo en todos los frentes, y terminamos un primer semestre con un crecimiento cercano al 20% frente al año anterior, logramos a su vez mantener nuestros niveles de crecimiento en generación de empleo local en las zonas donde operamos: hoy en día 93% de las personas que trabajan en Riopaila Castilla son de las zonas de operación, una apuesta muy importante por asegurar que no solamente nosotros crezcamos sino que las comunidades y los territorios cercanos crezcan de la mano con nosotros.
Además, tenemos una apuesta por la generación de aliados a nivel local, que se denomina Rioaliados, y es cómo nosotros ayudamos a la generación de empresas en toda la cadena nuestra, no solamente que le vendan o le compren a Riopaila sino que pueda ser en la cadena extendida, hoy el 20% de las compras de bienes, suministros y servicios son locales, lo que representa $100.000 millones”.
¿Pero ese crecimiento lo logran por una ampliación en el mercado, con una mayor participación o porque lograron eficiencias?
“Es una mezcla de las dos. Hay un foco muy importante en eficiencia en nuestros procesos y en la forma en como somos capaces de producir ese quintal de azúcar equivalente a menor costo posible, pero también se ha hecho un esfuerzo enorme en aumentar nuestra participación en lo que nosotros llamamos mercado de valor agregado. Hoy en día esos productos nuestros, tanto azúcares y las mieles que producimos como subproducto, van a más de 42 países en el mundo y lo que buscamos precisamente es cómo los ubicamos en esos mercados donde podamos lograr un mayor reconocimiento para ellos”.
¿Han notado una disminución en la demanda con esta ola de la alimentación saludable?
“La verdad no, no lo hemos visto, incluso la tendencia tanto a nivel mundial como por las tasas de crecimiento poblacional en Colombia van en otra dirección, en la de aumentar el consumo per cápita de azúcar”.
¿Pero les preocupan los impuestos a las bebidas azucaradas y los ultraprocesados?
“Sí, lo hemos analizado, entró muy fuerte sobre todo con las bebidas azucaradas; sin embargo, hoy en ese rango de bebidas gaseosas es donde hemos sentido el impacto en la disminución de consumo de los volúmenes de azúcar que anteriormente nos compraban, pero esto lo que ha provocado es la necesidad de replantear dónde y cómo pone uno su azúcar, porque esto es una tendencia que tiene que ver más con ese factor tributario que con un tema de cambio en hábitos de consumo”.
Siempre se asocia Riopaila al azúcar, pero entiendo que también están en otros productos...
“Sí, somos un grupo que es bastante más que azúcar. Hoy estamos con presencia en tres departamentos, con operaciones en 34 municipios. En Cauca y Valle estamos muy concentrados en caña de azúcar, producción de mieles, y de etanol para alimentar a un poco más de 270.000 vehículos, y cogeneramos energía para un poco más de 150.000 hogares en Colombia, a partir del bagazo de caña. En el Vichada tenemos la producción de aceite de palma, que a su vez lo comercializamos internamente y se va una parte a la producción biodiésel, otra parte a los alimentos balanceados y a la industria farma”.
¿En ese sentido tienen alguna preocupación por la reforma laboral?
“Más que preocupación son retos. La reforma laboral nos pone unos retos porque la agricultura se hace por momentos, yo tengo un momento en el que tengo que empujar a una cantidad de gente para hacer la siembra, otro momento donde tengo a un grupo de gente para hacer aplicaciones, en otro momento necesito una cantidad de gente para hacer la cosecha; entonces lo que tenemos que revisar es cómo organizar esos grupos para que estén permanentes durante todo el año; cómo ir avanzando con la introducción de tecnología para asegurar de alguna forma que podamos mantener todos los momentos de producción: cuándo es necesaria la mecanización y cuándo se requiere la reconversión para que las personas aprendan a hacer de todo y puedan estar en todos los momentos, de modo que se pueda mantener todo su proceso laboral dentro de la compañía”.
Ustedes están en una zona de mucho conflicto con indígenas y con comunidades afro, ¿cómo va esa situación?
“En el último tiempo no se ha escuchado mucho de esa situación. De las 240 mil hectáreas que hay sembradas en lo que llamamos el valle geográfico del río Cauca, unas 40 mil están en el norte de Cauca y en esta región hay una serie de complejidades sociales y políticas muy fuertes, que hacen que el entorno se mueva de una forma más difícil a lo que estábamos acostumbrados.
La seguridad se ha vuelto el gran objetivo a mejorar, porque realmente las condiciones han cambiado mucho: desde presencias de grupos ilegales hasta diferencias entre grupos indígenas, afro y campesinos, y estamos trabajando para buscar viabilizar muchas de esas expectativas que tienen todas las poblaciones.
Nosotros somos un ingenio atípico porque somos posiblemente el único ingenio que no tiene tierras, nuestra red se constituye por 650 proveedores de caña que son 650 familias en las cuales están distribuidas cerca de 42 mil hectáreas que son las que abastecen el negocio de caña para nosotros”.
Hay un imaginario de que los cultivos de caña son muy contaminantes, sobre todo por el uso de agua que tienen los ingenios para la producción de azúcar, ¿qué están haciendo para hacer una producción más sostenible?
“Mi padre me enseñaba que agricultura se escribe con A de agua y es muy difícil uno pensar en cualquier desarrollo agrícola sin ese recurso hídrico, ahora la discusión gira en torno a cómo haces el uso de ese recurso de la forma más eficiente y segura posible, y ahí yo valoro mucho los esfuerzos que nosotros estamos haciendo desde Riopaila. En fábrica, hoy reutilizamos el 97% del recurso hídrico para procesos en campo, y eso hace que posiblemente en campo no tengamos que aplicar los mismos niveles de agua que utilizábamos anteriormente, hemos reducido ese consumo en 48%, y tenemos la meta de reducir otro 10% al 2025. Actualmente nosotros usamos 333 milímetros de agua por cada tonelada de azúcar producida, cuando a nivel mundial, según la FAO, se requieren 1.750 milímetros de agua”.
Con respecto al mercado, ¿ustedes a quiénes les están vendiendo?
“A nivel nacional le vendemos a las principales 50 empresas productoras o procesadoras de alimentos, pues tenemos distribución de azúcar uno de forma constante otros en determinados momentos del año: Colombina, Nutresa y otros tantos que hacen parte de nuestra de nuestra cadena. Ya nivel internacional vamos a Estados Unidos, Canadá, Europa. Somos, por ejemplo, el principal distribuidor de azúcar morena para EE.UU. y Canadá”.
Las encuestas que hacen los gremios indican que hay incertidumbre para invertir, ¿en el caso de Riopaila es así?
“Sí hay una necesidad dentro de las compañías de darle una doble pensada a esas inversiones, no solamente por un tema de incertidumbre sino por los problemas de seguridad, hoy estamos haciendo unos esfuerzos descomunalmente grandes para mantener las operaciones nuestras en una zona donde antes estaban protegidas y ahora ya no están protegidas.
Riopaila Castilla es una compañía de 105 años, somos una compañía de permanencia, no podemos decir yo apago aquí este ingenio lo voy a abrir mañana en otro lado, esto requiere toda una serie de procesos detrás para que esto camine y por eso nuestro enfoque es seguir creyendo en el país, seguir creyendo en que este sector realmente puede seguir impulsando desarrollo en los territorios”.