Antioquia 2020
En el año 2020 Antioquia iba a ser la mejor esquina de América “justa, pacífica, educada, pujante y en armonía con la naturaleza”. Fue la visión de competitividad para Medellín y Antioquia que se propusieron los dirigentes públicos y privados hace 20 años, en 1998. Muchos recordamos el bombardeo mediático al que fuimos expuestos. Era una visión de desarrollo en la que se involucraron los sectores público, privado, académico y social. En la construcción de la visión participaron 650 instituciones “para lo cual las mentes más lúcidas de nuestra región y los principales líderes hicieron un acuerdo de futuro sin precedentes en la historia reciente de Colombia”, escribió en 1998 el periodista David Hernández.
Sería la Antioquia donde surgirían las ideas, confluyeran las corrientes de pensamientos y negocios; existiría una distribución justa de la riqueza y de las oportunidades para todos; el conocimiento sería un objetivo permanente, el maestro valorado, estimulado y reconocido; se tomaría de la naturaleza lo que se requiriera, sin comprometer las generaciones futuras y un largo etcétera.
Bonito, ¿no? Y no fue un plan cualquiera: para desarrollar semejante visión de futuro se creó el Plan Estratégico de Antioquia (Planea) bajo Ordenanza 012, de 1998. Era una entidad descentralizada con un consejo rector, que perduró durante 15 años, en las gobernaciones de Alberto Builes, Guillermo y Aníbal Gaviria y Luis Alfredo Ramos. Pero no alcanzó a sobrevivir, murió en 2014, bajo la gobernación de Fajardo. En su momento dijeron que el Planea había terminado su ciclo en 2012, porque sus socios se habían ido retirando y de 40, solo quedaban 10.
Nos quedamos sin visión a largo plazo. Murió sin pena y sin gloria, y no con el mismo escándalo con el que nació. Nunca se hizo el debate pertinente de si iba consiguiendo o no su objetivo para que el departamento fuera justo, pacífico, educado, pujante y en armonía con la naturaleza.
Ahí estamos pintados: nos hostigan con un bombardeo mediático en lo que son expertos los antioqueños, para inflar el pecho; no hay un seguimiento del tema y nunca se sabe si el esfuerzo económico y humano sirvió para algo; y, finalmente, cada político llega con sus propios planes para ser la estrella y no se da continuidad a los procesos. Por eso no nos desarrollamos. ¿Alguien nos puede contar si alguna cosa logró “Antioquia 2020”?.