Columnistas

Contadores, es hora de cambiar

12 de noviembre de 2016

Por Darina Moyse Jaramillo
Universidad del Norte
Contaduría Pública. 5° semestre
dmoyse@uninorte.edu.co

Mucho se ha hablado de la profesión contable en Colombia. Se ha mantenido durante años la idea en algunos de que esta solo sirve como brocha de maquillaje en sus estados financieros para ocultar la corrupción o los negocios ilícitos, mientras otros afirman que la contabilidad no es la acción mecánica de registrar movimientos y consolidar estados financieros, sino que también estamos facultados para la toma de decisiones y la creación de estrategias. Si bien esto último es cierto, no pretendamos que tomar decisiones en una empresa sea el máximo alcance de un contador, vamos mucho más allá de eso.

¿Acaso no hemos sido durante décadas un motor de la sociedad? He de recordarles que cuando la Gran Depresión empezaba a tocar el comercio nacional, este evento suscitó la creación de la Ley del impuesto de la renta y complementarios. Fuimos nosotros, los contadores, la herramienta del Estado para lograr sortear aquella recesión económica. Fue gracias a la correcta determinación del impuesto y de su pago que se logró un ingreso fundamental para el fisco y la gestión de los gobernantes en ese entonces.

Colegas contadores, nuestro deber es grandísimo, no lo echemos por la borda por unos cuantos pesos. Es menester hacerles entender a las empresas que no somos sus máquinas de evadir impuestos (o eludir, en los mejores casos). Que tampoco estamos para sostener sus daños contra el medio ambiente y mucho menos para crear más desigualdad en la sociedad colombiana. Antes de ser sus trabajadores, somos hijos de esta nación.

Por último, queridos profesores, ustedes son ejes de cambio, no nos inculquen esa cultura de hacernos los vivos, por favor. No son mejores por estar orgullosos de las malas prácticas contables que han encontrado en sus carreras. Prácticas que, aunque legales, tienen todo de moralmente incorrectas. Aprovecharnos de los vacíos legales no nos hace mejores profesionales, por el contrario, solo podría equipararse a aquellos trabajadores que, habiendo encontrado una falencia en el control interno de las entidades en que laboran, no dudan ni un instante en realizar un gran desfalco. El Estado no es nuestro enemigo, nosotros hacemos parte de él.

*Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión
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