A retos permanentes, iniciativas innovadoras
Las desigualdades económicas y sociales que padece nuestra sociedad tienen una estrecha relación con la desigualdad en los aprendizajes de los estudiantes. Al Sistema Educativo no puede bastarle garantizar un cupo, una “silla”, al ciudadano, sino ser capaz de asegurar aprendizajes iguales a todos, tanto formativos como académicos.
En esta perspectiva desde hace 12 años se dirigen los estímulos y reconocimientos a los actores educativos de Medellín, a través de lo que hasta hoy se ha denominado Premio Ciudad de Medellín a la Calidad de la Educación. Pero esta noche, después de varios meses de análisis y discusiones de la Secretaría de Educación, expertos, empresas y fundaciones que apoyan la educación, el Alcalde mostrará el nuevo enfoque a dichos reconocimientos, buscando con más contundencia comprometer a todas las instituciones escolares en una ruta de mejoramiento permanente.
Se busca que utilizando la importante información que cada año se genera en nuestro contexto sobre logros y ambientes educativos, todas las instituciones sean medidas en sus procesos y se exalte el mejoramiento de aquellas -oficiales y privadas- que efectivamente sus estudiantes hayan logrado más y mejores aprendizajes para la vida y fortalecido su identidad con competencias socioemocionales y saberes, para ser y hacer, en la sociedad contemporánea. Hasta hoy, se reconocía solo a quienes voluntariamente mostraban sus logros.
El nuevo modelo organiza las instituciones teniendo en cuenta sus resultados en calidad educativa, pero también variables sociodemográficas (tamaño de la institución y porcentaje de matrícula con necesidades educativas especiales, entre otras). Además de agrupar por contextos similares, el modelo permite identificar las necesidades particulares de cada institución para poder así, la Secretaría, ofrecer acompañamiento a la medida de las necesidades de cada una de ellas y apoyos más eficaces.
Es una apuesta clara de equidad educativa, primero porque todas las instituciones serán evaluadas -no solo las que se preparan para ello- segundo, porque cada una hará parte de un grupo con situaciones de contexto parecidas y los progresos se evalúan en el interior del grupo y, por último, no solo se reconocerá a los mejores, sino también a quienes más progresan en sus desafíos de mejoramiento.
Todo lo anterior cobra sentido en tanto los actores educativos tengan plena conciencia de la relación directa entre información, evaluación y toma de decisiones para el mejoramiento. No basta tener un muy buen sistema de información si no se utiliza para provocar verdaderas transformaciones desde lo que ofrece la Secretaría de Educación y desde lo que directivos y maestros construyen con sus estudiantes.
Somos optimistas sobre los resultados del nuevo modelo de reconocimientos, porque gracias a la sinergia con la que se mueve todo el sistema de educación de la ciudad, muchas instituciones encontrarán mejores apoyos y al mismo tiempo análisis y responsabilidades individuales y colectivas, que no teníamos completo en la ciudad.
Tendremos mejores condiciones para ponernos metas realmente transformadoras, pues seguimos mostrando, a pesar de las importantes inversiones que la ciudad ha hecho en educación básica y media, resultados mediocres en los aprendizajes de nuestros estudiantes.
* Presidente Proantioquia