De cada $100 que se generan en Colombia, los paisas aportan $15,2: récord tras 30 años
El departamento sigue siendo el corazón industrial de Colombia, aunque la construcción y el comercio también contribuyen.
En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.
Si usted es un paisa de 30 años o menos, en el 2021 ayudó a que Antioquia alcanzara algo que no se veía desde que usted nació. El departamento logró su participación más alta en el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia en las últimas tres décadas. El dato fue de 15,2%, lo cual quiere decir que de cada $100 que se generan en el país la economía antioqueña aporta $15,2.
Así se desprende de un informe presentado por el Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA) y el Grupo de Macroeconomía Aplicada de la UdeA, en el que de paso se observa que el departamento sigue siendo el corazón industrial de Colombia.
Julián Vásquez, gerente del IDEA, explicó cómo aunque es segundo en cantidad de empleos generados en la industria manufacturera –detrás de Bogotá–, Antioquia es el primero en producción. Con textiles, confecciones, productos alimenticios y varios más aporta el 20% del PIB industrial colombiano.
No quiere decir esto que, como buena parte del siglo pasado, la industria sea la única que jalona. De hecho, hay otros tres sectores fundamentales, uno de ellos es la construcción, primordialmente de obras civiles. La revolución de las 4G, el Túnel del Toyo o Hidroituango aportan 19,8% al PIB de ese segmento a nivel país.
En el ADN antioqueño también está el comercio, vital para que la economía de la región sea lo que es hoy, y en los últimos tiempos se están sumando las actividades artísticas y de entretenimiento, que toman vuelo en la medida que llegan más eventos masivos (ver Gráfico).
¿Hay oportunidades?
A una persona que se levanta todos los días a trabajar y buscar su sustento tal vez no le sea muy significativo saber lo que le aporta Antioquia al país o conocer que el PIB del departamento creció 13,7% el año pasado, según el Dane. En realidad, lo más importante es cómo eso se ve reflejado en el empleo y las oportunidades.
En efecto, las cifras indican que el año pasado este desempeño vino acompañado por la recuperación de 200.000 empleos que se habían perdido por cuenta de la pandemia en el departamento. Pero eso no es todo, se generaron 38.000 adicionales; 22.000 los ocuparon hombres, mientras las mujeres lograron 16.000.
Las cifras, también compartidas por el líder del IDEA, significan que mientras a Colombia le tomó más de dos años recuperar el número de ocupados que tenía antes de los cierres por la pandemia en 2020, a Antioquia le demandó 22 meses.
De todos modos, Mauricio López González, coordinador del Grupo de Macroeconomía Aplicada de la UdeA, recordó que la tasa de desempleo en el país sigue siendo alta. La meta es poder reducirla a un dígito, en tanto hoy llega al 10,6%.
Así mismo, el profesor López González detalló cómo entre cinco departamentos se concentra el 63,67% del PIB colombiano. Antioquia es el segundo “peso pesado”, tras Bogotá, que significa el 26,16%; en su orden les siguen Valle del Cauca, Santander y Cundinamarca, con indicadores de 9,92%, 6,24% y 6,13%. En adición a esto, dichas zonas participan con el 73,4% de los impuestos (ver Claves).
Tras este bloque de departamentos viene un grupo posicionado en la región Andina y el Caribe, principalmente, que aporta el 28,88% al PIB. Lo componen Boyacá, Tolima, Risaralda, Caldas, Huila, Norte de Santander, Meta, Nariño, Cauca, Cesar, Córdoba, Bolívar y Atlántico.
El progreso no llega a todos
Y aunque el paso de una pandemia obliga a reconstruir paso a paso y Antioquia lo está haciendo bien, hay indicadores que preocupan y demandan de acciones especiales. La heterogeneidad entre las subregiones es uno de ellos.
