Economía

Piden revisar puntos de la tributaria que desestimularían la inversión extranjera

Los expertos coinciden en que deben discutirse los puntos que restan competitividad al país para evitar un efecto adverso en la economía.

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19 de agosto de 2022

La inversión extranjera directa (IED) es un asunto que les preocupa a empresarios y economistas por estos días en Colombia. Esto a raíz del proyecto de reforma tributaria que fue radicado ante el Congreso y que buscará recaudar $25 billones en su primer año de aplicación.

A juicio de varios expertos, la rentabilidad de invertir en el país mermaría debido a la nueva carga impositiva. Y de esa manera, otros países del vecindario latino captarían esos flujos de inversión.

De acuerdo con el Banco de la República, al país le entraron US$7.164 millones el año pasado por concepto de IED y hubo un aumento del 4,6% frente a 2020. De ese monto, el sector de hidrocarburos y energía puso el 67%.

Con ello en mente, los empresarios del renglón minero-energético que dialogaron con este diario señalaron que puede haber un “frenazo” en la inversión con este proyecto de ajuste fiscal.

Las alertas

“Este es el peor momento para tomar decisiones que reduzcan la competitividad del país porque se avizora una recesión en las grandes economías del mundo y harán falta los recursos y los empleos que se generan gracias a la IED”, comentó uno de los empresarios consultados.

Desde su óptica, hay dos propuestas en la reforma que pueden ahuyentar la inversión en el área de minería e hidrocarburos: la primera, que ya no se podrán descontar las regalías de la base gravable para el impuesto de renta.

La segunda, el cobro adicional a las exportaciones de oro, carbón y petróleo, que si rebasan un tope puntual en sus cotizaciones internacionales, automáticamente serían gravadas (ver Paréntesis).

“Este segundo tema es más delicado porque, solo en el caso del petróleo, se está asumiendo que un precio alto del barril sería de US$48, cuando en realidad los precios extraordinarios son aquellos que están por encima de los US$80”, sostuvo otro empresario de este sector.

A su manera de ver, “esta tiene que ser una decisión muy bien pensada porque matar la gallina de los huevos de oro puede traer consecuencias en el futuro. Entre esas, menos empleos”.

En este sentido, explicó que quienes ya son inversores buscarán la manera de equilibrar la balanza financiera reduciendo costos en rubros como el mantenimiento de activos y eso merma la demanda de mano de obra.

Pedro Perico, empresario minero, estuvo de acuerdo en que, mientras más carga tributaria haya, menos atractivo será un país para los inversionistas extranjeros. Por ende, con la reforma tributaria, desde su óptica, muy probablemente la atracción de estos flujos mermará.

“Muy poca gente sabe que en este sector no solo se pagan regalías, también se pagan impuestos prediales, el ICA, sobretasa a los explosivos e impuestos a los dividendos. O sea, lo que hoy paga esta industria ya es una carga inmensamente grande”, añadió.

Menos competitividad

De otro lado, Jorge Restrepo, economista y docente de la Universidad Javeriana, apuntó que, en esta discusión, “el punto clave es la carga nueva que se pone a la explotación del capital”.

“Al aumentarse el impuesto al patrimonio, que también lo pagan las empresas, eso tiene un costo extraordinario para el extranjero y también afectará la intención de invertir en los demás sectores como el agro, el industrial y el comercial”.

Para María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (Amcham), “dentro del proyecto de reforma hay medidas que impactan de manera negativa la rentabilidad empresarial”.

Coincidió en que el mayor choque sería para el área minero-energética, pero enfatizó en que “otros sectores que se verían afectados, si se aprueban los cambios como están propuestos, son las inversiones de sociedades”.

Impacto bursátil

El texto de la reforma también propone un ajuste en lo que pagan las personas naturales sobre las ganancias ocasionales y los dividendos. Estos últimos son una cuota tomada de las ganancias que pagan las empresas a sus accionistas.

En este sentido Alexánder Ríos, analista principal de Inverxia, explicó que “en Colombia antes de la reforma tributaria, si bien ya se paga un IVA en la comisión de compra y venta de las acciones, no se pagaba un impuesto sobre la utilidad derivada”.

Ahora, según agregó, se pagará un 19% sobre la comisión de compraventa y a eso se le sumará una tasa que puede ser de entre el 10% y el 25% por ganancia ocasional.

Así las cosas, consideró que habrá “un problema grave de doble y hasta triple tributación bajo el mismo flujo de caja”. Algo que igualmente terminaría por restar dinamismo al mercado bursátil colombiano para locales y extranjeros.

Los expertos consultados coincidieron en que deben revisarse estos puntos de la reforma, discutirlos y tomar una decisión no solo pensando en el recaudo, sino en el efecto que podrían tener para la generación de riqueza y el desarrollo socio-económico.