Corrupción: el génesis
Por Santiago Díaz Gómez
Universidad Pontificia Bolivariana
Facultad de Com. Social, 1° semestre
santyago.111@hotmail.com
He notado que cuando se habla de corrupción, algo nos hace pensar, por alguna razón, en los políticos y en las personas que ejercen el poder, pero esto me trae a la mente una pregunta que intentaré contestar en estos renglones: ¿cuál es el génesis o principio de la corrupción?
Al ser un tema que de alguna forma nos toca a todos y que en Colombia, ¡nuestra patria querida, (y en América Latina en general) es imposible ocultar el problema de corrupción tan notorio que se vivencia; no es raro que se lleven a cabo muchos estudios al respecto. Según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC): entre 20 países de América Latina, Colombia se encuentra en el puesto número 14 del ranquin, siendo Venezuela el número 1 en corrupción y Uruguay termina la lista convirtiéndose en el país menos corrupto de Latinoamérica.
Al escuchar las opiniones de la gente del común -del “proletariado”- de estos a los que la fortuna no les toca, me doy cuenta que entre la gente se ve la corrupción como algo exclusivo de los ricos, como algo que se da en las asambleas y reuniones de encachacados donde se discuten los temas del pueblo.
¡Ave María!, la corrupción no es un problema solo de ellos, el problema es de TODOS. Del motociclista que se pasó un semáforo en rojo porque nadie lo estaba viendo, el tendero que no dio el cambio bien (a propósito) a un cliente confundido, aquel que se queja por estos “políticos corruptos” y no va a votar, el de allá que ve un acto de corrupción y no lo denuncia, el juez que se deja comprar, el ciudadano que vende su voto, solo por mencionar unos cuantos.
Un acto pequeño de corrupción tal vez no haga la diferencia, pero súmele otros cientos o miles. Aquí empieza y allá, en la cima de la pirámide social, termina. ¿Aún no ve dónde está la fruta con la que se empieza a hacer la mermelada de la corrupción? .
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