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Cebada, nueva oportunidad

16 de febrero de 2018

Aunque tradicionalmente en Colombia se ha producido cebada, a partir de los años noventa, y a raíz del proceso de internacionalización y apertura económica, se registró una caída acelerada del área y la producción de este cereal.

Así, según la FAO, mientras en el periodo 1990-1994 se sembraron, en promedio, 40.500 hectáreas y se produjeron 78.000 toneladas de cebada, en el periodo 2010-2014 dichos guarismos fueron de 5.200 hectáreas y 10.500 toneladas, respectivamente. Esto llevó a que la relación importaciones-consumo nacional pasara de 73,3 % a 95,1 %.

Detrás de estos resultados está la falta de competitividad de la cebada colombiana. Efectivamente, de acuerdo con un estudio del Banco Mundial sobre la competitividad de diversas actividades agropecuarias realizado a principios de la década pasada, la cebada no tiene ventaja comparativa para competir con la producción foránea.

Esa situación podría cambiar. En efecto, en estos días se conoció, por sendos artículos del diario Portafolio y la revista Dinero, que la empresa Bavaria, luego de nueve años de investigación, dio a conocer una nueva variedad de cebada para la producción industrial de cerveza.

Según la empresa, de consolidarse la producción agrícola de la nueva variedad (Explorer), por primera vez se producirá cerveza industrial con cebada de origen colombiano y “no con productos importados de Canadá o Argentina como se hacía en años anteriores”.

Los resultados productivos parecen ser altamente favorables, pues los rendimientos son de un nivel comparable a los obtenidos en Argentina, uno de los principales productores mundiales de cebada maltera.

La empresa asegura que dichos rendimientos son, al momento, de cuatro toneladas por hectárea. Según los expertos de Bavaria, con dichos rendimientos el país está en capacidad de competir internacionalmente.

No obstante, el objetivo de la empresa es continuar con el proceso investigativo con el propósito de “avanzar en el mejoramiento del cultivo”. Para tal efecto, se tiene una estación experimental ubicada en el Valle de Iraca, en el municipio de Tibasosa (Boyacá).

La producción comercial de la nueva variedad se dio el año pasado cuando se cultivaron 2.800 hectáreas. Para este año la meta es sembrar 4.000 hectáreas y, para 2020, se espera cultivar 9.000 hectáreas.

De cumplirse este objetivo, el país estaría cubriendo el 10 % de la demanda de materia prima importada por Bavaria y que, en la actualidad, equivale a 290.000 toneladas por año.

Según la empresa, a pesar de los resultados obtenidos hasta ahora, se busca intensificar la tecnificación de la producción de cebada con el propósito de aumentar los rendimientos. Para ello, se está trabajando en la conformación de clústeres de maquinaria y tecnología, al tiempo que se avanza en la capacitación de los agricultores. Si se concretan estas iniciativas, la rentabilidad del cultivo podría pasar del 9,0 % al 21,0 %.

De la mano de la investigación, el desarrollo tecnológico y el vínculo comercial con Bavaria, pareciera que al cultivo de cebada se le abre una nueva oportunidad de desarrollo que, de saberse aprovechar, deberá traducirse en beneficios económicos y sociales para los agricultores y sus familias.