CÓMO FUNCIONA EL DISCURSO POLÍTICO EN TWITTER
Por JAY VAN BAVEL Y WILLIAM BRADY
redaccion@elcolombiano.com.co
El president Trump dijo este mes en Twitter que los medios noticiosos están “trabajando fuertemente” para convencer a las personas de que él “no debería usar los medios sociales”. Pero fue precisamente su habilidad para los medios sociales, precisó, lo que le ayudó a ganar la presidencia.
¿Esto es cierto? Si lo es, por qué Trump sería políticamente efectivo en Twitter?
Para entender mejor cómo funciona el discurso político en Twitter, recientemente analizamos más de medio millón de tuiteos públicos sobre tres temas políticos -matrimonio del mismo sexo, control de armas y cambio climático- en el año que precedió las elecciones del 2016. Nuestra investigación ayuda a explicar por qué cierto contenido cargado moralmente se vuelve “viral” y produce “cajas de resonancia” en la red.
En un análisis posterior de las cuentas de Twitter de Donald Trump y Hillary Clinton, encontramos evidencia de que Trump se benefició con el despliegue de este tipo de contenido cargado de moral, de una manera que la Sra. Clinton no lo hizo.
En años recientes, sicólogos han teorizado que las emociones morales motivan a la acción y unifican a las comunidades. Una emoción moral es algo como odio o esperanza. En contraste, una emoción no moral es algo como miedo o amor, y un concepto moral no emocional es algo como “injusticia” o “justicia”.
A la luz de este trabajo, no es sorprendente que las discusiones en línea sobre temas políticos a menudo involucren lenguaje apasionado y ultraje moral. Dado el papel prominente de Twitter en la vida política, decidimos mirar allí el discurso político.
Primero creamos un diccionario de lenguaje moral y emocional para poder medir el número de estas palabras en cada tuit. Luego miramos la tasa de retuiteo en medio millón de tuiteos públicos sobre el matrimonio entre el mismo sexo, control de armas y cambio climático.
Para los tres temas políticos, encontramos que la adición de cada palabra moral-emocional en un tuit estaba asociada con un aumento del 20 por ciento en la tasa de retuiteos, comparado con un tuiteo sin lenguaje tal. Mensajes de Twitter que fueron tanto moralizados e infundidos de emoción eran mucho más propensos a propagarse -un patrón que llamamos “contagio moral.” (Lenguaje puramente emocional y puramente moral también ayudó con retweets. Pero el lenguaje moral-emocional tuvo las repercusiones más grandes).
También descubrimos que el contagio moral no era necesariamente una cuestión de indignación moral: las emociones morales negativas eran dominantes en las discusiones sobre el cambio climático y el control de armas, pero las emociones morales positivas dominaban la discusión del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Se supone que las personas que siguieron a los políticos conservadores eran más conservadoras. Se supone que las personas que siguieron a los liberales eran más liberales.
Como lo sospechamos, el contagio moral fue mucho más pronunciado dentro de los límites ideológicos de grupos que entre ellos. Los liberales tenían más probabilidades de compartir mensajes morales y emocionales de los liberales y los conservadores tenían más probabilidades de compartir mensajes morales y emocionales de los conservadores.
Aunque no estaba dentro del alcance de nuestro estudio original, dado el papel que Twitter jugó en la campaña presidencial, analizamos las cuentas de Twitter de Trump y Clinton en los seis meses antes de las elecciones. Descubrimos que Trump se benefició del uso de lenguaje moral-emocional (un aumento del 15 por ciento en retuiteos), pero Clinton no lo hizo.
Especulamos que esta diferencia podría ser resultado del género. Para obtener un mejor manejo de este tema, analizamos las cuentas de Twitter de los 100 senadores de los Estados Unidos. Para nuestra sorpresa, no encontramos diferencias de género: los mensajes de Twitter de los senadores tanto hombres como mujeres se beneficiaron del uso del lenguaje moral-emocional.
Pero sí encontramos una diferencia entre partidos políticos: senadores republicanos se beneficiaron más de usar lenguaje moral emocional que los senadores demócratas.
Así que parece que Trump no es mejor que la persona común en el manejo de la fuerza de emociones morales en los medios sociales. Todos -excepto Clinton- parecen beneficiarse de ello