El alcalde que medellín requiere
En una competencia que parece será reñida, hoy Federico Gutiérrez y Juan Carlos Vélez llegan a la jornada crucial para saber quién gobernará Medellín los próximos cuatro años. Un período considerable y decisivo para que la ciudad afiance, ajuste y mejore el modelo de desarrollo que con matices han liderado en este milenio Luis Pérez Gutiérrez, Sergio Fajardo Valderrama, Alonso Salazar Jaramillo y Aníbal Gaviria Correa.
Como Medellín acumuló un capital social, económico y administrativo valioso -con algunas equivocaciones por supuesto-, es importante pensar en algunas cualidades que debe comportar nuestro próximo alcalde para potenciar lo bueno y corregir los defectos:
Medellín debe tener un alcalde INTEGRADOR. Un líder capaz de gobernar sin provocar polarizaciones políticas, sociales y culturales. Capaz de reunir a los movimientos sociales, partidos políticos y fuerzas ciudadanas en torno a objetivos de bienestar común. Ese líder debe borrar fronteras creadas por poderes ilegales y distensionar territorios a veces marcados por profundas divisiones sociales.
Ese alcalde integrador será capaz de escuchar otras apreciaciones de los problemas, incorporará a su proyecto las ideas de sectores y personalidades que amplíen las fronteras y los horizontes de su gestión. Será capaz de acercarse a sus críticos y de juntar a los diversos para alimentar un gobierno incluyente y de propuestas equilibradas.
Medellín debe tener un alcalde SOCIAL. De estos años de grandes obras e inversiones en infraestructura, pasará también a concentrarse en otra meta que nos llenaría de orgullo: quitarle a Medellín la etiqueta de ser una de las ciudades más desiguales del país. Lo necesitan los niños de los barrios populares, las madres solteras, los desempleados y los trabajadores informales, los indigentes, los barrios que siguen sin acueducto, los que todavía tienen alcantarillados artesanales y estrechos. Lo espera esa ciudad que, en contravía de tanto desarrollo e innovación, aún nos mira con una mueca de hambre.
Se requiere un alcalde GERENTE IMPECABLE. Que administre bien los recursos, que no se gaste la plata en obras suntuarias, que cuide los flujos de caja, que impida extravagancias con los dineros de EPM, que vigile que sus subordinados no despilfarren los recursos públicos y menos que se los roben. Que invierta con planificación y racionalidad. Que haga del Estado local una empresa exitosa, con gran responsabilidad social.
Y que tenga FIRMEZA Y CARÁCTER. La ciudad necesita afecto, pero también autoridad sin dilaciones, para que dejen de prosperar aquí el crimen organizado y la ilegalidad.