¿Qué tan grave fue el segundo trimestre para la economía?
La caída del PIB fue la mayor vista en el país, desde que hay registro. Le explicamos la cifra.
Periodismo. Gestión Cultural. Por la sonrisa de mi madre que vale un millón.
Fue el 6 de marzo cuando el Ministerio de Salud confirmó el primer caso del coronavirus en Colombia y desde entonces un antes y un después. Con este contexto, en lo económico, se esperaba que fuese el segundo trimestre del año, es decir el que va entre abril y junio, el que mostrara un sacudón más fuerte a las cifras del país.
La más reciente muestra de que este fue un golpe importante se dio el viernes, luego de que se confirmara que la caída del Producto Interno Bruto fuese de 15,7 %, de acuerdo con lo calculado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Tras conocer los resultados, el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, manifestó que “como lo podíamos anticipar y de hecho lo hicimos son realmente los peores”. El ministro destacó que a inicio de año se había visto una economía en mejora y con señales de una recuperación del mercado laboral y de la informalidad, los cuales nombró como los principales problemas de nuestra economía.
Sin embargo, esta caída fue menos fuerte que la esperada, por ejemplo, por el Banco de la República, que estimaba que para estos tres meses el PIB mostrara un retroceso de 16,5 %.
Así mismo, de acuerdo con las cifras mostradas por el Dane en la presentación de los resultados de PIB de segundo trimestre, se estuvo mejor de lo que proyectaba el mismo Ministerio de Hacienda, cuyas estimaciones apuntaban hacia 17,2 %.
En este sentido, Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, señaló que la caída del PIB muestra “lo fuerte que fue el confinamiento y las medidas para salvaguardarnos”.
No obstante, el experto afirmó que tras la apertura económica comenzaron a ser mejores las cifras, con esto apuntó a que una posibilidad es abrir la economía con las medidas de bioseguridad y educación suficientes para evitar que se esparza aún más el virus.
Empleo sufrió
En el trimestre se vieron las cifras de mercado laboral más preocupantes desde 2001, año en el que se inició esta medición (ver Gráfico).
Esto, luego de que en abril, primer mes en el que se sintió completamente el impacto de la enfermedad y de las cuarentenas que se comenzaron a implementar de manera estricta, la tasa de desempleo se estableció en 19,8 %.
Sin embargo, esta situación continuaría, puesto que un mes después, para mayo, se observó la cifra más fuerte de desempleo, tras situarse en 21,4 % la tasa de desocupación medida por el Dane.
Según señala Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, en estos tres meses “se evidencia que el sistema colombiano está caracterizado por la informalidad, con índices de desempleo muy superiores al promedio de la región de América latina y el Caribe”.
En cuanto a la reactivación, que se postula como una de las vías para mitigar las altas estadísticas de desempleo, junio empezó a mostrar una mejor cifra, de la mano con una apertura gradual. No obstante, esta nuevamente estuvo cercana a 20 %, al situarse en 19,8 % para dicho mes.
Ahora bien, cabe resaltar que recientemente un planteamiento del Banco de la República cuestiona si el problema de la destrucción del mercado laboral se debe por el aislamiento, teniendo en cuenta los cálculos de la entidad indican que solamente una cuarta parte de la afectación de este ámbito se debió al encierro.
Para después, lo que plantea Jaramillo es que “la política post-pandemia debe estar centrada en la inclusión de sistemas activos y pasivos de empleabilidad a través de la redefinición del amparo de desempleo a través del Sistema de Servicios Sociales Complementarios manteniendo por un periodo específico en la recuperación los subsidios a la nómina y regulando las nuevas formas de trabajo a distancia mediante políticas que transiten el diálogo social para su adopción”.
Así mismo, Luz Karime Abadía, experta de la Pontificia Universidad Javeriana, dijo que “es urgente implementar un plan nacional de reactivación económica, articulado con los gobiernos regionales que incentive el consumo y dé incentivos y apoyos a los sectores más afectados”.
Inflación atípica
Con respecto a los precios, se vio un comportamiento particular, puesto que abril inició con una cifra menor de la esperada, en 0,12 %, pero que sería la más alta, y la única positiva, del trimestre.
Lo anterior teniendo presente que en mayo se vivió una variación negativa del Índice de Precios al Consumidor, de -0,32 %. La razón que dio el Dane en su momento es que los alivios que había proporcionado el Gobierno había sido uno de los motivos para que los precios cayeran.
Así, se vivió en el tercer mes de dicho cuarto, es decir junio, nuevamente una inflación a la baja, esta vez con una caída en los precios incluso más pronunciada que el año pasado, con -0,38 %.
Entidades como Fedesarrollo presupuestan que se cierre con una inflación de 2 %, con efecto de la pandemia. De la misma manera, el Banco de la República, que había iniciado apuntando hacia 3 % en este indicador, ahora estima que los precios para este año solo subirán entre 1 % y 2 %.
Si bien los expertos afirman que una inflación baja en una época de crisis es un buen síntoma para los bolsillos de las personas que más golpeadas se han visto por la pandemia, en el largo plazo, se ha advertido que puede volverse un desincentivo a la producción, en la medida en la que las empresas no consigan las ganancias que esperan por sus productos.
Comercio cae
Tanto importaciones como exportaciones se vieron a la baja en estos meses a causa de los cierres de fronteras y de economías con el veloz e inesperado nuevo escenario.
En términos de ventas al exterior, se vio que en abril se tocó fondo y que paulatinamente inició la recuperación una vez y se fueron abriendo algunas puertas. Recordemos que, comparado con el año pasado fue precisamente dicho mes el que mostró un impulso más fuerte a la baja, tras una disminución de 52,3 %.
Pero mayo y junio siguieron mostrando valores menores comparados con los mismos meses en 2019, lo que llevó a que para mayo las exportaciones cayeran 40,3 %, mientras que para el siguiente mes, esta cifra fuera de -26,4 %.
La evaluación que hace el presidente de Analdex, Javier Díaz, es que “en la medida en la que se fueron abriendo espacios, las empresas pudieron reactivarse y se ve una mejora”. Y concluyó que “lo que se espera es que en el segundo semestre la economía se siga reactivando y el aparato productivo siga abriendo”.
Si bien los analistas muestran que estas cifras fueron récord, enfatizan en que lo peor ya pasó y hay que preocuparse por cómo aliviar esto de la manera más rápida posible.