Por ejemplo, en Urabá (70,55%) y el Bajo Cauca (55,97%) más de la mitad de la población vive con ingresos que están por debajo de la línea de pobreza, es decir que perciben menos de $366.566 al mes.
Por si fuera poco, en el Nordeste el 41,38% de las personas vive esa situación, mientras que en el Magdalena Medio y el Área Metropolitano son el 39,20% y el 37,98%, respectivamente. En contraparte, Oriente muestra una mejor cara, con un 28,10%.
Otra brecha está en el mercado laboral, pues las mujeres no logran engancharse con la misma facilidad que los hombres y al igual que la pobreza esto también tiene mayor incidencia en unas subregiones que en otras.
Así, mientras que en Urabá la tasa de desocupación de los hombres es de apenas 7,19%, para las mujeres escala hasta 14,86%; en el Suroeste esas proporciones son del 3,40% y 12,03%, mientras en el área metropolitana equivalen a 8,99% y 12,14%. Entre las que hay algo más de paridad está el Nordeste, con un desempleo de 4,84% para ellos y 8,96% para ellas, y Oriente, con datos de 3,21% y 7,44%.
Edwin Torres, miembro del Grupo de Macroeconomía Aplicada de la UdeA, analizó en dónde podría estar esa brecha. Recordó que ramos como la construcción, algunos sectores de la industria y la minería son intensivos en mano de obra masculina, por lo cual hay que empezar a idear iniciativas para integrar a más mujeres allí.
A agregarle más al PIB
En este punto, una de las grandes conclusiones es que el crecimiento económico será fundamental no solo para presentarle cifras positivas a la opinión pública, sino porque en verdad es lo que va a permitir el cierre de brechas.
Por ejemplo, el coeficiente Gini es la mayor herramienta para medir la desigualdad de ingresos, cuanto más cerca esté un territorio a 0 (cero) significa que el desnivel es menor, mientras que si está próximo al 1, es mayor. Hoy, Antioquia registra un Gini de 0,505 y para Colombia llega a 0,523.
La meta es ir acercándose al Gini de América Latina (0,46) e incluso al de la Ocde (0,36) y por eso será clave el crecimiento económico. Es que en Antioquia, por cada punto de expansión del PIB, la desigualdad se reduce poco más de 0,3 puntos Gini, con lo cual se necesitaría que la actividad productiva se expanda a un ritmo de 3 puntos, mencionó Vásquez, del IDEA.
De acuerdo con estimaciones de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, este año la economía paisa crecerá 4%. En el primer trimestre ya hubo noticias positivas, pues el Banco de la República estimó en 7,1% el PIB departamental. Así, Antioquia está dando pasos en la dirección correcta, aun cuando los retos en las subregiones no son menores.
Prioridades a futuro
Más obras: Como la construcción en el departamento está apalancada por las obras civiles, el nuevo gobierno deberá evaluar qué pasará una vez se concreten los proyectos 4G e Hidroituango, entre otros. Por eso, el Metro de la 80 y el Tren del Río serán útiles para no perder la senda del crecimiento y reducción de la desigualdad a través de la generación de empleo.
Liderar la diversificación de exportaciones: Uno de los grandes objetivos de Colombia es diversificar su canasta exportadora, es decir, bajar la dependencia por petróleo y carbón, que representan la mitad de las ventas al exterior. Hoy, Antioquia es líder de las exportaciones no mineroenergéticas; 1 de cada 4 dólares que ingresan al país en este segmento lo genera el departamento, según el gerente del IDEA. El objetivo es consolidar esa tendencia.
Tecnificar la agricultura: Aunque en empleos generados en la agricultura Antioquia es superado por Nariño, en producción el departamento se disputa el “trono” con Cundinamarca. No obstante, a juicio de los expertos citados, tanto la región como el país necesitan que el sector se tecnifique y se pase a hablar de agroindustria. Las condiciones de vida de los jóvenes en el campo y no dejar rezagar a la industria serán sustanciales para lograrlo.