Odinsa acelera con más vías, aeropuertos y la expansión en aguas
La filial del Grupo Argos avanza en un ambicioso plan estratégico a 2035 que combina grandes obras de infraestructura vial y aeroportuaria en Colombia con su entrada al negocio del agua en América Latina.
Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.
Odinsa apunta a que entre 2026 y 2027 se adjudiquen cuatro nuevas concesiones que consolidarán su liderazgo en infraestructura. Entre ellas se cuentan una ampliación del aeropuerto El Dorado, la construcción de un nuevo aeropuerto para Cartagena, la repotenciación de la Autopista del Café —que conectará en doble calzada a los tres departamentos del Eje Cafetero— y una vía perimetral en el occidente de Bogotá, de 57 kilómetros, que reducirá a 45 minutos el recorrido entre Chía y Soacha.
“Será un gran alivio para la congestión de Bogotá y su sabana”, explicó Mauricio Ossa, presidente de Odinsa, al destacar que estas iniciativas hacen parte de la plataforma de vías y aeropuertos que la empresa desarrolla junto a Macquarie.
La compañía avanza en la construcción del Túnel de Oriente, cuya segunda fase estará lista en 30 a 36 meses. “Queremos proponer soluciones proactivas para mejorar la movilidad regional”, agregó Ossa.
Expansión internacional: agua y sostenibilidad
En respuesta al cambio climático y la creciente escasez hídrica, Odinsa abrió una nueva línea de negocio centrada en el tratamiento, reúso y desalinización del agua. El punto de partida es la adquisición a EPM de Ticsa, una empresa mexicana con 40 años de experiencia y nueve plantas de tratamiento distribuidas en zonas industriales y turísticas.
La operación, valorada en $609.000 millones (unos US$157,7 millones), está en proceso de autorización por parte de las autoridades mexicanas. Una vez completada, la compañía pondrá en marcha un plan de 100 días para optimizar las plantas existentes y desarrollar nuevos proyectos, especialmente en el norte de México, donde la política hídrica nacional exige soluciones de tratamiento para parques industriales y polos de desarrollo.
Odinsa también evalúa oportunidades en Perú y Chile, donde la minería y la agroindustria demandan plantas de desalinización y reúso. En Chile, el auge del cobre, clave para la transición energética, impulsa nuevas licencias mineras condicionadas al uso de agua marina, lo que abre espacio para soluciones sostenibles.
Inversión sólida y visión regional
La compra de Ticsa se financia con recursos propios, sin recurrir a deuda. Odinsa cuenta con tres fuentes de capital: aportes en concesiones de aeropuertos y vías, recursos comprometidos en el túnel de Oriente y excedentes de su operación. En conjunto, la empresa estima una capacidad de inversión cercana a US$100 millones, destinados a fortalecer su presencia en el sector hídrico y ejecutar sus nuevos proyectos viales.
Con obras de infraestructura estratégicas en Colombia y una nueva vertical de negocio sostenible, Odinsa refuerza su posición como un actor regional clave. “Tenemos un equipo técnico, financiero y jurídico dedicado a cada frente. Nadie se distrae: estamos construyendo el futuro de la infraestructura en América Latina”, mencionó Ossa.
Perspectivas de Odinsa para el 2026
“Nosotros estamos proponiendo varios proyectos, que no son los únicos. Uno de ellos es el escalamiento del aeropuerto José María Córdoba que consideramos urgente, es imperativo y al principio se hablaba de la segunda pista y yo pensaba que era la terminal y ahora digo: no hay que discutir eso, se necesita tener la terminal y se necesita hacer la segunda pista. En el portafolio de proyectos para Antioquia también está la terminación de la salida a Urabá, o sea, el Túnel del Toyo y la llegada a la región agroindustrial. Hay que hacer los accesos en Primavera para poder sacar el jugo a ese corredor Pacífico 1, 2 y 3.
Esas tres iniciativas las tenemos que abrazar todos en Antioquia, por supuesto los funcionarios y los líderes, pero también las compañías y la sociedad colombiana. Esas tres cosas son necesarias para que Antioquia quede con una dotación lo suficientemente potente para que acompañe la visión de Antioquia de futuro, la visión de Antioquia emergente, la visión de lo que hacemos hoy en día. Deberíamos estar acometiendo eso en los próximos 5 años, si existe la política pública y la normativa para que eso con recursos privados y con modelos de concesión se pueda sacar adelante. Y para el Valle de Aburrá hay que hacerle unas conexiones viales de norte a sur que permitan aliviar un poco la carga vehicular que tiene y hacer un bypass con la carga o algo por el estilo. Yo creo que esa es una visión de mediano plazo, para esta parte del departamento”, destacó el presidente de Odinsa.