Columnistas

10 AÑOS RUTA N

05 de noviembre de 2019

Ruta N acaba de cumplir diez años, una historia corta pero intensa. Es casi seguro que el exalcalde Alonso Salazar no fue consciente de lo que ocurriría en materia de innovación y tecnología. En efecto, en un comienzo era improbable vaticinar que un complejo de tres torres en una zona de muy baja densidad empresarial y lejana del ambiente para el asentamiento de una startup, se convertiría en un ícono del camino donde debería avanzar nuestra ciudad.

La historia de Ruta N condensa grandes momentos. El primero, la construcción de un edificio hermoso en su arquitectura y de bajo impacto en lo ambiental. Pero, más allá de su estructura, el plan de Ciencia, Tecnología e Innovación, apuesta que logró impulsar en su momento Aníbal Gaviria en el Concejo, garantizó que el 10 % de los excedentes ordinarios de EPM fueran a la financiación del plan CTi, fue todo un hito y el gran disparador del proyecto.

A decir verdad, los hechos históricos en mi opinión más relevantes en la historia CTi de la ciudad han sido la creación del CTA –Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia, el Comité Universidad-Empresa- Estado, TECNNOVA y por supuesto Ruta N. Esta última responsable de orientar las políticas y programas de la ciudad, y cuyo éxito depende de la capacidad de apalancar las instituciones locales para que reproduzcan y aceleren nuestro ecosistema de innovación. La fortaleza de una institución de estas características está en su gente, en la forma tan apasionada e inspirada que trabajan, impulsando esta sociedad para que cree nuevas capacidades, sofistique la economía y genere empleos de mejor calidad.

Hoy día, Ruta N se enfrenta a retos trascendentales. Ratificar e impulsar el pacto por la innovación, consolidar el Centro de Cuarta Revolución Industrial, fortalecer e incrementar la formación en tecnologías ágiles, desarrollo de código y, por supuesto, la adopción de la cuarta revolución industrial. Es posible que empresa que no se digitalice desaparezca más temprano que tarde, que un profesional que no tenga lenguaje de código se le dificulte emplearse o emprender y empresario que no se adapte a un mundo VUCA –-Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo- seguramente no sea capaz de afrontar el presente y futuro.

Ruta N debe ser la base de adquisición de nuevo conocimiento por parte de los empresarios, debe fortalecer en todos los centros académicos las clases de código fuente y cuarta revolución industrial, estimular más la llegada y creación de fondos de capital privado y el aterrizaje y surgimiento de más startups de tecnología.

Medellín sigue dando que hablar en el mundo y si promovemos más las compras públicas innovadoras, estimulamos la idea que he planteado hace años de contar con un Sanbox de regulación para tecnologías de frontera y vinculamos mentorías globales de primer nivel, de seguro tendremos Ruta N para rato.

Para terminar quiero felicitar a esta hermosa e importante institución que tuve el honor de dirigir y donde aprendí que la inteligencia colectiva transforma sociedades. A todos los que han hecho parte de este proceso y los que están por venir, decirles gracias de corazón y felicitaciones en su primera década.