Café: especialización y clústers
Durante el Congreso Nacional Cafetero buena parte de los anuncios del Gobierno y de los propósitos gremiales fueron en la dirección de promover el desarrollo del cultivo del café, de incrementar su productividad, de promover la creatividad y la innovación y de ahorrar los excedentes que se están generando para asegurar la adecuada atención de los cafetales en épocas de bajos precios.
Pero, para hacerlos realidad, el sector tiene grandes retos, que comienzan por aumentar la productividad, como en su momento lo señaló la última Misión Cafetera, que demostró cómo la pérdida de competitividad y de participación en el mercado internacional por parte del café colombiano respondía, más que a un problema de revaluación de la tasa de cambio, a la baja productividad que exhibe el sector.
Avanzar hacia mayores niveles de productividad implica, además de la renovación de los cafetales, utilizar las nuevas variedades que está generando Cenicafé, como es el caso de la Cenicafé 1, que fue presentada durante el Congreso Cafetero. Ello también requiere que se usen tecnologías y manejos adecuados, para lo cual el apoyo de la asistencia técnica especializada es de gran importancia.
De alguna forma, la ruta hacia una mayor productividad basada en la aplicación de la investigación, la tecnología y la innovación conlleva la relativa especialización de los predios y de los recursos productivos en la actividad cafetera. No hacerlo implica que se pierda competitividad a nivel de finca y de región y, por ende, participación en los mercados externos.
Los procesos de transformación y modernización agrícolas se caracterizan, precisamente, por una mayor especialización relativa. Esto supone, a nivel de finca, que la diversificación de actividades (como puede ser, en el caso de los predios cafeteros, la producción de plátano o de leche o carne) se reduce, pues los recursos y los esfuerzos disponibles en los predios se deben dedicar a asegurar la productividad y la competitividad del cultivo del café.
En este orden de ideas, la consecuencia lógica de los anuncios hechos en el Congreso de los cafeteros es que la ruta que debe seguir el cultivo del café durante los próximos años es el de la especialización relativa.
En ese sentido, la estrategia que debería seguirse es la de la conformación o la consolidación de los clústeres o conglomerados cafeteros a nivel de región o subregión, pues ellos permiten, mediante las economías de aglomeración, el desarrollo competitivo del grano.
Si estos clústeres se estructuraran avanzando en la agregación de valor, se podrían, en algunos casos, conformar casos similares a los del clúster del vino de California, en Estados Unidos. Este clúster se potencia, además, con sus vínculos con los clústeres de turismo y comida de la región de Napa.
En el país, varias regiones tienen este tipo de potencial. Este es el caso, por ejemplo, del Suroeste antioqueño o del departamento de Quindío.
Para asegurar la expansión del café sobre una base de alta productividad, debe establecerse una estrategia que, como la de los clústeres, garantice la competitividad de la industria cafetera.