Candidatos de EE.UU para 2016
Como es sabido, el populismo tóxico del multimillonario Donald Trump merece, tanto por allá como por acá, toda la tinta de la prensa. Preocupa que encabece él las encuestas del Partido Republicano, proponiendo deportar 11 millones de indocumentados y bombardear a Irán.
Espero que, finalmente, triunfe Hillary Clinton, candidata del Partido Demócrata, o Jeb Bush candidato del Partido Republicano. Ambos han pronunciado recientemente discursos con temas que merecen la atención de más de un país de la Tierra.
La señora Clinton afirmó en su discurso del pasado 13 de julio: “El estancamiento en los salarios de la clase media es un síntoma de una crisis mayor y de más largo plazo. La economía estadounidense ha sido profundamente distorsionada para beneficiar el sector financiero, específicamente, a los especuladores de corto plazo que abandonaron sus inversiones de largo plazo para jugar en la bolsa de valores”.
Esta aseveración entraña, según la revista Time, “un rompimiento con la ortodoxia de su Partido Demócrata durante los últimos 30 años... Clinton sigue la marea de una opinión bipartidista sobre la existencia de una alianza enferma con ciertos empresarios de Wall Street”.
Tiene razón la señora Clinton. El Fondo Monetario Internacional –FMI- le ha advertido a la Reserva Federal, la FED estadounidense, que teme una recesión en 2016, si la FED eleva su tasa de interés de referencia en momentos como el presente con deflación, o reducción de los índices de precios, en los Estados Unidos.
La señora Clinton considera a Latinoamérica como un socio para el comercio, para inversiones como el desarrollo de la energía, en la lucha contra los carteles de la droga y contra la desigualdad. Se espera que aproveche el vació que deja en el electorado latino candidatos como el payaso demagogo de Donald Trump.
Jeb Bush se lamentó de que “más y más ciudadanos no creen hoy que el gobierno trabaje para ellos”. De esto mismo nos lamentamos incontables ciudadanos hoy en Colombia. Las propuestas de Bush son bien conocidas. Propone abolir la reforma a la salud del presidente Barack Obama, su “Obamacare”. No acepta la ciudadanía para los indocumentados. Sus reformas cuando gobernó la Florida son iguales a las de cualquier político republicano y elitista.
Pero la propuesta de Bush que más oposición de los demócratas suscita es su reforma a la Ley del Servicio Civil, con el propósito de permitir que el gobierno de turno estimule a los buenos funcionarios y despida a los que en el criterio del gobierno se consideren como malos. Los críticos censuran esta como una propuesta politiquera, que le abre la puerta a mudar funcionarios por razones políticas más que por eficiencia.
Jeb Bush es un hispanoparlante, millonario a los 35 años, casado con una mexicana de nombre Columba, entiendo que profesa hoy la fe católica y no parece ser tan bobalicón como su hermano el expresidente George Walker Bush. Poco más lo relaciona con Latinoamérica.