¿Cómo agarrar al “chapo”
Si de verdad le urge recapturar a Joaquín “Chapo” Guzmán, Loera es difícil de entender por qué el presidente de México, Enrique Peña Nieto, no ha llamado por teléfono al expresidente de Colombia, César Gaviria. A Gaviria se le escapó de la cárcel el narcotraficante más poderoso del mundo, Pablo Escobar, en 1992, pero 13 meses después lo acorraló y lo mató. Gaviria podría ayudar a recapturar al Chapo. Pero nadie del gobierno mexicano le ha llamado. No sé si es una cuestión de orgullo, de tonto nacionalismo u otra señal más de incompetencia y parálisis. Pero México necesita todo tipo de ayuda. El gobierno mexicano ha demostrado que solo no puede.
Yo sí llamé al expresidente Gaviria y me explicó qué haría él para agarrar al “Chapo”. Estos son los puntos más interesantes de nuestra conversación.
La escapatoria
Hay muchas diferencias entre Escobar y el “Chapo”. Escobar se entregó a la justicia en 1991 (para evitar que lo extraditaran a E.U.) mientras que el “Chapo” sí fue capturado en un apartamento de Mazatlán. Pero los dos se escaparon por la corrupción en Colombia y en México.
“Pusimos una brigada entera del Ejército a rodear la cárcel”, me dijo Gaviria, “y el 21 de julio de 1992 que lo tratamos de mover, porque seguía delinquiendo, por un fenómeno de corrupción, de intimidación y de vacilaciones de autoridades militares, salió caminando entre los soldados. Lo que uno aprende es que la capacidad de corrupción e intimidación de estas personas es enorme”.
Castigo a los responsables de la fuga
“Hubo unas sanciones. Varios públicos salieron del gobierno por lo que ocurrió”, recordó Gaviria. En Colombia dos ministros y dos altos mandos del Ejército fueron destituidos por la fuga de Pablo Escobar. Además, hubo un juicio en el Congreso. En México, en cambio, hay tres chivos expiatorios por la fuga del “Chapo” y los funcionarios importantes siguen en sus puestos.
El mensaje correcto
El expresidente Gaviria tenía un viaje a Madrid el mismo día que Escobar se escapó. Pero no fue. “Yo cancelé mi viaje, estábamos buscando a Escobar y entonces no salí”, me dijo. Había que demostrarle a Colombia y al mundo que este era un asunto prioritario.
El presidente de México, en cambio, no canceló ni acortó una gira a Francia. El mensaje que envió fue claro: prefirió París a regresar a México a buscar al Chapo.
Bloque de búsqueda
“Tienen que crear un grupo - en el caso de México, de armada y ejército- y dedicarlos exclusivamente a eso; a perseguirlo y a buscarlo de manera sistemática”, dijo Gaviria. “Tienen que dedicarlos exclusivamente a eso. No pueden ser los organismos de la seguridad del Estado. No, eso necesita un grupo especializado. Y yo sé que México lo puede lograr... Nosotros nombramos y escogimos un bloque de búsqueda del Ejército y Policía y desmantelamos al cartel de Medellín”.
Vivo o muerto
¿Es cierto que usted dijo en una reunión que el objetivo no era capturar vivo a Pablo Escobar? le pregunté. “No, no, no”, me corrigió. “Lo que había era la decisión de que, cualquiera que fuera el nivel de resistencia, si no lo capturaban lo iban a matar. Él no se iba a dejar capturar tampoco. Y el bloque de búsqueda no era un grupo pequeño, era un grupo grande, no fue una cosa accidental. Fue un grupo que trabajó año y medio en perseguir a Escobar”.
Gastar mucho más en seguridad
“A mí me preocupa mucho que México no ha tomado su tema de seguridad con la seriedad con que lo ha tomado Colombia”, me dijo. “Colombia es un país que gasta un 6 % de su PIB en seguridad. Eso es parecido a Estados Unidos o un poco más. Colombia tiene muchos instrumentos para luchar contra el narcotráfico. México no tiene instrumentos especiales... Está llegando la hora de que tengan una política más agresiva y de que inviertan mucho más en seguridad. México -creo- no gasta ni el 1,5 % (de su PIB) en seguridad. O sea, Colombia gasta cuatro veces lo que gasta México. Mientras eso sea así, el problema de seguridad no lo van a resolver”.
Es imperdonable que se le haya escapado el “Chapo” al presidente Peña Nieto. Pero más grave aún es que todo siga igual en México después de la fuga. No hay cambios dentro del gobierno, los carteles siguen desafiando al Estado.
Gaviria lo sabe y terminó así la conversación: “La obligación del presidente de México no es tanto la de parar las drogas como la de ganar seguridad para el país”.