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Apoyos agrícolas: desnudando mitos

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27 de enero de 2017

La Ocde dispone de una metodología para determinar los diferentes tipos de apoyo que recibe la agricultura. Estos se clasifican en apoyos a los productores, que incluyen el apoyo al precio del mercado y a los servicios generales. También están el apoyo que se les brinda a los consumidores y el apoyo total al sector agropecuario.

Este último, denominado el Estimado de Apoyo Total (EAT), comprende los apoyos que benefician a los productores individualmente considerados, al sector agropecuario en general y a los consumidores. Este indicador se expresa como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) del correspondiente país.

Como se ha señalado en esta columna, el BID tiene la base de información Agrimonitor (www.iadb.org/agrimonitor) en la que se presentan los resultados de la aplicación de la metodología de la Ocde en diversos países del continente americano.

Recientemente, Agrimonitor publicó los resultados del cálculo del Estimado de Apoyo Total (EAT) para un conjunto amplio de países del continente. Para tener una mejor comprensión de los mismos, se incluyen los valores del EAT del total de países de la Ocde y de 28 países de la Unión Europea.

Los resultados del EAT para el continente americano varían desde el valor negativo (-2,6 por ciento del PIB) de Argentina al 3,6 por ciento de Nicaragua. Según los cálculos del BID, el caso de Argentina (que seguramente debe estar afectado por los impuestos de exportación de ciertos productos agrícolas, como la soya) es el único que presenta un valor negativo.

El país que en el continente americano presenta el valor del EAT más bajo (pero positivo) es Chile (0,3 por ciento del PIB). Luego vienen Canadá, Brasil y Ecuador con 0,4 por ciento y Estados Unidos, Uruguay y México con 0,5, 0,6 y 0,7 por ciento, respectivamente.

Los resultados correspondientes a este grupo de países se comparan favorablemente con el valor del EAT para el total de la Ocde y la Unión Europa, que es de 0,8 por ciento.

Por tanto, contrario a lo que se cree, los apoyos que brindan los grandes países productores de bienes agropecuarios, como son Estados Unidos y la Unión Europa, no son relativamente muy grandes y tampoco exceden los de los países en desarrollo.

De otra parte, debe destacarse el hecho de que las naciones latinoamericanas que mejores desempeños a nivel mundial presentan en sus indicadores agrícolas, como son Brasil, Chile y Argentina, tienen bajos niveles de apoyo.

El nivel de apoyo (EAT) de Colombia es de 1,7 por ciento del PIB, guarismo que está por encima del de las naciones antes reseñadas, pero un poco por debajo del de otros países agropecuarios de la región, como Perú (2,1 por ciento) y Costa Rica (2,3 por ciento). Otras naciones, como Bolivia (2,7 por ciento) y Nicaragua (3,6 por ciento), tienen niveles de apoyo aún más altos. Los resultados de Agrimonitor del BID ponen de presente que la agricultura colombiana sí recibe apoyo y que es relativamente alto a nivel latinoamericano. Infortunadamente, estos apoyos no se reflejan en un desempeño destacable de su sector agropecuario.