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Colombia Neutral

26 de julio de 2015

Colombia está preparada. Podemos ir más allá. Más que reducir un 20 % de sus emisiones de gases efecto invernadero -GEI- para el año 2030, podríamos ir hacia una Colombia carbono neutra. Sé que se han hecho grandes esfuerzos nacionales por hacerlo pero otros países ya lo intentan como Costa Rica. Colombia está mejor preparada.

Esto implicaría que el país para el año 2030 emita el mismo número de toneladas de gases de los que emitió en el 2010, que de acuerdo a la Universidad de Los Andes la tasa de crecimiento anual promedio de las emisiones en toneladas de CO2 equivalentes, sería de 1,99 % para el período 2010-2030.

Alcanzar la carbononeutralidad significa un gran reto. Para que se implementen apropiadas y efectivas medidas nacionales de mitigación de estos gases, que empecemos a medir la huella nacional en emisiones de carbono, reduzcamos las emisiones que podamos, compensemos las emisiones restantes mediante estrategias exitosas que eviten la deforestación. Todo lo anterior se puede. Solo nos faltaría un último hervor.

¿Cuáles son las actividades colombianas que más aportan al calentamiento global? Y por lo tanto ¿quiénes son las empresas llamadas a incrementar su compromiso a reducir, monitorear, reportar y validar dichas emisiones?

De acuerdo al último informe de Minambiente, publicado en su página web, se evidencia un crecimiento de la participación del sector energía que pasa de “representar el 27 % de las emisiones totales en 2010 al 44 % en el 2050 y un decrecimiento relativo en la participación del sector agricultura, silvicultura y otros usos del suelo (Afolu) que pasa de un 58 % en 2010 a un 34 % en 2050”.

El sector industrial pasa de una participación del 9 % en 2010 a una del 14 % en 2050 y el de residuos sólidos y líquidos de una participación del 6 % al 8 % en los mismos años.

La liberación de metano y óxidos nitrosos de las vacas, toros, búfalos, ovejas, cabras, caballos, mulas, burros, cerdos y el manejo de excretas en gallinas tienen un gran papel en todo esto, así como el cultivo de arroz, tanto irrigado como secano y las actividades agrícolas que utilizan fertilizantes nitrogenados o las que todavía usan la quema para preparar la tierra o para gestionar los residuos agrícolas son las llamadas a cambiar. Otras de las grandes actividades que podrían aportar en su carbononeutralidad son las que hacen uso directo de la tierra, como las que deforestan, las que aprovechan la madera, el suelo, la leña, o los que mantienen potreros o que abonan sus suelos.

El módulo de energía tiene un significativo y protagónico aporte en la emisión de GEI respecto a las emisiones totales con el consumo de combustibles fósiles en industrias de generación de energía (centrales térmicas, autoproductores, centros de tratamiento de gas, refinerías, altos hornos y coquerías); consumo de combustibles fósiles con fines energéticos en industrias manufactureras y construcción, consumo de combustibles fósiles en el sector transporte (aviación nacional, transporte por carreteras, transporte ferroviario, navegación nacional, consumo de combustibles fósiles con fines energéticos en otros sectores (comercial/institucional, residencial, agropecuario y otros) y emisiones fugitivas de minería de carbón y petróleo y gas natural.

Todas estas actividades y muchas más están preparadas para cambiar. Colombia tiene la gran oportunidad económica, política, ambiental y social de ser carbono neutral. Ha demostrado ser ambiciosa, original y propositiva, es el gran momento para aprovechar y mostrar su responsabilidad no solamente con la mitigación, sino con la resiliencia de sus sistemas para asegurar un desarrollo compatible con los retos del planeta.