El abandono que lastima
Por
Diana L. Marulanda Bedoya
Politécnico Jaime Isaza Cadavid
Comunicación Audiovisual, décimo semestre
dianamaru150294@hotmail.com
En los primeros meses del año, el Icbf informó que había abierto 1.391 procesos que buscaban restablecer los derechos de menores de edad víctimas de maltrato; el 39,8 por ciento pertenecían a víctimas menores de seis años.
Y ni que hablar de la desbordante cifra de niños declarados en abandono y de menores explotados, en la mayoría de los casos por su propia familia. ¿Qué hace falta para que todo un país se sensibilice frente a esta problemática?
El abandono que lastima, hoy carga con las lágrimas de cientos de niños que no conocen cuál será su destino; hoy condenados a largas esperas por el Estado colombiano mientras se reconstruye su árbol genealógico para alcanzar una última probabilidad de que un familiar pueda hacerse cargo.
El panorama del abandono, los casos atroces en contra de los niños, hieren, destruyen sociedades, condenan al subdesarrollo. En el mundo, la situación no es muy diferente; en general, los derechos de los niños son altamente vulnerados.
Es difícil entender por qué un niño está en la calle o por qué no va a la escuela, y podemos seguir haciéndonos preguntas aún más trascendentales: por qué un niño, que debe jugar y ser feliz, debe enfrentarse con duras realidades.
Qué difícil es sentarse a conversar con un pequeño que está convencido de que pronto llegará su madre por él o que pronto será adoptado, cuando se sabe que no será así, por lo menos en el corto plazo. Qué difícil es sentarse al frente de un pequeño y tenerle que decir que todo estará bien cuando se forma un taco en la garganta al saber que no hay certeza de ello.
Sin embargo, en su inocencia, es bonito verlos sonreír aun cuando todo en su vida es un caos que todavía no descubren.
Contradictorio es que quien no los quiere los abandone, mientras muchas parejas, después de muchos años, aun conservan la esperanza de darle un hogar a alguno de estos niños.
Si no se quieren hijos hay que cuidarse. Si lo tienes en tu vientre hay que asumir la responsabilidad. El mundo necesita de más hijos anhelados y amados.
*Taller de Opinión es un proyecto de
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