Columnistas

Democracia y otras pinturas de Botero

29 de agosto de 2018

Por Juan Camilo Amaya Santos
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ing. Sistemas, 2° semestre
juancamiloamayasantos@gmail.com

Desde el siglo V a. C., los griegos acuñaron un modo de participación ciudadana muy peculiar, que ha avanzado hasta hoy como el más ecuánime y eficiente a la hora de que la población participe en la organización del Estado. Sin embargo, en Colombia hemos decidido darle un uso distinto; no es sino pasarse por las urnas, uno de esos domingos de sol sofocante en la región Caribe, o de humedad tropical de la región Amazónica y ahí se puede ver, cual obra de Botero, pintada en la pared. No es misterio ya que muchos de los transeúntes le hacen la vista gorda, uno que otro tal vez se acerque a detallarla y no falta quien se indigne y pida a gritos que por favor no rayen tanto las paredes, que qué falta de respeto.

Tal vez es esa peculiaridad la que mueva a que uno que otro personaje se acerque y comprenda su valor. Día tras día, la democracia aguanta paciente las diáfanas brisas que surcan los muros y fracturan la aún débil capa de pintura que la señalan. Aguanta en los colegios y universidades, en las empresas y proyectos, en los hogares y los parques, a aquellos que sus manos la pintan y la destiñen. Y no es sino en los fríos 2 de octubre, cálidos 17 de junio, y venteados 26 de agosto que los colombianos se fijan en lo desgastada que se encuentra.

Construir país es usar a la democracia, y en estas fechas nos damos cuenta de que no hemos construido mucho, pues a la democracia se han anidado telarañas y cucarachas. La acumulación del poder y la negación de este foco a construir, ha dejado que ya muchos colombianos ni conozcan la fuerza que tienen sobre su entorno, el abstencionismo en las urnas no sólo demuestra desinterés, sino desconocimiento sobre la capacidad que tienen estas.

Nos corresponde como ciudadanos invitar, mediante y para la democracia, a la concientización social y la participación civil; y es esto posible desde nuestras acciones en entornos sociales, renunciando a la corrupción y promoviendo a la inclusión de sectores vulnerables, para que sean escuchados y comprendan que sus voces no se perderán como bagatelas.

«Yo imagino un país, un borroso, un brumoso país, un encantado, un feérico país, del que yo fuese ciudadano» León de Greiff.

*Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión
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