Columnistas

COMUNÍQUESE, PUBLÍQUESE Y CÚMPLASE

30 de agosto de 2015

A mediados del año pasado, la alcaldía de Envigado convocó a los servidores de la administración municipal a un concurso de mejor equipo de trabajo. Los participantes debían presentar una idea de mejoramiento que posteriormente pudiera ponerse en práctica. Uno de los grupos presentó el proyecto denominado “Más tiempo con nuestros hijos, un derecho personalísimo”, basado en mi artículo “Te quiero a mi lado”, que fue publicado en abril de 2014 y en uno de cuyos apartes dije:

“Cuando veo la situación actual de nuestra población infantil y juvenil, la palabra que se me ocurre para definirla es ‘huérfana’. La mayoría de las veces el dinero no alcanza para compensar la soledad de los hijos, que si bien van de mano en mano, de abuelos a empleada, de empleada a tía, de tía a vecina, de vecina a guardería, están desprovistos de padres desde que nacen. Debe ser por eso que no los reconocen y no les son útiles para el afecto ni para la autoridad. Los huérfanos de padres vivos responden a tantas voces distintas que terminan confundidos, agobiados, cansados de los papás proveedores, muy trabajadores y hasta exitosos, pero ausentes. Y esa ausencia es una cuenta de cobro que los jóvenes le pasan al entorno convertida en droga, alcohol, sexo irresponsable, corrupción sin límites, cero valores, respeto por nada ni nadie, desprecio por la vida, desmotivación, ensimismamiento y egoísmo sorprendente. Una traducción segura de estos gritos que nadie oye podría ser ‘te quiero a mi lado’ [...] Claro que tener hijos implica mucho más que llevar el pan a su mesa. Claro que debería haber horarios de trabajo flexibles para que mamá y papá dedicaran más tiempo a acompañar a sus hijos en el proceso de formación...”.

El equipo ganador hizo una encuesta para identificar los usuarios potenciales del proyecto “Más tiempo con nuestros hijos, un derecho personalísimo”, ambientada con un facsímil del artículo. Su propuesta fue la ganadora y el pasado 12 de agosto el alcalde expidió el decreto correspondiente mediante el cual se busca una mejor calidad de vida para los trabajadores del municipio y sus hijos menores de edad. ¡Sí se puede!

El proyecto encuentra fundamento jurídico en decretos, leyes y recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo, que desde 1981 sugiere “adoptar medidas que permitan a los trabajadores con responsabilidades familiares conciliar sus obligaciones profesionales y familiares”. Igualmente, el Departamento Administrativo de la Función Pública, mediante Circular Externa No. 100-008 del 5 de diciembre de 2013, señala que encuentra viable que “los jefes de los organismos de las entidades de la Rama Ejecutiva del orden nacional y territorial, implementen mecanismos que sin afectar la prestación del servicio, permitan flexibilizar la jornada laboral a servidoras con hijos menores de edad o con algún tipo de discapacidad y a servidores padres cabeza de familia con hijos menores de edad o con algún tipo de discapacidad”.

Ahí tienen, pues, señores candidatos a alcaldías, gerentes de empresas, directores de recursos humanos, mandamases o como se llamen: Flexibilizar horarios es una idea ganadora que, con un mínimo de voluntad política y administrativa, puede marcar diferencias sociales insondables. ¡Y, de paso, hasta de movilidad! Muchas gracias, señor alcalde!

Lo dije en ese artículo y hoy, plumero de por medio, lo reitero: “volver la mirada a la familia es una inversión invaluable en la bolsa de la vida”. Comuníquese, publíquese y cúmplase.