Columnistas

DESPUÉS NO NOS QUEJEMOS

11 de abril de 2016

Tiene menos de veinte días el Alcalde de Medellín, con su equipo de colaboradores, para revisar el Plan de Desarrollo y ajustarlo, ojalá con la consideración de las objeciones expuestas en el informe de Medellín cómo vamos, que ha puesto en cuestión el anteproyecto de la administración y ha recomendado que lo mejore en materia de objetivos, metas, diagnósticos y financiación.

Muy pocas entidades, agrupaciones o centros de pensamiento de nuestra ciudad han hecho un escrutinio tan detallado y exhaustivo del Plan de Desarrollo Medellín cuenta con vos, presentado por la Alcaldía de Federico Gutiérrez. En diez años de presencia reflexiva y crítica en la ciudad, Medellín cómo vamos ha probado independencia, razonable objetividad y seriedad para afrontar las cuestiones de la segunda ciudad colombiana y decirles a los respectivos alcaldes en qué han fallado o acertado. Su respetabilidad está acreditada por ese testimonio y por las organizaciones asociadas para respaldar ese valioso proyecto de veeduría ciudadana.

El estudio del Plan que la administración debe presentarle al Concejo el 30 de abril es extenso y prolijo en el examen de las diversas dimensiones estratégicas, como la seguridad, la cultura ciudadana, la equidad, la educación, la movilidad sostenible, la recuperación del centro y el cuidado del ambiente, por ejemplo. Son asuntos prioritarios acerca de los cuales se hacen críticas ponderadas para que el proyecto se perfeccione y se le corrijan las fallas detectadas, que lo harían más preciso y aterrizado.

Una observación atañe a la seguridad. Así lo dijo Piedad Patricia Restrepo, de Medellín cómo vamos: “Cuando apuesto, por ejemplo, a una ciudad más segura, es importante saber cómo está estructurado el Plan Integral de Seguridad y Convivencia. Aquí no lo encontramos. No hay revisión en términos de programas y políticas. Es como partir de cero, y hay que ser más concretos y precisos en esa formulación”.

El estudio crítico referido y el plan de la Alcaldía podemos y debemos leerlos. Están disponibles en internet. Si la Alcaldía pretende ser incluyente, contar con la gente (con vos), estructurar estrategias y acciones conforme con la voluntad ciudadana, lo obvio, con un criterio de ética cívica, es que nos interesemos por conocer y analizar la llamada carta de navegación de la ciudad para los cuatro años entrantes.

Hay que creerle a la administración y aprovechar que en cien días ha sido insistente en la exhortación a los habitantes de Medellín a participar y cooperar para que la ciudad sea mejor y siga saliendo de sus dificultades. Que el Plan de Desarrollo sea objeto de críticas es positivo. A los gobernantes hay que decirles la verdad y hacerles notar en qué son erráticos e improvisadores o en qué aciertan. Si no, después, no nos quejemos.