De empalmes
Por Augusto Mesa Lopera
Universidad Católica del Norte
Facultad Comunicación S., 7° semestre.
redaccion@elcolombiano.com.co
Ha pasado poco tiempo desde que se instaló el décimo contingente de alcaldes por elección popular, y de la calidad de empalme que hubieren logrado en los casi 65 días transcurridos entre las elecciones y su posesión, puede depender en gran medida el éxito o fracaso del ejercicio de las administraciones locales.
Hablar y conversar son los insumos fundamentales para entender el estado actual de procesos a los que hay que dar continuidad, y ello exige capacidad emocional de los equipos humanos entrantes y salientes, que deben privilegiar el bien común, por encima de sus egos, especialmente de aquellos afectados durante la contienda política.
Siempre he creído que el papel de la Contraloría y de la Procuraduría durante el tiempo que demore ese proceso, debería intensificarse, pues especialmente en el pequeño municipio colombiano, en el que a los medios de comunicación pareciera no importarles su suerte, no hay quien dé cuenta de cómo se entregan y reciben las alcaldías, tanto en lo fiscal como en lo que tiene que ver con el manejo de nóminas de empleados y contratistas.
A esta altura del partido, muchos alcaldes deben estarse rascando la cabeza, y a lo mejor no encuentran por dónde empezar, primero porque el elemento humano que encontraron -así consideren que no es el apropiado para el cumplimiento de lo propuesto a sus electores-, deben contemplarlo por razones legales y hasta políticas, y segundo, porque al no haber hecho un buen empalme, apenas ahora sí están conociendo para dónde era que iba esa entidad territorial y con cuáles recursos contaba.
Más preocupados que esos gobernantes, deben estar los ciudadanos críticos, aquellos que piensan en el bien de sus pueblos y comunidades al margen de las pugnas y rencillas políticas cotidianas que nada le aportan al desarrollo y bienestar general.
Parte de la madurez política y democrática debe ser la responsabilidad para entregar y recibir lo que es público, lo que es de todos. Muchos ya estamos evaluando y entendemos qué calidad de empalme se hizo.
*Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades e instituciones vinculadas con el proyecto.