9 días de tres mil años
¿Afirmativo? A veces la ciudad se convierte en un lugar ajeno a lo que era. Siempre es paralizante ese momento en que vas caminando por una calle y encuentras una señal anunciando que una de sus partes se convertirá en un sitio distinto al imaginado. Y tal vez te den ganas de irte o tomar distancia. Una sensación similar tuvo un profesor conocido que dentro y fuera de clase quiere y trabaja por Medellín. Con su tradicional morral negro a cuestas, un día atravesó el Parque El Poblado y cuando faltaba poco para terminar su recorrido, recibió un volante cuyo título decía: “Conoce el nuevo Código de Policía”. En él aparecía la lista de conductas que serán sancionadas con multas: “Colarse en el espacio público”, “Invadir el carril de la ciclorruta”, “Ejercer la prostitución en lugares no permitidos” o “Consumir bebidas alcohólicas en sitios públicos”. Según él, tanta sanción demuestra que el interés de las autoridades por educar personas y crear conciencia es asunto secundario y termina relegado por la multa, ese mecanismo rentable de efecto instantáneo que se impone por el miedo de que afecte la economía personal. ¿El establecimiento de más leyes es solo un anuncio de la decadencia? Orhan Pamuk escribe en su libro “Estambul” que “a veces la ciudad se convierte en un lugar completamente distinto y que la infelicidad es odiarla y odiarse a uno mismo” ¿cómo evitarlo? El nuevo código rige desde este lunes, falta pedagogía para entenderlo y deja preguntas. Afonso Cruz recuerda: “hay normas que son derechas solo en apariencia”.
Sábado o domingo 6 a. m. Una pareja de gallinazos luchando por un pedazo suculento, recicladores recogiendo botellas de cerveza y decenas de chicles escupidos sobre el asfalto que se adhirieron hasta crear un tapete de punticos negros. Pasar por los alrededores del Parque Lleras en una mañana de fin de semana es una escena vergonzosa y que solo es redimida por los llamados “escobitas”, esas personas de Empresas Varias que se llevan la suciedad con rapidez. ¿Qué cuenta tanta basura sobre la gente de Medellín y cómo lo asumimos?
Después de banalizarlo todo. En estos tiempos de consultas light en Google, avidez por la fama y memorias fugaces, vemos cómo se compara el Holocausto con cualquier cosa y la palabra nazi se aplica fácilmente hasta perder peso. El profesor Mario Sinay dice que desconocer lo ocurrido en este tema es un problema. Ayer 27 de enero se conmemoró el Día Internacional del Holocausto. Además de pensar en los 6 millones de judíos y casi 5 millones de otros grupos que murieron bajo la Alemania de Hitler, la fecha sirve para recordar que la intolerancia, el irrespeto y la creación de leyes para justificarlos llegan antes de la oscuridad. Al leer las historias de resistencia en los guetos, ver las mujeres marchando en Estados Unidos o escuchar a Simon Sebag Montefiore explicar en el Hay Festival por qué la “literatura es poder” en sociedades totalitarias, vemos que no es tarde para despertar aunque sintamos que faltan tres mil años para el fin de ciertos mandatos.